El pasado jueves 16 de febrero dimos por finalizados nuestros encuentros en torno a Regresiones, la penúltima lectura de este curso del programa Leemos juntos, que organizamos en colaboración con el Servicio de Bibliobuses de la Diputación de León. En esta última sesión, recibimos la visita de su autor, Vicente Muñoz Álvarez, que atendió a todas las preguntas de nuestros lectores y compartió con nosotros numerosas anécdotas sobre su proceso de creación literaria.
Regresiones surgió, en palabras de Muñoz, de una combinación entre su eterno impulso de creación artística y su largo deseo de escribir sobre una etapa fundamental de su vida que nunca había cubierto en su literatura anterior, pues para ello necesitaba de una cierta perspectiva temporal que le permitiera mirar atrás con objetividad. Esa época predilecta, los ochenta, “La Fiesta”, fue el panorama ideal para la formación de una generación adolescente que crecía a la par que una democracia también adolescente pero que, sin embargo, fue capaz de crear ciertos movimientos literarios y musicales que quizás conformaron la etapa histórica más enriquecedora desde el punto de vista cultural de la ciudad de León. Sus regresiones tuvieron la acogida deseada en el seno de Lupercalia, un pequeño sello alicantino especializado en literatura alternativa, underground, una línea editorial muy definida y coherente, alejada del dominio de las grandes editoriales, que también ha sido propicia para otros autores leoneses como Gabriel Oca Fidalgo, Carlos Salcedo y Julio César Álvarez.
Una de las cuestiones por las que nuestros lectores habían manifestado un mayor interés en los coloquios anteriores sobre Regresiones había sido su inusual empleo de las minúsculas al comienzo de los capítulos, que se relacionó con un deseo del autor de presentar sus recuerdos como un todo continuo, una suerte de stream of consciousness. Muñoz aclaró que se trata de un sello de su literatura, aunque también aseguró que sus propios flashbacks carecían de una estructura definida, algo que intentó plasmar en su escritura. Su idea inicial era hablar tan solo de los años ochenta, pero al regresar a esa época empezaron a emerger fragmentos sobre su infancia y madurez, que están estrechamente interconectados con los sucesos de su adolescencia y juventud. Para sorpresa de los participantes, el autor trabajó únicamente con su propia memoria, sin basarse en diarios ni anotaciones de cada época que narra, aunque posteriormente a la escritura realizó una labor de documentación.
Al ser preguntado por su pasión por los cómics de superhéroes, Muñoz destacó la importancia que tuvo en su niñez la irrupción en los kioskos de los héroes de Marvel, personajes “marginados y marginales” que sustituyeron en su imaginario a los héroes de los tebeos españoles del franquismo, apoyados por la ideología oficial. Los recuerdos de este medio de entretenimiento son un ejemplo más del carácter de testimonio generacional de Regresiones, que no obstante tan solo pretende ser un testimonio subjetivo de la realidad vivida por un solo individuo. El autor reconoció que la primera parte de la obra, dedicada a su infancia, propicia una identificación con un número amplio de lectores de su generación, pero las vivencias individuales, como resulta lógico, difieren mucho más en épocas vitales posteriores. Por ese motivo, aclaró, resulta relevante la participación activa en la obra de quienes comparten sus mismos recuerdos de juventud, pues aportan credibilidad a sus historias y contrarrestan cualquier posible, y probable, distorsión de su memoria.
Varios lectores comentaron haber disfrutado del tono reflexivo de la obra acerca del paso del tiempo, una perspectiva que solo la edad puede aportar, y aplaudieron la sensibilidad de su prosa. Aquellos que ya conocían la obra narrativa de Muñoz, consideraron que Regresiones era, probablemente, su libro más maduro y complejo a nivel literario. El autor, por su parte, destacó que su género predilecto a la hora de escribir es la poesía y que muchos fragmentos de Regresiones, como el titulado “Días extraños”, pueden entenderse como poemas en prosa. En cuanto al elemento catártico de Regresiones, Muñoz aseguró que “escribir este libro me ha hecho entenderme mejor a mí mismo como individuo y a la sociedad en la que vivo”.
Las Regresiones de Muñoz, desde luego, no están completas. Quedan cientos de recuerdos sin plasmar sobre el papel. Varios lectores se interesaron por una continuación, aunque el autor prefirió invitar a que cada uno realizara un ejercicio de regresión y escribiera su propia segunda parte. Actualmente, trabaja en un poemario, una obra de prosa poética y otro libro sobre cine, en concreto sobre cult movies, tema sobre el que ya tiene dos publicaciones. Desde tULEctura y el Servicio de Bibliobuses de León, agradecemos su visita y le deseamos mucho éxito en sus próximos proyectos.
Vídeo del Encuentro con el autor:
Guía a la lectura:
Coloquio participativo de los socios:
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