VICENTE MUÑOZ, ESCRITOR, AUTOR DE ‘CULT MOVIES: PELÍCULAS PARA LLEVARSE AL INFIERNO’
«Elegí las 100 películas que mejor remueven vísceras y conciencias»
e. gancedo | león 20/11/2011
Desde Freaks (Todd Browning, 1932) hasta Anticristo (Lars von Trier, 2009) se extiende toda una ristra de fotogramas oscuros y escalofriantes, cine que se atreve a descender a los sótanos del alma humana y que Vicente Muñoz ha compendiado en un libro tan singular como todas las producciones en las que se embarca este escritor leonés: Cult Movies. Películas para llevarse al infierno, que este viernes día 25 a las 20.00 horas presenta en la librería Artemis. Narrador, inquieto promotor de iniciativas culturales siempre arriesgadas, nunca conformistas, también habla en esta entrevista de un nuevo número del emblemático fanzine Vinalia Trippers.
—¿Cómo surgió la idea de reunir estas películas de culto en un libro? ¿Y cuál sería el denominador común de todas?
—Fue a raíz de que la editorial Caballo de Troya/Mondadori aceptara en 2007 publicar la antología Resaca/Hankover: Un homenaje a Charles Bukowski, que había coordinado con Patxi Irurzun. Abrimos un blog para promocionar el libro, que se editó en el 2008, y en él comencé a escribir reseñas de las películas que más me habían impactado en una sección personal titulada Cult Movies, que aún mantengo a día de hoy. Muchos lectores desde entonces me han animado a compilar estas reseñas en un libro, y aquí está, tres años después, el resultado. Una ‘guía de películas para llevarse al infierno’, cuyo denominador común podría ser lo raro, lo crítico, lo perverso, lo incómodo, lo magnético, lo provocador...
—¿Recuerda cuál fue la primera de ellas que vio? ¿Qué cree que transmiten estas películas que no lo hagan otras, digamos, más convencionales?
—Imposible recordar cuál fue la primera... La mayoría las he visto varias veces a lo largo de mi vida. Otras son más recientes, pero todas ellas, sin excepción (por eso están en esta guía), me han impactado y se me han quedado grabadas en la memoria a fuego. No es cine convencional, sino cine que remueve las vísceras y las conciencias... Ese ha sido el criterio de fondo que he utilizado para la selección.
—¿Cómo se complementa el texto con las ilustraciones?
—De las cien películas reseñadas, 32 han sido ilustradas por Julia D. Velázquez. Sus pictogramas, a caballo entre la fotografía, el diseño gráfico y la ilustración, figuran al final del libro, y las reseñas reenvían a ellos al lector en una especie de juego interactivo, casi cinematográfico, que enriquece visual y estéticamente los textos. Además, se adjunta un deuvedé con la película original de Juanjo Ramírez Gritos en el pasillo, a mi juicio uno de los mejores títulos de animación del cine español de los últimos tiempos. Está rodada íntegramente —atención— con cacahuetes, y es una verdadera delicatessen para los cinco sentidos, timburtoniana, gótica e inolvidable. Ha sido una gran suerte y un privilegio poder incluirla en el libro. Después de muchos trámites logramos que la distribuidora nos cediera los derechos, es la guinda añadida al pastel.
—¿Cree que vivimos una época dorada para el redescubrimiento de este tipo de cine o, en cambio, caemos sin remedio en una cultura global y homogénea?
—Bueno, en principio he de decir que el libro va dirigido, en esencia, a todos los amantes de la contracultura y el cine independiente y de autor. Aunque, por extensión, también a cualquier cinéfilo y alma inquieta que busque algo alternativo al canon y al discurso oficial de los mass media. Efectivamente, Internet ha democratizado la cultura, permitiéndonos acceder a todo tipo de manifestaciones y lenguajes estéticos, por alternativos o minoritarios que sean. Hasta hace unos años, la mayoría de las películas que reseño en este libro eran prácticamente imposibles de localizar. Hoy, en cambio, es fácil, si uno está informado, acceder a ellas en la Red. Y lo mismo es aplicable a la literatura y demás artes, existen infinidad de autores y pequeñas editoriales y espacios que hacen posible publicar a los escritores inéditos, jóvenes y menos jóvenes, aportando al panorama creativo independencia y pluralidad.
—¿Qué nos trae esta vez el nuevo ‘Vinalia’?
—Trippers from the Crypt, el número 11 de Vinalia Trippers, es un homenaje a la revista norteamericana Tales from the Crypt, especializada en cómics y narraciones de horror. Era una deuda pendiente que teníamos con la literatura pulp y con nuestras primeras pesadillas de celuloide y papel. Y le hemos rendido este tributo, en el que colaboran cerca de 80 autores, entre narradores, poetas e ilustradores. Hay colaboradores de la primera etapa, Miguel Ángel Martín, Toño Benavides o Mik Baro, como ilustradores; o Patxi Irurzun, David González y Norberto Luis Romero, como narradores, y muchos otros que se han ido sumando a la tripulación con el paso del tiempo, unos más y otros menos conocidos, pero todos igualmente interesantes.
—¿Y los ‘Poemash/ Masters of Horror’ adjuntos?
—En esta ocasión, a tono con la temática de la revista, hemos dedicado el suplemento al género de horror, encargando a nuestros poetas un texto en la línea. El resultado ha sido un poemario de lo más inquietante, y mimado, sí, hasta en el más mínimo detalle, que es (pretendemos) una de nuestras señas de identidad. Hacemos esto por pasión pura y dura y amor al arte (subterráneo, eso sí), y nos dejamos por la causa toda la carne en el asador.
—¿Qué papel cree que cumplen (o pretenden cumplir) los ‘Vinalia’ dentro del mundo del fanzine en España?
—Creo que fuimos y seguimos siendo uno de los fanzines literarios punteros de nuestro país, sólo hay que indagar en google para recabar información al respecto. No lo decimos nosotros, lo dicen lectores y críticos, y esa esa es una de las causas por las que seguimos vivos y en plena forma después de quince años editando la revista.
Desde Freaks (Todd Browning, 1932) hasta Anticristo (Lars von Trier, 2009) se extiende toda una ristra de fotogramas oscuros y escalofriantes, cine que se atreve a descender a los sótanos del alma humana y que Vicente Muñoz ha compendiado en un libro tan singular como todas las producciones en las que se embarca este escritor leonés: Cult Movies. Películas para llevarse al infierno, que este viernes día 25 a las 20.00 horas presenta en la librería Artemis. Narrador, inquieto promotor de iniciativas culturales siempre arriesgadas, nunca conformistas, también habla en esta entrevista de un nuevo número del emblemático fanzine Vinalia Trippers.
—¿Cómo surgió la idea de reunir estas películas de culto en un libro? ¿Y cuál sería el denominador común de todas?
—Fue a raíz de que la editorial Caballo de Troya/Mondadori aceptara en 2007 publicar la antología Resaca/Hankover: Un homenaje a Charles Bukowski, que había coordinado con Patxi Irurzun. Abrimos un blog para promocionar el libro, que se editó en el 2008, y en él comencé a escribir reseñas de las películas que más me habían impactado en una sección personal titulada Cult Movies, que aún mantengo a día de hoy. Muchos lectores desde entonces me han animado a compilar estas reseñas en un libro, y aquí está, tres años después, el resultado. Una ‘guía de películas para llevarse al infierno’, cuyo denominador común podría ser lo raro, lo crítico, lo perverso, lo incómodo, lo magnético, lo provocador...
—¿Recuerda cuál fue la primera de ellas que vio? ¿Qué cree que transmiten estas películas que no lo hagan otras, digamos, más convencionales?
—Imposible recordar cuál fue la primera... La mayoría las he visto varias veces a lo largo de mi vida. Otras son más recientes, pero todas ellas, sin excepción (por eso están en esta guía), me han impactado y se me han quedado grabadas en la memoria a fuego. No es cine convencional, sino cine que remueve las vísceras y las conciencias... Ese ha sido el criterio de fondo que he utilizado para la selección.
—¿Cómo se complementa el texto con las ilustraciones?
—De las cien películas reseñadas, 32 han sido ilustradas por Julia D. Velázquez. Sus pictogramas, a caballo entre la fotografía, el diseño gráfico y la ilustración, figuran al final del libro, y las reseñas reenvían a ellos al lector en una especie de juego interactivo, casi cinematográfico, que enriquece visual y estéticamente los textos. Además, se adjunta un deuvedé con la película original de Juanjo Ramírez Gritos en el pasillo, a mi juicio uno de los mejores títulos de animación del cine español de los últimos tiempos. Está rodada íntegramente —atención— con cacahuetes, y es una verdadera delicatessen para los cinco sentidos, timburtoniana, gótica e inolvidable. Ha sido una gran suerte y un privilegio poder incluirla en el libro. Después de muchos trámites logramos que la distribuidora nos cediera los derechos, es la guinda añadida al pastel.
—¿Cree que vivimos una época dorada para el redescubrimiento de este tipo de cine o, en cambio, caemos sin remedio en una cultura global y homogénea?
—Bueno, en principio he de decir que el libro va dirigido, en esencia, a todos los amantes de la contracultura y el cine independiente y de autor. Aunque, por extensión, también a cualquier cinéfilo y alma inquieta que busque algo alternativo al canon y al discurso oficial de los mass media. Efectivamente, Internet ha democratizado la cultura, permitiéndonos acceder a todo tipo de manifestaciones y lenguajes estéticos, por alternativos o minoritarios que sean. Hasta hace unos años, la mayoría de las películas que reseño en este libro eran prácticamente imposibles de localizar. Hoy, en cambio, es fácil, si uno está informado, acceder a ellas en la Red. Y lo mismo es aplicable a la literatura y demás artes, existen infinidad de autores y pequeñas editoriales y espacios que hacen posible publicar a los escritores inéditos, jóvenes y menos jóvenes, aportando al panorama creativo independencia y pluralidad.
—¿Qué nos trae esta vez el nuevo ‘Vinalia’?
—Trippers from the Crypt, el número 11 de Vinalia Trippers, es un homenaje a la revista norteamericana Tales from the Crypt, especializada en cómics y narraciones de horror. Era una deuda pendiente que teníamos con la literatura pulp y con nuestras primeras pesadillas de celuloide y papel. Y le hemos rendido este tributo, en el que colaboran cerca de 80 autores, entre narradores, poetas e ilustradores. Hay colaboradores de la primera etapa, Miguel Ángel Martín, Toño Benavides o Mik Baro, como ilustradores; o Patxi Irurzun, David González y Norberto Luis Romero, como narradores, y muchos otros que se han ido sumando a la tripulación con el paso del tiempo, unos más y otros menos conocidos, pero todos igualmente interesantes.
—¿Y los ‘Poemash/ Masters of Horror’ adjuntos?
—En esta ocasión, a tono con la temática de la revista, hemos dedicado el suplemento al género de horror, encargando a nuestros poetas un texto en la línea. El resultado ha sido un poemario de lo más inquietante, y mimado, sí, hasta en el más mínimo detalle, que es (pretendemos) una de nuestras señas de identidad. Hacemos esto por pasión pura y dura y amor al arte (subterráneo, eso sí), y nos dejamos por la causa toda la carne en el asador.
—¿Qué papel cree que cumplen (o pretenden cumplir) los ‘Vinalia’ dentro del mundo del fanzine en España?
—Creo que fuimos y seguimos siendo uno de los fanzines literarios punteros de nuestro país, sólo hay que indagar en google para recabar información al respecto. No lo decimos nosotros, lo dicen lectores y críticos, y esa esa es una de las causas por las que seguimos vivos y en plena forma después de quince años editando la revista.
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