Páginas que rezuman, tinta espesa que se pega a la piel para corroerla, un túnel que te engulle y te regurgita atónita del viaje. Una simbiosis perfecta entre Vicente Muñoz Álvarez y Andrés Casciani para parir esta travesía alucinada y alucinante.
Ana Grandal
No hay comentarios:
Publicar un comentario