jueves, 25 de julio de 2024

FRENESÍ GÓTICO (y los Maestros antiguos)

 

También por aquella época, a mediados de los años 80, deslumbrado por Los Mitos de Cthulhu, comencé a escribir mis primeros relatos... Me veo ahora bajo el flexo de mi escritorio intentando trasladar mis ensoñaciones y quimeras al papel, desesperándome por encontrar la palabra justa y el ritmo adecuado, enfrentándome a mis primeros retos y esforzándome en emular torpemente a mis viejos maestros... Todo lo cual daba como resultado una prosa barroca y retorcida, anacrónica a más no poder, truculenta, romántica y gótica, pero que a mí me parecía en aquellos días visionaria y tremenda... Lógico, por supuesto, teniendo en cuenta mis lecturas de entonces: Poe, Maupassant, Hoffman, Huysmans, D'Annunzio, Lautréamnot, Baudelaire, Wilde, y la trinidad gótica por excelencia: Horace Walpole, con El castillo de Otranto, Matthew Gregory Lewis, con El Monje, y Charles Maturin, con Melmoth el errabundo... Lecturas todas, por supuesto, magníficas e imprescindibles, pero quizás no las más adecuadas para escoger como modelo de iniciación a la escritura a finales del siglo XX... No importaba, lo cierto es que ya comenzaba a sentir cada vez más arraigado el impulso de expresarme por escrito y trasladar mis fantasías al papel, y me aplicaba en aprender los rudimentos básicos del oficio, cómo construir una historia, perfilar los personajes, montar los diálogos, describir los paisajes, cómo desarrollar la trama y ponerla fin, utilizando manuales de estilo, apuntándome a talleres literarios por correo (postal) y leyendo frenéticamente, todo por la causa, lograr algún día escribir como aquellos maestros que tanto admiraba (sin sospechar que muchos años después, una vez leído y asimilado aquello, lo iba a desmontar todo dentro de mi cabeza y a construir del caos resultante mi propia poética)... De aquel entonces, entre los dieciocho y los veintipico, en pleno frenesí gótico, datan mis primeros relatos, que conservo como oro en paño en viejas carpetas: Mirella, La transmutación, Despertar de Otoño, La casa del olvido, La danza de las Xanas, etc, etc... Sólo por los títulos podéis ya imaginaros de qué iba la cosa: una prosa recargada y obsoleta, farragosa y absolutamente infumable... Pero allí en cualquier caso estaba yo, aprendiz de poeta, emborronando y rompiendo como un poseso cuartillas, entregándome al oficio como a un ritual y dándolo todo para lograr llegar a ser algún día un verdadero escritor...

Vicente Muñoz Álvarez,
de Regresiones

Nueva edición ampliada en LcLibros:



martes, 23 de julio de 2024

EL MERODEADOR: Fragmentos.



Sólo que a veces, por las noches, no parecen de ratones ni ratas, esos pasos, sino de algo más grande y pesado, pasos humanos, diría yo, si no fuera porque sé que nadie puede entrar ahí, ni por el tejado ni por el sótano ni por el desván se puede acceder a esas cámaras, de unos treinta centímetros de anchura, cuya única finalidad es proteger el interior del frío... Cámaras vacías, inhabitables, selladas... Sólo pueden ser por tanto ratas, las causantes, y sin embargo a veces esos pasos parecen humanos, pasos de alguien aprisionado, comprimido, que se arrastra lentamente y se dirige vacilante hacia nuestra habitación, recorre la casa hacia nuestro dormitorio y allí se detiene, junto a nuestra cama, al otro lado, y nos escucha y araña insistentemente la pared... Parecen pasos humanos y sin embargo nadie puede entrar ahí, nadie puede sobrevivir ahí encerrado por más que yo me empeñe en razonar lo contrario... Es la inteligencia, la coordinación, la dirección de esos pasos lo que en realidad me inquieta: por qué hacia nuestra habitación, por qué siempre de noche, por qué invariablemente ese destino... Las ratas, creo, no se comportan así... Aunque a decir verdad, tampoco los merodeadores se comportan así... Nadie se comporta así, pero yo sigo escuchando esos pasos...

viernes, 19 de julio de 2024

TIEMPOS DIFÍCILES



si te callas
y eres cómplice
premio

si no castigo

tiempos difíciles

en el gulag

Vicente Muñoz Álvarez

jueves, 18 de julio de 2024

A LA DIESTRA DEL CIELO



Para los que no conozcan a Silvio, este documental, A la diestra del cielo (Francisco Bech, 2007), será una magnífica carta de presentación de su legado y su mito, y para sus seguidores y fans, un sentido homenaje y un motivo justificado de celebración. 

Silvio Fernández Melgarejo: rockero y showman, genio y figura, batería de los Smash, líder de Luzbel, Barra Libre, Sacramento y Los diplomáticos, califa de la movida andaluza y, sobre todo y por encima de todo, dipsómano empedernido. 

Sobre su vida y milagros nos habla el documental de Francisco Bech, A la diestra del cielo, que mediante entrevistas (a él y a sus familiares y amigos), fotografías, grabaciones y vídeos, reconstruye su peripecia vital, llena de altibajos y excesos. 

Personaje entrañable donde los haya, surrealista y tierno, freak y poeta, indómito y autodestructivo, Silvio nos cautiva con sus canciones y su extravagante personalidad, haciéndonos cómplices de sus experiencias y encadilándonos con su aguardentosa voz. 

Sus conciertos con los Smash (pioneros de la psicodelia andaluza), su boda con una aristócrata inglesa, sus diversas bandas, el mítico corto con Ana Curra y García Alix (No hables más de mí), sus continuas borracheras y su paso fugaz por la tierra, son algunos de los aspectos que aborda la película de Bech. 

Imprescindible para los seguidores de Silvio e ideal para acceder a su música y entender su leyenda.

Vicente Muñoz Álvarez,
de Cult Movies 2: Películas para la penumbra
(LcLibros, 2018)



viernes, 12 de julio de 2024

HOJAS DE HIERBA



yo necesito

prados y no calles
bosques y no parques
plantas y no tiendas
setas y no coches
aves y no buitres
nubes y no grúas
troncos y no bancos
flores y no bares

a diario

me va la vida
en ello

Vicente Muñoz Álvarez

martes, 9 de julio de 2024

MÁS LEJOS



siempre pesan más
los motivos

para infravalorarme
que para valorarme

para exigirme
que para premiarme

para menospreciarme
que para apreciarme

para inculparme
que para exculparme

para castigarme
que para indultarme

haga lo que haga
logre lo que logre
gane lo que gane

lo llevo en la sangre

y duele

Vicente Muñoz Álvarez

TREGUA en PORTUGUÉS



TREGUA

A veces,
justo en medio
de la desesperación y el caos,
cuando todo parece perdido,
la vida nos concede
una pequeña tregua:

la clave de un poema,
los preparativos de un viaje,
la llamada de un amigo,
la magia de un atardecer.

Días de luz en los que,
sin saber por qué,
se declara el alto el fuego,
y todo parece
fluir de nuevo en tu interior.

Aunque en el fondo,
en lo profundo,
se siga escuchando
el fragor de la lucha.

Vicente Muñoz Álvarez

Às vezes,
no meio mesmo
do desespero e do caos,
quando tudo parece perdido,
a vida dá-nos
uma pequena trégua:

A chave de um poema,
os preparativos duma viagem,
a chamada de um amigo,
a magia de um poente.

Dias de luz em que,
sem saber a razão,
se declara o cessar-fogo,
e tudo parece
fluir de novo dentro de ti.

Ainda que no fundo,
lá bem no fundo,
se escute ainda
o fragor da luta.


Traducción  al portugués de Albino Matos en RÚA DAS PRETAS