aunque también la cosa es no parar, moverse, no enrocarse, abrirse y no cerrarse, subir y bajar, sentir y no dejar pase lo que pase de estar, porque sólo así entra en los pulmones el oxígeno que necesitas para respirar... estés donde estés y como estés, soñando o vendiendo zapatos, escribiendo o en la carretera, afinidades frente a las desavenencias, gente que está ahí y de pronto te lo recuerda, estoy o sigo aquí, y continúan los buenos latidos, qué extraño todo, no sé si bueno o malo, pero sigo sin mirar atrás el camino, me lleve a donde me lleve, sigo sin más el camino...
Vicente Muñoz Álvarez
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