Ante la amenaza inminente de cierre del C.C.A.N. (Club Cultural de Amigos de la Naturaleza) por parte del nuevo equipo de gobierno de nuestro Ayuntamiento (adivinad de qué filiación), el periódico digital ileon.com ha entrevistado a varias personalidades de la escena cultural leonesa afines al Club, para dejar patente la importancia de este espacio a lo largo de cuatro décadas y su rechazo unánime al cierre.
Estas fueron nuestras respuestas.
Y nuestro apoyo incondicional a la causa.
Por Santi Fernández / Cristina García | 05/11/2011
Distintas personalidades del mundo de la cultura leonesa hablan con ileon para darnos sus impresiones.
Anibal Sánchez (Cantante y componente de el grupo The Bright)
"El CCAN, para nosotros los músicos, y para la gente con tendencias creativas y artísticas en la ciudad, era como un pequeño oasis de libertad en el que siempre te encontrabas a gusto. Tengo muy buenos recuerdos de la buhardilla, desde el concierto que dimos los Backliners en 2007 (lo debimos hacer bastante bien, porque aquella noche les denunciaron por el exceso de decibelios), algunos recitales memorables a los que tuve la suerte de asistir, desde bluegrass hasta jazz improvisado, o las jam sessions en las que nos atrevíamos con cosas que probablemente nunca hubiésemos tocado o cantado en otro escenario, era como si te cambiase el chip en cuanto subías aquellas míticas escaleras. Sin duda supone una gran pérdida para León y un lugar que no debemos dejar que caiga en el olvido. Muchas veces antes habían amenazado con cerrarlo y por fin parece que lo van a conseguir, pero al menos mis recuerdos no podrá cerrarlos nadie."
Alberto R. Torices (escritor)
"Bueno, tampoco es que yo sea parroquiano habitual del CCAN, pero es verdad que ahí he vivido grandes acontecimientos que constituyen hitos en mi pequeña biografía, por ejemplo una lectura de poemas que hizo Gamoneda cuando publicó 'Sólo luz'; o la presentación del imprescindible e irrepetible 'Imbécil y desnudo', de Rubén Lardín; o el homenaje a Luis Miguel Rabanal que organizaron conjuntamente Leteo y Vinalia Trippers, entre otros muchos felices momentos que deberían figurar en los libros de Historia Universal. Gamoneda, Lardín, Rabanal: tres hombres ingobernables. Pues eso. Personalmente, creo que el CCAN es un lugar, o mejor, un no-lugar, donde es posible escapar al régimen de estabulación e idiotamiento masivo que padecemos. Y fumar. Quizá lo mejor fuese radicarlo directamente en la Luna, que es donde vivo yo, o en esa luna de Saturno que se llama Titán, que es donde quiero vivir de mayor."
Juanjo y Yolanda (cocineros del restaurante Cocinandos)
"El CCAN siempre ha servido para ir a tomarme unas cervecitas y a escuchar buena música. Es un un local emblemático en León que no debe cerrar."
Juan Marigorta (músico)
"Desde que era adolescente, allá por los 90, he podido ir allí a escuchar conciertos de todo tipo, a recitales de poesía, a performances, a charlas micológicas, a proyecciones audiovisuales y un montón más de eventos.
Personalmente recuerdo con especial cariño por ejemplo la presentación que hicimos allí del videclip de Holy Sheep, los conciertos y las jam sessions en los que he tocado y un montón de conciertos que he disfrutado al máximo como público. El ambiente que se creaba allí siempre era mágico.
Sin duda es una pérdida que no nos podemos permitir. Forma parte de la historia de la ciudad y sigue siendo un pilar y un referente en la vida cultural de León. Quizás para algunos se trate de una cultura minoritaria y marginal pero, precisamente, para mí, ahí radica la importancia de su existencia: da cobijo y favorece la divulgación de la cultura que más lo necesita"
Julio César Álvarez (psicólogo y escritor)
"El CCAN ha sido, por tradición, uno de los lugares más inquietos (culturalmente hablando) de la ciudad de León. Siempre ha sido fácil encontrarse con la presentación de libros, unas conferencias sobre medio ambiente o un grupo de rock n´roll pidiendo más al mundo; incluso el simple placer de una buena conversación, aparece con más facilidad entre sus paredes que en cualquier otro lugar. Un espacio libre para la expresión, eso es el CCAN".
Rafael Saravia (poeta)
"El CCAN no es una metáfora, es el lugar donde lo imaginable se vuelca en favor de lo real. Lo real es concebir lecturas alrededor de un pájaro prehistórico, es sembrar arte con sabor a coliflor púrpura, es cumplir verde y respirar lo fraterno. Lo real es convivir en favor de las nubes y aceptar una alternativa al uniforme que nos empequeñece. El CCAN es real, no un símbolo. Su realidad constata lo alegre y responsable. No existe un lugar que haya crecido en favor de lo digno con tanta efervescencia. El CCAN es la herencia que algunos queremos cultivar para el que viene con pensamiento firme y revolucionario. El CCAN es una casa que no puede asumir su embargo, es el lugar y la cultura. Es, el CCAN, imprescindible."
Sara de Lera (docente y público habitual del CCAN)
"La primera vez que abrí aquel portón y llegué al pie de la escalera sentí que allí sucedía algo diferente, que yo sería alguien diferente después de haber llegado a la buhardilla. Ahora es cuando aquellos eruditos hablan del humo, las flautas y los perros, y yo les digo que Alicia no se fumó un canuto para descubrir la maravilla, pero se atrevió a mirar a través del espejo. El CCAN, como lo conoce la mayoría, "El rincón de los buenos momentos", como lo hacemos unos pocos, no es otro bar ecléctico con dibujitos de colores en la entrada. En esos bancos, una servidora aprendió lo que era una mutación genética, escuchó por primera vez un grupo de punk o descubrió el imponente sonido de una guitarra española en directo; también recuperó una amistad, recordando entre risas la luz roja que se enciende sobre la puerta del baño. Pero no sólo reivindico este lugar por lo que, como yo, otros muchos han vivido en esos ratos de charla y diversión, sino por lo que supone su pérdida para quienes han participado en los proyectos que se han llevado a cabo, en su crecimiento, los que pusieron las lucecitas de navidad en las paredes, los que pintaron la escalera, abriendo la espiral. Y por los que vienen, claramente, que no van a tener ni idea de lo que se perdieron."
Toño Morala (escritor)
"El CCAN no se debe de cerrar...al revés; un buen Ayuntamiento debería de apoyar a una asociación donde han nacido culturalmente un montón de generaciones y con nombres ilustres de la literatura y el arte en general de aquí de León; así como no hay que olvidar el gran trabajo de varios colectivos ciudadanos que han trabajado muy duro en épocas del franquismo y posteriormente siempre con respeto, pluralidad y libertad. También comentar el legado inmenso del CCAN en libros y la lucha por el medio ambiente.Felicitar a sus responsables por la buena gestión y por la buenisima programación, adelante y dialogo para evitar el cierre."
Vicente Muñoz Álvarez (escritor y editor)
"Tendría unos catorce años cuando pisé por primera vez el C.C.A.N., una buhardilla libertaria ubicada en el casco viejo, absolutamente alternativa a lo que entonces se estaba cociendo en el resto de la ciudad. Músicos, poetas, pintores, actores, fotógrafos, ilustradores... Una fascinante mezcla de tribus que hacía cosas interesantes, o cuando menos las sentía como propias. Durante los treinta años que han pasado desde entonces, el C.C.A.N. ha sido mi segunda casa y un sello inconfundible de identidad, el lugar donde acudir en las noches frías, donde refugiarme de las tormentas y encontrar siempre un amigo, donde escribir y leer mis poemas, donde dialogar, escuchar y ver: cientos de conciertos y presentaciones de libros, proyecciones de películas, exposiciones, conferencias y fiestas... Un interminable recorrido por la escena cultural leonesa de las últimas décadas, que ha salvado a muchos náufragos de la deriva. Vinalia Trippers se gestó entre las paredes oblicuas de este legendario club, y allí creció número a número, alimentada por toda su tripulación.
Que no nos lo quiten."
Viti Jarp (representante del Colectivo Dead End León)
"El fin del CCAN sería una de las peores noticias que podrían suceder en esta ciudad. El CCAN ha sido un refugio imprescindible para todo tipo de iniciativas y colectivos durante toda su historia. Un antídoto ante la falta endémica de espacios libres de la que adolece León.
Únicamente a nivel musical ha sido el escenario donde hemos visto a cientos de bandas, algunas de culto como "Muletrain" "NCC" u "Obligaciones" o donde han debutado otros tantos grupos locales.. Un punto de encuentro. Que León sea un referente hoy en día a la hora de hacer giras por el norte de España es gracias en parte al CCAN.
Creo que aún le queda mucho por aportar, allí vi mi primeros conciertos, allí mucha gente abrió por primera vez su mente y sus oídos a determinadas ideas y sonidos. Y ello debe continuar, en Puerta Castillo o donde sea. Cerrar el CCAN es un crimen contra León y contra la cultura."
Pilar Ugidos (comentarista en ileon.com)
"Final de los 70. Ni siquiera eramos conscientes de lo que representaba el CCAN. Para nosotros con 18 añitos era natural luchar, arriesgarnos, innovar, protestar, amarnos...Y atisbar la libertad desde una buhardilla sin ventanas . Luego, como muchos más leoneses emigré. La vida en Barcelona me ha dado mucho, amo esta ciudad. Hace poco, una noche que paseaba con mi hija (16 añitos)por León, le propuse llevarla a un lugar donde yo iba, ni siquiera sabía qué me encontraría... Ya desde la entrada le encantó el lugar, le recordaba a Berlín! Lo mejor fue lo que disfrutó con el concierto de reggae. Siempre que volvemos a León quiere ir al CCAN. Después de tantos años la libertad, la pasión, el arte, la vida sigue esperándonos al final de aquella vieja escalera".
Estas fueron nuestras respuestas.
Y nuestro apoyo incondicional a la causa.
Por Santi Fernández / Cristina García | 05/11/2011
Distintas personalidades del mundo de la cultura leonesa hablan con ileon para darnos sus impresiones.
Anibal Sánchez (Cantante y componente de el grupo The Bright)
"El CCAN, para nosotros los músicos, y para la gente con tendencias creativas y artísticas en la ciudad, era como un pequeño oasis de libertad en el que siempre te encontrabas a gusto. Tengo muy buenos recuerdos de la buhardilla, desde el concierto que dimos los Backliners en 2007 (lo debimos hacer bastante bien, porque aquella noche les denunciaron por el exceso de decibelios), algunos recitales memorables a los que tuve la suerte de asistir, desde bluegrass hasta jazz improvisado, o las jam sessions en las que nos atrevíamos con cosas que probablemente nunca hubiésemos tocado o cantado en otro escenario, era como si te cambiase el chip en cuanto subías aquellas míticas escaleras. Sin duda supone una gran pérdida para León y un lugar que no debemos dejar que caiga en el olvido. Muchas veces antes habían amenazado con cerrarlo y por fin parece que lo van a conseguir, pero al menos mis recuerdos no podrá cerrarlos nadie."
Alberto R. Torices (escritor)
"Bueno, tampoco es que yo sea parroquiano habitual del CCAN, pero es verdad que ahí he vivido grandes acontecimientos que constituyen hitos en mi pequeña biografía, por ejemplo una lectura de poemas que hizo Gamoneda cuando publicó 'Sólo luz'; o la presentación del imprescindible e irrepetible 'Imbécil y desnudo', de Rubén Lardín; o el homenaje a Luis Miguel Rabanal que organizaron conjuntamente Leteo y Vinalia Trippers, entre otros muchos felices momentos que deberían figurar en los libros de Historia Universal. Gamoneda, Lardín, Rabanal: tres hombres ingobernables. Pues eso. Personalmente, creo que el CCAN es un lugar, o mejor, un no-lugar, donde es posible escapar al régimen de estabulación e idiotamiento masivo que padecemos. Y fumar. Quizá lo mejor fuese radicarlo directamente en la Luna, que es donde vivo yo, o en esa luna de Saturno que se llama Titán, que es donde quiero vivir de mayor."
Juanjo y Yolanda (cocineros del restaurante Cocinandos)
"El CCAN siempre ha servido para ir a tomarme unas cervecitas y a escuchar buena música. Es un un local emblemático en León que no debe cerrar."
Juan Marigorta (músico)
"Desde que era adolescente, allá por los 90, he podido ir allí a escuchar conciertos de todo tipo, a recitales de poesía, a performances, a charlas micológicas, a proyecciones audiovisuales y un montón más de eventos.
Personalmente recuerdo con especial cariño por ejemplo la presentación que hicimos allí del videclip de Holy Sheep, los conciertos y las jam sessions en los que he tocado y un montón de conciertos que he disfrutado al máximo como público. El ambiente que se creaba allí siempre era mágico.
Sin duda es una pérdida que no nos podemos permitir. Forma parte de la historia de la ciudad y sigue siendo un pilar y un referente en la vida cultural de León. Quizás para algunos se trate de una cultura minoritaria y marginal pero, precisamente, para mí, ahí radica la importancia de su existencia: da cobijo y favorece la divulgación de la cultura que más lo necesita"
Julio César Álvarez (psicólogo y escritor)
"El CCAN ha sido, por tradición, uno de los lugares más inquietos (culturalmente hablando) de la ciudad de León. Siempre ha sido fácil encontrarse con la presentación de libros, unas conferencias sobre medio ambiente o un grupo de rock n´roll pidiendo más al mundo; incluso el simple placer de una buena conversación, aparece con más facilidad entre sus paredes que en cualquier otro lugar. Un espacio libre para la expresión, eso es el CCAN".
Rafael Saravia (poeta)
"El CCAN no es una metáfora, es el lugar donde lo imaginable se vuelca en favor de lo real. Lo real es concebir lecturas alrededor de un pájaro prehistórico, es sembrar arte con sabor a coliflor púrpura, es cumplir verde y respirar lo fraterno. Lo real es convivir en favor de las nubes y aceptar una alternativa al uniforme que nos empequeñece. El CCAN es real, no un símbolo. Su realidad constata lo alegre y responsable. No existe un lugar que haya crecido en favor de lo digno con tanta efervescencia. El CCAN es la herencia que algunos queremos cultivar para el que viene con pensamiento firme y revolucionario. El CCAN es una casa que no puede asumir su embargo, es el lugar y la cultura. Es, el CCAN, imprescindible."
Sara de Lera (docente y público habitual del CCAN)
"La primera vez que abrí aquel portón y llegué al pie de la escalera sentí que allí sucedía algo diferente, que yo sería alguien diferente después de haber llegado a la buhardilla. Ahora es cuando aquellos eruditos hablan del humo, las flautas y los perros, y yo les digo que Alicia no se fumó un canuto para descubrir la maravilla, pero se atrevió a mirar a través del espejo. El CCAN, como lo conoce la mayoría, "El rincón de los buenos momentos", como lo hacemos unos pocos, no es otro bar ecléctico con dibujitos de colores en la entrada. En esos bancos, una servidora aprendió lo que era una mutación genética, escuchó por primera vez un grupo de punk o descubrió el imponente sonido de una guitarra española en directo; también recuperó una amistad, recordando entre risas la luz roja que se enciende sobre la puerta del baño. Pero no sólo reivindico este lugar por lo que, como yo, otros muchos han vivido en esos ratos de charla y diversión, sino por lo que supone su pérdida para quienes han participado en los proyectos que se han llevado a cabo, en su crecimiento, los que pusieron las lucecitas de navidad en las paredes, los que pintaron la escalera, abriendo la espiral. Y por los que vienen, claramente, que no van a tener ni idea de lo que se perdieron."
Toño Morala (escritor)
"El CCAN no se debe de cerrar...al revés; un buen Ayuntamiento debería de apoyar a una asociación donde han nacido culturalmente un montón de generaciones y con nombres ilustres de la literatura y el arte en general de aquí de León; así como no hay que olvidar el gran trabajo de varios colectivos ciudadanos que han trabajado muy duro en épocas del franquismo y posteriormente siempre con respeto, pluralidad y libertad. También comentar el legado inmenso del CCAN en libros y la lucha por el medio ambiente.Felicitar a sus responsables por la buena gestión y por la buenisima programación, adelante y dialogo para evitar el cierre."
Vicente Muñoz Álvarez (escritor y editor)
"Tendría unos catorce años cuando pisé por primera vez el C.C.A.N., una buhardilla libertaria ubicada en el casco viejo, absolutamente alternativa a lo que entonces se estaba cociendo en el resto de la ciudad. Músicos, poetas, pintores, actores, fotógrafos, ilustradores... Una fascinante mezcla de tribus que hacía cosas interesantes, o cuando menos las sentía como propias. Durante los treinta años que han pasado desde entonces, el C.C.A.N. ha sido mi segunda casa y un sello inconfundible de identidad, el lugar donde acudir en las noches frías, donde refugiarme de las tormentas y encontrar siempre un amigo, donde escribir y leer mis poemas, donde dialogar, escuchar y ver: cientos de conciertos y presentaciones de libros, proyecciones de películas, exposiciones, conferencias y fiestas... Un interminable recorrido por la escena cultural leonesa de las últimas décadas, que ha salvado a muchos náufragos de la deriva. Vinalia Trippers se gestó entre las paredes oblicuas de este legendario club, y allí creció número a número, alimentada por toda su tripulación.
Que no nos lo quiten."
Viti Jarp (representante del Colectivo Dead End León)
"El fin del CCAN sería una de las peores noticias que podrían suceder en esta ciudad. El CCAN ha sido un refugio imprescindible para todo tipo de iniciativas y colectivos durante toda su historia. Un antídoto ante la falta endémica de espacios libres de la que adolece León.
Únicamente a nivel musical ha sido el escenario donde hemos visto a cientos de bandas, algunas de culto como "Muletrain" "NCC" u "Obligaciones" o donde han debutado otros tantos grupos locales.. Un punto de encuentro. Que León sea un referente hoy en día a la hora de hacer giras por el norte de España es gracias en parte al CCAN.
Creo que aún le queda mucho por aportar, allí vi mi primeros conciertos, allí mucha gente abrió por primera vez su mente y sus oídos a determinadas ideas y sonidos. Y ello debe continuar, en Puerta Castillo o donde sea. Cerrar el CCAN es un crimen contra León y contra la cultura."
Pilar Ugidos (comentarista en ileon.com)
"Final de los 70. Ni siquiera eramos conscientes de lo que representaba el CCAN. Para nosotros con 18 añitos era natural luchar, arriesgarnos, innovar, protestar, amarnos...Y atisbar la libertad desde una buhardilla sin ventanas . Luego, como muchos más leoneses emigré. La vida en Barcelona me ha dado mucho, amo esta ciudad. Hace poco, una noche que paseaba con mi hija (16 añitos)por León, le propuse llevarla a un lugar donde yo iba, ni siquiera sabía qué me encontraría... Ya desde la entrada le encantó el lugar, le recordaba a Berlín! Lo mejor fue lo que disfrutó con el concierto de reggae. Siempre que volvemos a León quiere ir al CCAN. Después de tantos años la libertad, la pasión, el arte, la vida sigue esperándonos al final de aquella vieja escalera".
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