los tiempos están cambiando, sí, mi tiempo y el de casi todos, amigos (los mejores) que desahuciados se van y lánguidas despedidas, el calzado que comienza de nuevo, el otoño que llega, se acortan los días, se encoge dentro de las costillas el corazón, la amenaza del frío ya está aquí, vuelvo a la calle, babilonia me espera, nuevos planes a la vista, libros que vienen, todo que sigue, la gente que va, comienzan las clases, maduran en la terraza al fin los tomates, empieza la puta liga, censuran cosas bellas en facebook (Ana Curra: God Save the Queen), intentan subliminalmente domarnos, Durruti presente, las hojas de los árboles empiezan a amarillear, llegan a destiempo todo tipo de compromisos literarios, El descrédito ya a la vuelta de la esquina, las presentaciones de Origami y Vinalia en Madrid, las setas que comenzarán pronto a brotar, mis clientes esperando ya cita, las noches insomnes de ruta, la poesía, el calzado, todo mezclado y fusionado, todo, como en la vida, en continuo tránsito y cambio dentro de mí... aunque de momento (y eso es lo más importante) el amor, como un milagro en estos tiempos del cólera, sigue ahí, la rosa sin espinas y la luz amable de los días acariciando pese a tantos mordiscos mi piel...
no es
decir poco
v
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