puedes haberlo escuchado mil veces, pero no está nunca de más recordarlo: lo esencial y básico de encontrar, en función de lo que buscamos y podemos dar en cada fase y momento de nuestras vidas, la pareja adecuada... y no hablamos ya de ser buena persona en abstracto y en general, que todos podemos serlo si vienen bien dadas, sino de encontrar y ser para otros, según cada carácter y circunstancia, la pareja adecuada... porque si algo he comprobado con certeza en mi estancia en la Tierra ha sido eso, la importancia de las afinidades de los amantes, de las sincronicidades y las correspondencias, y de encontrar, en cada fase y momento de nuestras vidas, simplemente y llanamente la pareja adecuada... que puede ser, por supuesto, mala para otros y buena para ti, un tema espinoso y polémico sobre el que he dilucidado mucho a nivel personal, quién es bueno o malo para cada uno en concreto y por qué, y viceversa... de repente y sin saber cómo ni debido a qué uno pasa de ser bueno a malo y otro de ser malo a bueno y al revés, no siendo esa la intención de ninguno, y así se enredan y complican absurda e inútilmente la cosas... es decir y resumiendo: qué complejo todo tocante a los encuentros de los amantes, ángeles o demonios, demonios y ángeles, etcétera, etcétera...
Vicente Muñoz Álvarez
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