retomo como puedo el aliento estos días, puente de todos los santos, tras el estrés de las semanas pasadas en ruta: atrás van quedando ciudades y pueblos, clientes y tiendas, babilonia en ruinas y la desolación de un mundo que se resquebraja y se nos desmorona en los pies. las noches solitarias de hotel, las horas vacías, los sueños rotos, los menús baratos, el tráfico y los aparcamientos, los brazos doloridos, el agotamiento, los clientes frustrados, los impagos, las escasas ventas, el no llegar a fin de mes... todo ello va pasando factura y erosionando mi aguante, aunque lo peor sin duda es la otredad, la despersonalización y el extrañamiento, el no identificarme bajo el disfraz de hombre cuerdo, la desconexión de mi mundo interior y la pérdida de perspectiva...
yo es otro
pienso
pero ese otro
tampoco soy yo
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Me gusta lo que veo por aquí. Siempre me ha entusiasmado la Babilonia descarada. En ruinas o desnuda; siempre la eterna Babilonia. Sr. Múñoz, me alojaré en la habitación 175 y me lo llevo a mi estantería de favoritos. Saludos
ResponderEliminarGracias por el comentario, J.C.
ResponderEliminarEstás en tu casa.
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