No sé cómo se hace una antología. Probablemente necesitas partir de un adjetivo. Algún adjetivo calificativo. Así empieza, deduzco, el antólogo a soñar. O piensa, un suponer, en mujeres. El antólogo piensa un día en mujeres y apunta: mujeres. Entonces el antólogo ha encontrado el punto de partida y decide: antología de mujeres poetas. Luego conoce a las mujeres, o quién sabe si antes, y también se da cuenta de que son españolas. Luego conoce su obra, o quién sabe si antes, y decide que son alternativas. Así, en un lado del plano, sin ni siquiera un “a” al que enfrentarse, alternativa es un adjetivo, digamos, de amplio espectro, como un medicamento que igual te cura un callo que un constipado.
Todo esto me lo estoy preguntando para ver si me entero qué nos ha unido aquí, en este libro de poesía, a 23 mujeres que, por mor de los versos, nos hemos convertido en 23 Pandoras, de la mano del poeta y antólogo Vicente Muñoz Álvarez. Sé de las intenciones del antólogo pero voy a saltarme ese proceso para lanzarme a saco sobre el libro, sacándome los ojos de quien conoce demasiado, para mirar al fondo.
En efecto, mujeres somos y somos españolas y poetas, y seguro que alternativas a alguna que otra cosa. Sin embargo, entrar en esta caja supone mucho más que encontrarnos tapadas por un puñado de adjetivos. Son cosas que no se aprecian al principio, perspectivas a las que sólo una visión conjunta da sentido.
Yo conocía a algunas de las poetas, a otras no. Sabía que las pandoras éramos cada una de nuestro padre y de nuestra madre, con nuestras diferentes visiones del mundo y de la literatura, con las cosas que queremos contar y las distintas voces que usamos para hacerlo. Cuando estuvimos buscando título para el libro –Vicente ha sido en esto también generoso y abierto a las propuestas- a mí se me ocurrió el de Deslenguadas. Alguna de las poetas dijo no sentirse nada identificada con el título y, sin embargo ahora, leyendo 23 Pandoras, estoy convencida de que la primera acepción de este adjetivo -desvergonzada, o sea, falta de vergüenza-, de alguna forma encaja a la perfección con todos los poemas que se recogen en esta antología.
Y digo esto no porque se trate de un libro en el que observe afán provocador sino porque el sabor de boca que se te queda tras degustarlo es el de que las autoras escriben lo que les da la gana, escriben sin vergüenza, lo que realmente quieren contar. Hacen poesía con tantos y tan pocos adjetivos comunes como podáis imaginar.
He encontrado en los versos los lugares de dentro, los lugares de fuera, la gente que rodea, lo frágil y lo fuerte, los que nos toca, lo que nos ha ido convirtiendo en las que somos. Eso es lo que más me impresiona, lo que se enseña, todo lo que se da a conocer desde el poema, desde las útiles y precisas palabras de mis veintidós compañeras de páginas. Poemas y poéticas como magníficos retratos, expresiones de vida.
Eso es lo que vais a encontrar en 23 Pandoras, poesía alternativa española, cuya segunda edición ya ha salido a la calle, un libro para poneros morados y moradas de poesía. Poned los calificativos que creáis oportunos o simplemente dejaos impregnar.
23 Pandoras. Poesía alternativa española.
Poesía. 2009. Ilustrado. 300 páginas.
Poesía. 2009. Ilustrado. 300 páginas.
Selección y prólogo: Vicente Muñoz Álvarez.
Inma Luna, extraído de Agitadoras.com
salud y enhorabuena Vicente, he ido siguiendo todas las entradas, noticias y vídeos sobre la presentación del libro. Inmediatamente me haré con él, leo a alguna de sus componentes con asiduidad. Nosotros (Kabaret Insolente) tb hemos inaugurado, con mas pena que gloria, pero ahí estamos, lo comprenderás mejor si lo ves en mi blog.
ResponderEliminarun abrazo
peter