voy terminando la ruta, visita a visita
y tienda tras tienda voy terminando la ruta, y todo como consumido y muerto y a la
vez renaciendo dentro de mí... cosas que mueren y otras que renacen y
qué extraño el camino... cosas que quedan atrás, cosas que llegan
y vienen y todo que viene y se va, todo en continuo tránsito,
la vida, la esperanza, el corazón, como las hojas que el viento se lleva, ese pequeño músculo que late contra viento y marea
dentro de ti... y los días de hogar y los gestos, la
miel, los pulmones, el aire, el cielo griste, sí, el corazón... todo muy amargo y dulce a la vez, uróboros,
la metáfora perfecta, todo que se devora y autodestruye y renace a la vez, no busques fuera, lo encontrarás todo dentro de ti... las setas,
los desengaños, las perlas, el fénix, lo sublime y lo trágico dentro de ti...
y los animales perdidos, el calor y el olor que emana de ellos, de
las hogueras, las brasas, de las cenizas y las chimeneas... los corzos heridos del bosque, sus pequeñas huellas sobre el
barro de este mundo podrido y los animales perdidos... los animales perdidos...
Vicente Muñoz Álvarez
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