El insomnio, el miedo a envejecer, la hipocondría...
Como en El crack-up, de F. Scott Fitzgerald, Vicente Muñoz Álvarez narra en El merodeador un estado mental al borde de la quiebra. Y como Winesburg, Ohio, de Sherwood Anderson, y tantos otros grandes libros de relatos, también El merodeador puede y debe leerse como un todo que multiplica el sentido de cada una de sus narraciones, en una estructura circular y autorreferente.
Lirismo, realismo... Un homenaje a Bernhard y a Pessoa...
Una cría de delfin en la playa y unos peces en la pila de la cocina. Unos gatos en un contenedor de basura, cuyos maullidos reavivan una y otra vez la culpa y la angustia. Y la presencia permanente de ese otro yo que mira sin vivir.
Vicente Muñoz Álvarez nació y vive en León. Es una de las voces más personales de la literatura alternativa española y, como editor y antologista, uno de sus más activos dinamizadores. Entre sus poemarios, se cuentan Canciones de la gran deriva y Animales perdidos, y entre sus libros de prosa, Los que vienen detrás y Regresiones. Su ensayo más reciente es Cult movies: películas para la penumbra. Edita el fanzine Vinalia Trippers.
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