jueves, 24 de enero de 2013

MUDANZA


toca de nuevo mudanza, poco más de un año después de la última, otra vez a desmontarlo todo y cambiar de vivienda, alquilamos esta casa con la idea de quedarnos aquí una larga temporada, pero el invierno leonés es tremendo e inhóspito y crudo y no somos capaces de aguantar más el frío, imposible, con el alquiler que pagamos, permitirnos el lujo de encender la calefacción y las estufas no son suficientes para combatirlo, la casa está helada y desapacible y húmeda y no podemos seguir así, echaremos de menos la huerta y la melodía de los grillos al anochecer, pero así no podemos seguir, de manera que estamos desmontándolo todo otra vez, cientos y miles de libros (literalmente hablando) que invaden las estanterías y que tenemos que embalar en cajas no demasiado pesadas, centenares de cajas de libros y otras tantas de fetiches diversos y carteles y películas y cuadros y discos, cientos de discos y docenas de maletas de ropa y zapatos y todos los bártulos de la montaña y la playa y del camping, más la cubertería, la vajilla, lámparas, toallas, batería de cocina, bicicletas y cortinas y mesas y sillas y alfombras y todas las muestras y maletas de calzado con las que me gano en ruta la vida (esta vida de representante y poeta que no da ni para calentar una casa) y los ordenadores y el equipo de fotografía y revistas y cosas, muchísimas cosas de Jul, y por supuesto las múltiples carpetas de mis escritos, diarios y relatos y poemas y artículos y ensayos y cartas, más toda la burocracia y el papeleo que la mudanza conlleva, dni, empadronamiento, bancos, hacienda, seguridad social, permiso de conducir y, a mayores, la desubicación y el extrañamiento y el cambio de hábitos y de ambiente y de espacio y etc, etc...

en ello 
estamos

v

3 comentarios:

  1. Toda una vida, dos vidas dos mundos para empaquetar y trasladar.
    Suerte!
    mjromero

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  2. Suerte con ella, Vicente. Qué bien has descrito el invierno de aquel reino, llamado, la hermosa Invenalia. De mi infancia maragata, buenas tardes de bufanda y estufa de leña recuerdo, mientras mi abuela traía leche de la vaquería... Ánimo, que se leve y abrígate. Un abrazo

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  3. es lo que tiene esta tierra...

    gracias MJ

    thank you

    JC

    v

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