la mañana y la pista hoy, tras la lluvia, como un sortilegio, me pareció, onírica y decadente, simbolista y llena de presagios, cubierta de hojas amarillas y tapizada de pequeños caracoles sobre el asfalto, un corzo despistado corriendo hacia el río al verme pasar, las nubes bajas y evanescentes, el olor de la tierra mojada, los quiebros vertiginosos de los milanos... todo como un sueño esta mañana en la bici al despedir estos bosques, mi Walden secreto, pensé, volveré pronto, pronto volveré...
Vicente Muñoz Álvarez
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