pero también (porque todo en este ejercicio de vaciamiento y catarsis que es la escritura, al menos la mía, hay que contarlo), como rayos de luz que atraviesan la penumbra, en medio de la desazón y el caos días intensos y plenos, radiantes días de cielo rodeado de amigos, Gsús y Mónica y Julia y Beatriz y Zapico y Julio y Eugenio en un Shangri-La llamado Pozos de la Cabrera celebrando el hecho asombroso de estar vivos, la sencillez de las cosas, la montaña agreste y pura, la deliciosa comida, la hospitalidad de la gente y del pueblo, el bosque protector, la ternura de la pequeña Ana, la poesía redentora y el vino, el silencio y la calma, el sosiego y la magia, los castaños en flor y el milagro de la amistad...
poco más
puedo pedirle
al cielo
v
photo by Julia D Velázquez
esto fue lo que escribí, casi tal día como hoy hace un año, sobre el Walden de la Cabrera... después de regresar de nuevo de allí, siento que tengo que rizar para la próxima aún más el rizo...
a vuestra salud, hermanitos & que sigan estos latidos...
& para Gsús & Mónica & Bea & sus familias:
gracias por ser & estar.
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