domingo, 26 de agosto de 2012

MOBY DICK


Otra de las películas de John Huston, junto a Vidas rebeldes y El hombre que pudo reinar (sin olvidar, por supuesto, El tesoro de Sierra Madre, La reina de África, La noche de la iguana o Bajo el volcán), por la que siento una fascinación especial y a la que recurrentemente acudo, en los días nostálgicos, como a una especie de bálsamo de ensoñación.

Todo en Moby Dick (1956), de principo a fin, es grandioso y apocalítico, magnético y arrebatador: el cielo azul intenso, el mar indómito, la camaradería de los tripulantes del Pequod, las tabernas entrañables del puerto, Gregory Peck encarnando a Ahab, Orson Welles predicando en la iglesia, las escenas de la caza de la ballena, lo efímero y lo pasajero, la venganza y la vanidad, el hombre enfrentado a las fuerzas de la naturaleza, la locura y el odio y, sobre todo, la impresionante ballena blanca, Moby Dick, némesis y perdición... 

Cada personaje, secuencia y detalle es crucial en esta odisea estremecedora de Huston, una vez más tocado por el talento y la gracia, que para mí es una de las mejores películas de aventuras de todos los tiempos.

Pese a simplificar y recortar aquí y allá la inmortal novela de Melville (por motivos obvios de espacio), el largometraje de Huston (con guion de Ray Bradbury) es un prodigio de saber hacer y estar y una película que mejora con el paso del tiempo como los vinos de las cepas más viejas, transportándonos a una realidad aparte (que diría Castaneda) y haciéndonos, durante su videado, olvidar nuestro entorno y presente.

Poco más podemos pedirle al cine.

v

Trailer in You Tube

2 comentarios:

  1. Qué buena, qué buena, qué buenísima peli y por supuesto una vez más al leer tu crítica me parece mentira haber visto la misma cinta, le sacas tooodo el jugo y completas la obra. Mi recomendación es ver peli leer tu reseña, jejeje.

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  2. lo mejor de la peli, sin duda, haberla videado contigo, Jul...

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