PERFILES DE LA NUEVA ESCENA CULTURAL LEONESA
Estamos de enhorabuena. Todos. Uno de los nombres más importantes de la cultura independiente leonesa, Vicente Muñoz Álvarez, está de estreno. En breve publica dos fantásticos poemarios que, seguro, darán que hablar, y no sólo en los círculos más literarios. Una reedición impecable de Canciones de la gran deriva (Editorial Origami, 2012) y un artefacto más inmediato que lleva por título Animales Perdidos (Baile del sol, 2012). Buena noticia, decimos, porque vuelve a demostrar la buena salud de las letras locales. No hay que olvidar que Vicente Muñoz es toda una referencia desde los oscuros años 90. Fue co-fundador del fanzine literario alternativo por excelencia, Vinalia Trippers, además de autor de multitud de obras fundamentales para comprender este nuevo milenio. Por citar sólo algunas: Perro de la lluvia (1997), El merodeador (2007), Mi vida en la penumbra (2008), así como coordinador de antologías de leyenda, Golpes (2004), Tripulantes (2007) o Resaca/Hankover (2008). Nos acercamos sin red a un autor prodigioso.
Prácticamente has hecho de todo en el terreno literario: has sido narrador, poeta, editor, antólogo… ¿Ser todoterreno es ya una necesidad de expresión personal o más bien adaptación a una cultura y sociedad que cambian constantemente?
En parte ambas cosas: por un lado, es una forma de canalizar por distintas vías mi creatividad: me encuentro bien tanto escribiendo prosa como poesía, o editando a autores afines. Depende del impulso y la situación. Por otro lado, es cierto, cada proyecto pide un formato y una manera diferente de abordar la escritura. Lo bueno, en mi caso, es que como no vivo de la literatura me permito hacer lo que me pide el cuerpo en cada situación, sin estar mediatizado por nada. De ahí la versatilidad de mis proyectos.
Todos los que hemos leído Canciones de la gran deriva (Origami, 2012) hemos sido conscientes de su inmensa capacidad visionaria, de adelantarse incluso a los hechos. ¿Crees que en ocasiones la literatura se anticipa a la realidad?
Sí que lo creo. La Historia está llena de ejemplos, comenzando por los grandes autores de ciencia ficción, Julio Verne, Philip K.Dick o H.G.Wells, y continuando por poetas como Walt Whitman o los escritores de la Beat Generation. En mi caso, me sorprende comprobar que las cosas no han cambiado demasiado en esta última década: aunque agravados, los problemas de la sociedad son muy semejantes a los que yo describí en la época en que se publicó por primera vez este libro: el paro, la competencia en el trabajo, la crisis de valores y el extrañamiento en las sociedades capitalistas modernas. Releyendo el poemario me doy cuenta, por desgracia, de que seguimos en las mismas...
Tu otro poemario, Animales perdidos (Baile del Sol, 2012), que está a punto de aparecer, ¿qué aspectos desarrolla, qué amplia respecto al resto de tu obra?
Desarrolla, de fondo, los mismos aspectos que son constantes en toda mi obra, la soledad e inadaptación del individuo en esta sociedad y este tiempo, aunque cambia bastante el punto de vista. El libro parte de una ruptura sentimental y describe un hundimiento, pero también una catarsis y una iluminación. Y este último matiz optimista no es habitual en mi obra.
¿Qué libro o libros recomendarías a un adolescente que quiere dar el salto a una literatura más madura? ¿Y cuál de tus propios libros recomendarías?
Si sólo pudiera citar uno: Viaje al fin de la noche, de Louis Ferdinand Céline, para mí la mejor novela del siglo XX. Pero también cualquiera de Thomas Bernhard, por ejemplo, Raymond Carver, los autores de la Beat Generation, Henry Miller, etc. De entre los míos, creo que me quedo con El merodeador (Baile del sol, 2007), que es uno de los que mejor retrata mi mundo interior y, por extensión, la sociedad en la que vivo. Esa ha sido siempre mi premisa a la hora de escribir: partiendo de mi propia experiencia, retratar el mundo en que vivo.
Entrevista por Julio César Álvarez
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