Otra de las películas que me impactaron de adolescente y que al fin he logrado ver de nuevo: La venganza de Red Ryder (When you comin´ back, Red Ryder?, 1979), de Milton Katselas. Y la verdad sea dicha, comprendo bien ahora el motivo, porque el film en cuestión se las trae, violento, polémico y angustioso, y mantiene con el corazón en un puño al espectador pese a los muchos años que han pasado desde su estreno.
Dos clásicos del cine de culto, salvando las distancias, me venían a la cabeza durante su visionado: Quiero la cabeza de Alfredo García, de Sam Peckinpah, y Easy Rider, de Dennis Hopper, con los que comparte su estética sórdida y polvorienta y el descarnado nihilismo que las caracteriza.
Marjoe Gortner, impresionante, borda su papel de psicópata enloquecido (ex combatiente, cómo no, de Vietnam), aterrorizando a los desprevenidos clientes de un bar de carretera junto a la frontera de México, aunque el resto del reparto de actores, Peter Firth sobre todo, tampoco se queda corto y confiere fuerza y credibilidad a la historia.
Y fantástica, asimismo, la dirección de Milton Katselas, que se toma primero su tiempo para retratar minuciosamente el perfil psicológico de cada personaje en varias secuencias paralelas, antes de hacerles pasar las de Caín en su encierro en el bar.
Una estupenda película olvidada, cruenta y sobrecogedora, que merece la pena desempolvar.
Vicente Muñoz Álvarez
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