viernes, 30 de septiembre de 2016

GAS: Reportaje en Tam-Tam Press.


Vicente Muñoz. Fotografía: José Pajares Iglesias

Vicente Muñoz se sumerge en el paso del tiempo
a todo “Gas”

Por Camino Sayago

El escritor, poeta y editor leonés Vicente Muñoz condensa en “Gas” su trayectoria poética y vital. Una antología personal que recorre, a modo de retrospectiva, su obra desde 1999 hasta 2016 y que acaba de editar “Lupercalia”. Incluye material ya publicado en otros libros y una buena selección de inéditos, en total 272 poemas. La presentación tendrá lugar el 22 de noviembre en El Gran Café.

Vicente Muñoz Álvarez (León, 1966) se propone, de nuevo y a todo “Gas”, ahondar en su vida a través de los poemas que le han acompañado a lo largo de 17 años. Poemas sobre el amor y el desamor, lo absurdo y lo contradictorio, lo efímero y lo pasajero, lo gaseoso y lo evanescente. Poemas sobre el paso del tiempo, recobrados de otros libros ya publicados y otros nuevos. De ello habla esta selección personal del autor, “de mi paso por la tierra y de las huellas que sobre ella he ido dejando”, explica. “De ahí el título del libro, Gas. Soy un escritor autobiográfico, por encima de cualquier otra etiqueta, y en este libro se puede ver, como en un gran álbum de fotos, mi evolución como individuo y poeta, los caminos que he recorrido, las personas que me han acompañado, los libros que he leído, los lugares que he visitado, los corazones que he amado y las experiencias, buenas y malas, que quedan atrás”.

El proyecto de editar esta antología poética surge del empeño de la editorial Lupercalia, y su apuesta por todos los libros que le ha sugerido publicar el escritor leonés, entre ellos El descrédito, Días de ruta y Regresiones. Y “Gas” no ha sido una excepción. “Por encima de cualquier otra consideración, es lo que más valoro de un editor: que confíe en mis proyectos a largo plazo, no sólo en un libro en concreto, y Ricardo Morena Mira hasta el momento lo ha hecho, cosa que le agradezco de corazón”.

Sin embargo reconoce que no sabe si es demasiado joven o lo suficientemente viejo para una antología. Recién cumplidos los 50 años y casi con dos décadas de actividad poética. “En más de una ocasión Lupercalia me lo había propuesto, pero hasta ahora no lo había querido abordar, quizás por falta de perspectiva o simplemente por estar embarcado en otros proyectos.”


En un primer momento se planteó encargar la selección de los poemas, pero finalmente decidió realizarla él mismo. “Decidí hacerla yo, que fuera una antología personal, porque tenía bastante claro qué poemas quería que estuvieran en este libro y cuáles no. Además, por primera vez me he sentido con la perspectiva y el criterio para enfrentarme a esta mirada retrospectiva y decidir cuáles, de entre todos los poemas que durante estas dos décadas he escrito, merecen a mi juicio la pena”.

Gas hurga en más de década y media de escritura, de 1999 a 2016, e incluye poemas de cinco libros ya publicados: Canciones de la gran deriva, Privado, Parnaso en llamas, Animales perdidos y Días de ruta. Y entre los 272 poemas que incluye Gas, se encuentran dos poemarios que aún no han visto la luz: Lobos de Mar y Libro de haikus. Son en total unos setenta poemas inéditos. “No quería que esta antología fuera sólo una mera recopilación de poemas ya publicados, sino ofrecer además algo nuevo, un adelanto de otros trabajos y libros”.

La puesta de largo de “GAS” en León será el día 22 de noviembre, en El Gran Café, acompañado por Los tres Norteamericanos. Y ya en diciembre o enero, en Madrid.

Reproducimos a continuación dos poemas de Vicente Muñoz recogidos en “Gas. Antología Poética Personal”.


LAS SALAMANDRAS

Miraba de cerca la fotografía
de las salamandras negras y amarillas
coleteando en aquel charco,
cuando de pronto el papel comenzó
a abultarse entre mis manos,
a hincharse, a cobrar vida,
y las salamandras se movieron
bajo el agua lentamente
y comenzaron a salirse de la foto
y a escurrirse con su tacto frío y gomoso
entre mis dedos,
una tras otra, una tras otra, una tras otra,
hasta que cesó al final el borboteo
y la foto se quedó totalmente vacía,
un remanso de aguas claras,
y las salamandras negras y amarillas
se perdieron con sus torpes pasos lentos
en la ominosa serenidad del cuarto oscuro.


LAPSO

este
momento

aquí
y ahora

ni cerca
ni lejos

ni atrás
ni adelante

ni ayer
ni mañana

no lo dejes
pasar



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