domingo, 13 de octubre de 2013

POR UN PUÑADO DE DÓLARES


con los bártulos ya listos para comenzar las noches fuera, mi destierro anual, la furgo llena de maletas, las maletas llenas de muestras, zapatos y más zapatos por aquí y por allá y esta saudade profunda dentro de mi corazón, la mente inquieta, el sueño alterado, el alma encogida, ese mapa mental de lo que tengo que recorrer y aguantar hasta que termine la ruta, esa bola indigerible que se me atraganta en el pecho, disfrazado de hombre cuerdo por un puñado de dólares, ay, qué momentos más lánguidos antes de partir, la visión de los hoteles y clientes y tiendas y trastiendas y carreteras solitarias y cielos lluviosos ahí, clavada en mi cabeza, cómo va pasando el tiempo, cómo erosiona y qué cicatrices deja dentro de mí... y el caso es que lo intento, aparcar la poesía, el amor, el hogar, la escritura, contemporizar conmigo mismo, quitarle fuego al asunto... pero las maletas pesan lo indecible, los caminos que tengo que recorrer son tan largos, los problemas continuos, el papeleo insufrible, la burocracia absurda, los duplicados tediosos, esa nostalgia inmensa que se apodera de mí cada vez que tengo que abandonar mi casa para enfrentarme a babilonia y hacer acopio de víveres cara a la siguiente estación...

vamos
a por ello

me digo

no queda
otra

ya vendrán
mejores tiempos


v

1 comentario:

  1. Hermoso texto por toda la verdad que contiene. ¡´Ánimo con los zapatos!

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