Eso fue exactamente lo que pesó (en una báscula digital) este boletus pinícola que Jul & yo encontramos el otro día, después de un gran paseo, en el corazón del bosque:
666 gramos.
666 gramos.
No nos lo podíamos creer...
Un capricho extraño de la naturaleza
que degustamos, sin complejos,
por todos sus sitios.
Y un trofeo micológico
de los que hacen época.
Gracias
Pachamama
gracias.
v
¡Qué maravilloso boletus! Se me hace la boca agua solo de contemplarlo. La poderosa naturaleza provee al hombre....
ResponderEliminarexcelente!!!!! regalos de la naturaleza, tremendo ticket de viaje. :) Abrazo a los dos.
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