y ahora sí que sí, pienso al límite de mis fuerzas y al fin, pura convalecencia, tocan los días de mar y de ensoñación, de limpieza y purificación, y atrás van a quedar, me repito (para no llevarlos encima como una condena), los de ruta y desolación, que han sido muchos y de muy diversa índole en los meses pasados... atrás la incertidumbre y la crisis y los hospitales y el calzado y los traumas y la baja autoestima, atrás... sólo amor y arena y playa, como terapia, las semanas que vienen... y los ojos más bellos del mundo en el corazón...
Vicente Muñoz Álvarez
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