- Hubo un tiempo - dijo - en que pensabas de otra manera, no tenías esas ideas anarquistas e incendiarias sobre la sociedad... Y a ese momento hay que llegar... Así que dime: ¿ Cuándo empezó todo ?
La situación comenzaba a ser embarazosa. Mi hada madrina psicoanalizándome, manipulando mi conciencia para transformarme en un cordero, justo lo que había procurado evitar siempre... Me estaba viendo ya frente a la tele, con una mujer formal y un montón de hijos llorones, bebiendo Mirinda y acariciando al perro e integrándome en la oficina... Los fines de semana iríamos al cine o al jardín y terminaríamos cenando en un Mac Donald's... Y los domingos por la tarde, después de un paseo y una comida interminable con los suegros, jugaría al tute con tres amigos panzudos hablando de los viejos tiempos, contándonos las batallitas de la universidad y absurdos chistes verdes...
- No sé cuándo empezó todo - contesté -, supongo que el día en que descubrí la falsedad de este sistema... Pero no sé decir cuándo...
- Pues tendrás que hacer memoria, V, VOY A HACER DE TI UN HOMBRE CUERDO y para ello necesito borrar ciertas imágenes de tu cabeza. Veamos... háblame de cuando eras niño: lo que hacías, a qué jugabas, lo que leías, con quién ibas...
- Bueno - dije -, la verdad es que no recuerdo demasiado aquel período... no tenía muchos amigos... odiaba el fútbol... me gustaban los perros, Spiderman, montar maquetas de aviones y tanques...
- Está bien, cierra los ojos... VOY A REPROGRAMARTE... Hay que cortar de raíz esos traumas dañinos y eliminar el mal de cuajo. Así que relájate y cierra los ojos...
Cerré los ojos y el hada me tocó tres veces con la varita en la frente. Sentí como una succión en el cerebro, una especie de torbellino, y un montón de imágenes superponiéndose como las piezas de un gran puzzle en mi cabeza. Imágenes de fútbol, básicamente, y de algunos otros juegos... carreras, Monopoli, baloncesto...
- Ya puedes abrirlos - dijo -. Y ahora dime: ¿ Quién ganó la liga de fútbol en la temporada 73-74 ?
- El Barcelona - dije sin pensarlo.
- ¿ Quién fue portero de la selección en el 82 ?
- Arconada...
Era increíble. El hada me había filtrado en la cabeza todos aquellos datos en un abrir y cerrar de ojos. Y lo que es peor: sentía que verdaderamente me interesaba el fútbol... Aquello se ponía cada vez más tenso.
- Vamos a seguir ahora con tus lecturas, V. ¿ Qué leías en aquella época ? Entre los trece y los veinte, por ejemplo.
- El Capitán Trueno, Los tres investigadores, Agatha Christie... - me apresuré a decir.
- ¡ MIENTES ! - gritó el hada. Y me volvió a paralizar con la varita -. Detecto a leguas tus mentiras, V, así que no vuelvas a intentarlo.
Me devolvío de nuevo el moviento.
- Repito la pregunta : ¿ Qué leías por aquella época ? ES BÁSICO PARA REINTEGRARTE.
- Lovecraft, El Víbora, Kerouac, Sade, Chinaski, Miller...
- Hummm, lo suponía... ¿ Y revistas porno ?
- Sí, también... de vez en cuando, quiero decir... Private, Macho, Lib...
- ¡ Lo sabía ! - dijo el hada -. Lecturas no aptas para adolescentes, desde luego... ¡ CIERRA AHORA MISMO LOS OJOS !
Los volví a cerrar y el hada repitió la operación. Tres golpes en la frente, la succión, el torbellino, la reconstrucción de imágenes...
- Bien, V, ya puedes abrirlos. A ver si aciertas ahora de quién es Miguel Strogoff...
- Julio Verne - respondí instintivamente.
- ¿ Y La Pequeña Dorrit ?
- Charles Dickens - contesté.
- ¿ Ivanhoe ?
- Walter Scott.
- Muy bien, estupendo - dijo -, todo va sobre ruedas: PRONTO SERÁS UN HOMBRE CUERDO.
Me la estaba liando buena, el hada. Me estaba conviertiendo en un perfecto idiota. Siempre había odiado a Dickens y ahora podía recitar de memoria La Pequeña Dorrit. Aquello, sin lugar a dudas, comenzaba a resultarme un suplicio.
- Verás - le dije -, estoy algo cansado, algo confuso... Me vendría bien un trago...
- ¡ JAMÁS ! - gritó ella -. No vas a volver a beber nunca, V, mentálizate de ello. Cuando salga de esta casa TU SERÁS UN HOMBRE CUERDO, un ser de provecho, y no el despojo que encontré al llegar... Y ahora, háblame de los veinte años, aquel grupo de rock donde tocabas...
- Bueno, yo tocaba la batería, componía las letras y...
- Y allí fue donde empezaste a beber fuerte ¿ no es así ?
- Sólo de vez en cuando, para ensayar, nada peligroso...
- Pues ya ves dónde has llegado, V, a dónde te han llevado esos hábitos... Estudiaste Derecho y te torciste por el camino... Eres un desecho, un paria, una carga inútil para la sociedad... Pero eso se acabó. ¡ CIERRA INMEDIATAMENTE LOS OJOS ! Luego empezaremos por aquellos relatos tan desagradables que escribías, las noches de fiesta y la pobre mujer que abandonaste...
Fue entonces, antes de que el hada terminara de hablar, cuando se escuchó una especie de explosión en el cuarto y todo se llenó de bruma roja. Después se oyeron risas, la bruma se disipó y allí la vi: MI HADA MADRINA OSCURA. Llevaba un traje negro de látex ajustado al cuerpo y un látigo en la mano izquierda. Una verdadera diosa... su melena negra como el carbón, el rictus excitante de sus labios, sus caderas prominentes y aquellos grandiosos pechos luchando por escapar de su escote...
- ¿ Qué pretende hacer contigo esta monjita ? - me preguntó guiñándome un ojo.
- Quiere hacer de mí UN HOMBRE CUERDO...
- ¡ NUNCA ! - gritó. Y empezó a lanzar su látigo sañudamente contra el hada buena.
- ¡ OH, NO ! - chillaba ésta -. ¡ TÚ DE NUEVO AQUÍ ! ¡ OTRA VEZ NO !
El hada oscura se convulsionaba de odio y de placer al azotar despiadadamente al hada buena... Sonreía, la insultaba, me vengaba, la humillaba, y a cada nuevo golpe que asestaba, el hada buena disminuía progresivamente de tamaño, se hacía más pequeña, más y más pequeña, hasta convertirse finalmente en una absurda muñeca repollo de franela blanca...
La situación comenzaba a ser embarazosa. Mi hada madrina psicoanalizándome, manipulando mi conciencia para transformarme en un cordero, justo lo que había procurado evitar siempre... Me estaba viendo ya frente a la tele, con una mujer formal y un montón de hijos llorones, bebiendo Mirinda y acariciando al perro e integrándome en la oficina... Los fines de semana iríamos al cine o al jardín y terminaríamos cenando en un Mac Donald's... Y los domingos por la tarde, después de un paseo y una comida interminable con los suegros, jugaría al tute con tres amigos panzudos hablando de los viejos tiempos, contándonos las batallitas de la universidad y absurdos chistes verdes...
- No sé cuándo empezó todo - contesté -, supongo que el día en que descubrí la falsedad de este sistema... Pero no sé decir cuándo...
- Pues tendrás que hacer memoria, V, VOY A HACER DE TI UN HOMBRE CUERDO y para ello necesito borrar ciertas imágenes de tu cabeza. Veamos... háblame de cuando eras niño: lo que hacías, a qué jugabas, lo que leías, con quién ibas...
- Bueno - dije -, la verdad es que no recuerdo demasiado aquel período... no tenía muchos amigos... odiaba el fútbol... me gustaban los perros, Spiderman, montar maquetas de aviones y tanques...
- Está bien, cierra los ojos... VOY A REPROGRAMARTE... Hay que cortar de raíz esos traumas dañinos y eliminar el mal de cuajo. Así que relájate y cierra los ojos...
Cerré los ojos y el hada me tocó tres veces con la varita en la frente. Sentí como una succión en el cerebro, una especie de torbellino, y un montón de imágenes superponiéndose como las piezas de un gran puzzle en mi cabeza. Imágenes de fútbol, básicamente, y de algunos otros juegos... carreras, Monopoli, baloncesto...
- Ya puedes abrirlos - dijo -. Y ahora dime: ¿ Quién ganó la liga de fútbol en la temporada 73-74 ?
- El Barcelona - dije sin pensarlo.
- ¿ Quién fue portero de la selección en el 82 ?
- Arconada...
Era increíble. El hada me había filtrado en la cabeza todos aquellos datos en un abrir y cerrar de ojos. Y lo que es peor: sentía que verdaderamente me interesaba el fútbol... Aquello se ponía cada vez más tenso.
- Vamos a seguir ahora con tus lecturas, V. ¿ Qué leías en aquella época ? Entre los trece y los veinte, por ejemplo.
- El Capitán Trueno, Los tres investigadores, Agatha Christie... - me apresuré a decir.
- ¡ MIENTES ! - gritó el hada. Y me volvió a paralizar con la varita -. Detecto a leguas tus mentiras, V, así que no vuelvas a intentarlo.
Me devolvío de nuevo el moviento.
- Repito la pregunta : ¿ Qué leías por aquella época ? ES BÁSICO PARA REINTEGRARTE.
- Lovecraft, El Víbora, Kerouac, Sade, Chinaski, Miller...
- Hummm, lo suponía... ¿ Y revistas porno ?
- Sí, también... de vez en cuando, quiero decir... Private, Macho, Lib...
- ¡ Lo sabía ! - dijo el hada -. Lecturas no aptas para adolescentes, desde luego... ¡ CIERRA AHORA MISMO LOS OJOS !
Los volví a cerrar y el hada repitió la operación. Tres golpes en la frente, la succión, el torbellino, la reconstrucción de imágenes...
- Bien, V, ya puedes abrirlos. A ver si aciertas ahora de quién es Miguel Strogoff...
- Julio Verne - respondí instintivamente.
- ¿ Y La Pequeña Dorrit ?
- Charles Dickens - contesté.
- ¿ Ivanhoe ?
- Walter Scott.
- Muy bien, estupendo - dijo -, todo va sobre ruedas: PRONTO SERÁS UN HOMBRE CUERDO.
Me la estaba liando buena, el hada. Me estaba conviertiendo en un perfecto idiota. Siempre había odiado a Dickens y ahora podía recitar de memoria La Pequeña Dorrit. Aquello, sin lugar a dudas, comenzaba a resultarme un suplicio.
- Verás - le dije -, estoy algo cansado, algo confuso... Me vendría bien un trago...
- ¡ JAMÁS ! - gritó ella -. No vas a volver a beber nunca, V, mentálizate de ello. Cuando salga de esta casa TU SERÁS UN HOMBRE CUERDO, un ser de provecho, y no el despojo que encontré al llegar... Y ahora, háblame de los veinte años, aquel grupo de rock donde tocabas...
- Bueno, yo tocaba la batería, componía las letras y...
- Y allí fue donde empezaste a beber fuerte ¿ no es así ?
- Sólo de vez en cuando, para ensayar, nada peligroso...
- Pues ya ves dónde has llegado, V, a dónde te han llevado esos hábitos... Estudiaste Derecho y te torciste por el camino... Eres un desecho, un paria, una carga inútil para la sociedad... Pero eso se acabó. ¡ CIERRA INMEDIATAMENTE LOS OJOS ! Luego empezaremos por aquellos relatos tan desagradables que escribías, las noches de fiesta y la pobre mujer que abandonaste...
Fue entonces, antes de que el hada terminara de hablar, cuando se escuchó una especie de explosión en el cuarto y todo se llenó de bruma roja. Después se oyeron risas, la bruma se disipó y allí la vi: MI HADA MADRINA OSCURA. Llevaba un traje negro de látex ajustado al cuerpo y un látigo en la mano izquierda. Una verdadera diosa... su melena negra como el carbón, el rictus excitante de sus labios, sus caderas prominentes y aquellos grandiosos pechos luchando por escapar de su escote...
- ¿ Qué pretende hacer contigo esta monjita ? - me preguntó guiñándome un ojo.
- Quiere hacer de mí UN HOMBRE CUERDO...
- ¡ NUNCA ! - gritó. Y empezó a lanzar su látigo sañudamente contra el hada buena.
- ¡ OH, NO ! - chillaba ésta -. ¡ TÚ DE NUEVO AQUÍ ! ¡ OTRA VEZ NO !
El hada oscura se convulsionaba de odio y de placer al azotar despiadadamente al hada buena... Sonreía, la insultaba, me vengaba, la humillaba, y a cada nuevo golpe que asestaba, el hada buena disminuía progresivamente de tamaño, se hacía más pequeña, más y más pequeña, hasta convertirse finalmente en una absurda muñeca repollo de franela blanca...
(Continuará)
Vicente Muñoz Álvarez, de Resaca/Hankover. Un homenaje a Charles Bukowski (Caballo de Troya/Mondadori, 2008).
Problemas con el sentido de la vida y la responsabilidad y qué diablos es, en eso estamos todos, algo sabemos hacer bien, vestir y desvestir a una mujer… la dignidad, cuándo se gana o se pierde, muy sencillo, son hechos que tienen o carecen de amor, más pobre será ese hombre si es cuerdo, eso de andar transformándose en animal es propio de Kafka, que tenía muy claro en que consiste la falsedad del sistema, también es un mundo el interior de una botella, el tema pobre hombre estará en sus habilidades, yo soy medio turro para encontrarle sentido a los relatos, pero se me ocurre que todo cuento surge de las profundidades de la sangre y el miedo, así que estar sobrio, no dice que algo sea sano, con un buen trago se pueden disolver falsos mundos, esperemos como amanece mañana ese perro, ya que lo más difícil es la primer luz del día, para no ser y no dejarse arrastrar por el sistema…Hasta el dibujo de abajo parece un Meschugge en un desvan: palabra idish que a pasado al alemán popular: loco, chiflado. Saludos. jorge
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