lunes, 6 de enero de 2014

ANIMALES PERDIDOS O NO SE PUEDE VIVIR SIN AMOR por Pablo Müller.


Días que oxidan 
que enervan que duelen 

y saudade profunda 
en esta yerma capital del frío. 

Mi vida en la penumbra 
aún huele a ti 

aún huele a ti. 

Y mi perra y yo 
aullando desesperadamente 
a la luna. 

Recuerdo ahora 
ciertas palabras del Cónsul 
en Bajo el volcán 

One cannot live 
without love. 

Y unos versos 
de Pablo Casares 

Tantas formas 
hay de vivir 
como de morir. 
Pero sólo una 
de sobrevivir: 
resistiendo. 

Justamente 
en ello estamos.

Vicente Muñoz Álvarez. 


Vicente Muñoz Álvarez escribe Animales perdidos en tres actos: infierno, purgatorio y cielo, su itinerario con el amor.

No se puede vivir sin amar dice Malcom Lowry en Bajo el volcán.

Resistir para aguantarnos la vida como si fuera la ascua de un trozo de carbón que nos llega del pasado: fuego de vida que quema, padre, madre y la pena, y la labor fuera evitar que se apague, — quemándonos, así es la vida que nos oxida —, y pasarle al hijo en su justo tamaño, peso, y medida, así más tarde sea el examen: la disección de ese resto entre la ceniza.

Como diseccionamos entre las cenizas que nos legaron.

Como si no fuéramos sino consecuencias de un momento de amor.

Hay que poner palabra al miedo, miedo asustado por el miedo mismo, en guardia, vigía del tiempo restante, tan pendiente de los que han sido antes que olvido son mi peso y mi salvoconducto.

Salvoconducto para animales perdidos.

Salud Vicente.


Pablo Müller, del blog Papeles de Pablo Müller.


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