será, quizás, ir superando la crisis de los cincuenta, los largos paseos en bici al amanecer este verano, la cura tibetana del ajo que desde hace meses vengo haciendo, tener la mejor pareja del mundo mundial y estar más tranquilo que nunca en mi vida ahora, o tal vez pura y simple casualidad, no lo sé y me importa un bledo, el caso es que he comenzado la ruta como una moto, fuerte, seguro y sereno, y eso es algo totalmente nuevo en mí, irme a la guerra así, más de dos décadas acongojado en otoño y en primavera al salir a vender zapatos y nunca hasta ahora así, tan cabal y sereno, da igual los pares que venda, me digo, el caso es arrancar así, con el motor al relentí, tan seguro, tan potente, tan lleno...
Vicente Muñoz Álvarez
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