uno que es ignorante, en casi todo, y en muchas cosas más, se reconcilia con el mundo del libro y el desconocimiento, cuando se topa con joyas como ésta. vicente muñoz álvarez me saca de mi analfabetismo, prácticamente total, en este caso, del séptimo arte, con su último libro “cult movies” (eutelequia, 2011); y es que uno, cuando acierta a consumir cine, no atiende a más razones que a las que atañen a la conciencia y la evasión de la misma; claro, hasta que este recurso te lleva a perder el conocimiento espanchingao en el sofá; es decir, si es que llego a ver alguna película, lo haga por mero entretenimiento; de ahí, que me cueste horrores, emplear el tiempo en condiciones visionando algo que merezca mínimamente mi atención; por norma general, si he de atender a algo, en consecuencia, lo haga porque previamente me haya sido recomendado por alguien fiable. nada más y nada menos que cien títulos reseñados de películas chungas, muchas de ellas de serie b, de esas que, según unos, son obras de arte, o, según otros, putas mierdas, en cualquier caso, todas condenadas al ostracismo, sin embargo a mí me gusta más como dice su autor: películas para llevarse al infierno… como to cristo sabe, el infierno es ese lugar destinado al eterno castigo de los condenados, y no es ninguna tontería que cada uno sufra su destierro, tormento y condena, como buenamente pueda, yo, a veces, veo la tv, e incluso, de vez en cuando, alguno de los bodrios que emiten en la misma; así que, a partir de ahora, con este libro, estaré al tanto, y no erraré en mi elección. quisiera, porque no está de más, decir de su autor, vicente, my brother, y para el caso que nos ocupa, mi particular pedagogo, y como bien apunta él mismo, en el prólogo, que este libro nace a raíz de varios post que han ido apareciendo, en estos últimos años, en el blog hank over, donde ha mostrado su particular visión de ciertas películas, y que por un motivo u otro, le han causado alguna que otra inquietud; y uno, conociendo, en cierto modo, a vic, y, sobre todo, echando mano de su trayectoria, sabe que esa visión suya, su particular universo, que ya es marca de la casa, siempre estará al margen, suavizando la cosa un poco, de lo “políticamente correcto”. y hasta aquí puedo escribir, no sin antes recomendar que acudan, a ser posible en masa, a algunas de las presentaciones, o, en su defecto, compren ustedes esta pequeña maravilla. o, ambas cosas. o, ninguna de las dos, pero luego no se me quejen cuando se queden dormidos, en el sofá.
Gsús Bonilla
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