recolecto estos días, antes de salir de casa a intentar vender zapatos, los últimos frutos del huerto, pimientos, calabazas y bizarros tomates que maduran apresuradamente bajo la llovizna otoñal y adquieren fantásticas formas, como pequeños homúnculos (o metáforas de la desintegración del régimen), mientras compruebo en la calle la gravedad de la crisis y la desconfianza de mis clientes, que intentan sobrevivir al naufragio reduciendo drásticamente las compras... examinan los muestrarios con lupa, se quejan del sistema y las ventas, me cuentan sus penas, me contagian sus miedos, rememoran los buenos tiempos, se excusan de retrasarse en los pagos, anulan pedidos y amenazan con cerrar... todo ello con el telón de fondo de manifestaciones, batallas campales, desastres bursátiles, despidos masivos y gritos de rebelión...
siempre adelante
me digo
me digo
ya volverá
la poesía
la poesía
ya llegará
la ensoñación
la ensoñación
v
BRAVO!
ResponderEliminar(dejar un comentario es toda una odisea)