Las combinaciones del absurdo
se me antojan infinitas:
por qué veinte dedos
y dos ojos y dos manos
cuántos micro seres
habitan en un ser
qué moneda cuenta sólo
con dos caras
qué camino es siempre recto
cómo germina
en el cerebro la locura
cómo se mide el desencanto
se sigue soñando tras la muerte
etcétera.
Vicente Muñoz Álvarez,
de Privado (Baile del sol, 2005).
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