miércoles, 4 de marzo de 2015

AQUELLA MOVIDA LEONESA: leonoticias.com


Los Positivos, Veredicto Final, Los Cardiacos, Los Flechazos, Búfalo... las fuerzas de la Movida.

No sólo fue Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia o el País Vasco donde La Movida surgió como un movimiento contracultural, con una buena dosis de “efervescencia”. León se configuró en la década de entre 1975 y 1985 como un “oasis de lo alternativo”, en el que no se sabe muy bien por qué motivo, se instaló la curiosidad por explorar la libertad con la música como denominador común. Veredicto Final, Los Postivos, Los Deicidas, Los Flechazos, Los Vagos, Salamanders, Los Decrépitos, Búfalo… y, sobre todo, Los Cardiacos, son nombres de las formaciones musicales que fueron adalid de otra movida, una muy especial, enmarcada en un contexto más cerrado que las corrientes libertinas de las grandes ciudades.

Pero también hay otros nombres, los de los ‘garitos’ en los que aquellos jóvenes leoneses que comenzaron a lucir melenas y minifaldas se daban cita para escuchar música en directo. El Gran Café, La Mandrágora, El Oasis, la mítica Toison. El centro de León, especialmente el Barrio Húmedo, fue el lugar en el que esa música, sobre todo el pop y el rock, fueron “marcando a una generación”. Álex Díez, ahora conocido como Cooper, uno de los miembros de Los Flechazos, recuerda como fue parte de una “generación muy marcada por la música”, que fue “punto de partida hacia viajes o descubrimientos”, que fueron marcando el devenir de una “escena underground”.

Cooper, como muchos otros, pudieron “disfrutar de esa libertad en una ciudad como León”. “En aquella época había una energía especial”, asegura. Una energía que no sólo bebía del movimiento contracultural de la ‘Movida’ madrileña o de la de otros puntos de la geografía nacional en los que se cultivó esta corriente. Esa ‘Movida’ era eminentemente leonesa, autónoma, autodidacta y cultivada por jóvenes de toda condición que, más que una herramienta política de reivindicación de libertad, veían aquí un escenario perfecto para cultivar una nueva cultura.

"Eras pionero tú también"

“Pienso que lo que se vivió en León a finales de los 80 y principios de los 90 fue algo muy especial, que luego murió en gran parte”, recuerda por su parte Juancho, de Decrépitos, que considera que los jóvenes leoneses fueron unos “privilegiados” por lo que “se pudo vivir en esa época”. “Podías salir un lunes, un martes… el día que quisieras era como un sábado ahora. Si querías salir, había siempre ambiente, gente que salía por los bares y muchos conciertos”, entre ellos algunos míticos como Nacha Pop, Los Ilegales y Ópera Prima.

Pero aquellos jóvenes no sólo idolatraban a los referentes musicales de las grandes capitales. En León también se creaba. “Me quedo con la sensación de que eres pionero tú también. Podías hacer un fanzine, un programa de radio, montar un grupo. Es lo que tenía de bueno, que podías montar un grupo sin tener ni idea de tocar. Teníamos ganas de hacer cosas y no sabíamos cómo hacerlas, pero lo canalizamos con la música”, señala Juancho de Decrépitos.

"Me escapaba para ir a conciertos"

Así comenzaron a surgir un amplio abanico de grupos musicales eminentemente leoneses, cuyos miembros aprendían unos de otros para utilizar la música como forma de expresión, pero también como divertimento, lejos de las ataduras de la dictadura y de las dudas de la prototransición. También chicas jóvenes, ajenas a la distinción de sexos, que se divertían y hacían música en igualdad de condiciones, y compartían, sin tapujos ni prejuicios, tiempo y espacio con otros jóvenes a quienes les unía una pasión. “Yo nunca me sentí fuera para nada. Siempre estuve muy cerca de los chicos y de las chicas. Estábamos en el mismo ambiente. Nos movíamos por el Húmedo, por los bares, íbamos juntos a todos los sitios”, afirma Silvia, de Veredicto Final.

Incluso, haciendo ‘trampas’. “Me escapaba por la noche. Dejaba la almohada debajo de las sábanas para que no se enterara nadie. Salía para ir a todos los bares que pudiera, a todos los conciertos que pudiera para alimentarme de todo aquello que había en León, que era mucho”, recuerda por su parte Alicia, de Búfalo, componente de una formación sólo de mujeres que, frente a lo efímero que suelen ser este tipo de grupos, se mantuvo con vida durante ocho años.

Pero todo aquello terminó por morir sin que aquellos jóvenes, hoy más maduros, sepan indicar un motivo. “Tal vez por saturación. El hecho del principio fue la efervescencia de la novedad. Es algo que no se ha vuelto a repetir; el final vino porque se perdió esa esencia”, señala Manu, de Los Positivos que, sin embargo, también achaca que aquella Movida dejara de tener presencia por el simple hecho de “todo tiene un principio y un final”. Entretanto, León fue conocido en la escena musical en todo el país. Eran frecuentes las apariciones de grupos leoneses en Televisión Española o los programas especializados de Radio Nacional de España. Los Positivos o Los Flechazos fueron algunos de ellos.

Vicente Muñoz, de Veredicto Final, presenta este jueves a las 21:00 oras en el Gran Café su último libro, 'Regresiones', una novela autobiográfica en la que rememora aquel León de la Movida.

Los Cardiacos, el "hermano mayor"

Pero sobre todo y ante todo hay un nombre que resonó por encima de todos los demás y que tanto Manu y Carlos, de Los Positivos; Cooper, Juancho, Silvia y Alicia señalan: Los Cardiacos. Toño es uno de los miembros de aquel grupo que, para muchos otros, fue el “hermano mayor”. “Echas la vista atrás y hace falta un catalejo con buenos aumentos, porque hace mucho tiempo”, recuerda un músico que sigue “en la brecha”. “Los tiempos van cambiando, las situaciones políticas y socioeconómicas van cambiando. Todo se va ajustando. Ahora hay un mayor control comercial, se apuesta poco por lo novedosos, se buscan y repiten esquemas en una especie de bucle”, confiesa el componente de Los Cardiacos. 

Recuerda que él, como tantos otros, comenzó desde niño a escuchar la música que hacían, ya en los años 60 y como una señal de aperturismo en plena dictadura, algunos grupos leoneses como Asfalto, Los Arañas o Los Rebeldes. “Llamó la atención. Era algo novedoso, una forma diferente de hacer música, nos enganchamos. Nos atrajo inmediatamente como polillas a la luz”, sostiene. El rock fue el ‘padrenuestro’ de aquella generación que, después, contempló la música como un recurso en plena evolución. Ellos, fuerzas vidas de la Movida leonesa, guardan aquella época en un rincón especial de su recuerdo. Siguen en la música porque eso supone, como señala Toño, “seguir con tu propio destino”.

el vídeo, aquí

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