De repente y sin saber por qué, en medio del coronavirus y el caos, ha llegado como un platillo volante a mí: Gerdundula... Vaya regresión, me digo, esta sí que es buena... Y ahí, de repente y saltando por encima del espacio y del tiempo, como en las pelis de ciencia ficción, me sitúo: has oído ese tema, tío, Gerdundula, lo más de lo más... Antes del Húmedo y el amor, de los Cardiacos y de la Movida, de Veredicto final, del CCAN y Vinalia Trippers y demás aventuras, saliendo aún del cascarón, como un ovni ardiendo en mi cabeza, esa canción, Gerdundula, como anticipo y vanguardia de todo lo que vendría después... Sobre todo porque (y tampoco de esto tengo ni idea de por qué ni a estas alturas ya me interesa: no quiero romper el hechizo), antes de youtube e internet, por aquella época, mediados los años 70, en el otro milenio, durante un tiempo ese disco, Dog of two heads, de Status Quo, fue prácticamente inencontrable, y eso le aportaba un valor de leyenda urbana y misterio añadido: Gerdundula, tío, lo más de lo más... Benditas regresiones...
Vicente Muñoz Álvarez
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