menuda una noche de mierda, he pensado al levantarme molido por los sueños esta mañana, literalmente hablando (y disculpad por el tono que va a tener este texto), una noche de mierda... porque las sincronicidades existen para lo bueno y para lo malo, me digo, de eso no hay duda, y la de ayer fue realmente trash... primero Combat Shock, la peli de culto de Buddy Giovinazzo producida por la Troma (aunque completamente alejada de sus postulados), sobre la que había oído opiniones muy encontradas, para algunos una obra maestra y para otros un bodrio indigesto, nadie se pone de acuerdo y no me extraña, porque la peliculita de marras, es cierto, se las trae, y aún no sé cómo evaluarla, puntuarla, y en cuál de los dos bandos de la crítica situarme... creo que, a mi juicio, ambas cosas a la vez, bodrio infumable y obra maestra en idéntica proporción, el caso es que es de los filmes más sórdidos, nihilistas, deprimentes y escatológicos que recuerdo haber visto en mi vida (y os lo aseguro, he visto muchos), un mazazo a la conciencia y un jarro de agua fría al sistema, a cualquier sistema... la cosa va de un excombatiente traumatizado de Vietnam que deambula como un zombi buscándose la vida por un Nueva York de pesadilla, decadente y malsano, pútrido y enloquecedor, lleno de yonquis y prostitutas, y tiene un piso que se cae a pedazos, una mujer al borde de un ataque de nervios y un niño deforme debido a los efectos del napalm... muy romántico todo, calles llenas de basura, solares y barrios enteros en ruinas, colas inmensas del paro, camellos, proxenetas, matones, ladrones y todo de tipo de desheredados intentando desesperadamente ganarse el caballo y el pan... la historia en sí, cómo y dónde se desarrolla y su apabullante y tremendo final, pone los pelos de punta, pero más que ninguna otra cosa la mugre, la mierda, la suciedad y la basura que recubre como una pátina grasienta e inefable toda la película... y eso, al menos de este modo, opino, no es fácil de transmitir al espectador... una especie de híbrido entre Taxi Driver y Pink Flamingos con pinceladas del Warhol más oscuro, casposo y descorazonador hasta límites insospechados... obra maestra o bodrio infumable aún no lo tengo claro, y supongo que nunca lo tendré porque como digo me parece ambas cosas a la vez, lo cierto es que terminé de verla con un sentimiento de asco y congoja de lo más indigesto, y al irme a lavar a continuación los dientes antes de ir a la cama, el extraordinario mundo de las sincronicidaes puso la guinda definitiva al pastel... el lavabo del baño, de pronto, estaba medio atascado, el agua no colaba por el desagüe bien, así que decido, serían las doce de la noche aproximadamente, desatornillar la rejilla para limpiar un poco la tubería y... sorpresa... sorpresa muy desagradable, y perdonad que sea explícito, en forma de una especie de pasta apestosa e inmunda de pelos y desperdicios acumulados ahí desde yo qué sé cuánto tiempo atrás... llevo poco tiempo en este piso, pensaba mientras con un cuchillo extraía toda aquella porquería, esto no puede ser mío, yo no tengo el pelo largo, a saber de quién será, qué asco, por dios, qué olor, qué arcadas, qué marranada, qué asco... no sé muy bien cómo logré terminar de limpiar el desagüe sin vomitar, porque estuve a punto de hacerlo varias veces, y al mal cuerpo que me había dejado ya de por sí la película se sumó esta horrenda visión dejándome literalmente hecho puré... ni sé las veces que me lavé luego las manos y la cara antes de acostarme ni lo que me costó luego dormirme y sacarme toda aquella inmundicia de la cabeza... y como colofón lógico y consecuente luego, claro, las pesadillas, un torbellino de imágenes y situaciones dantescas que apenas recuerdo pero que tenían mucho que ver con ambas cosas, peli y desagües, desagües y peli, clavándose en mi subconsciente como un dardo envenenado... conque una noche de mierda, hermanitos, ya lo creo que sí, UNA NOCHE DE MIERDA...
Vicente Muñoz Álvarez
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