lunes, 1 de febrero de 2010

HANKOVER según Ángel González.


Es curioso cómo pasa el tiempo. Y cómo algunos libros te hacen recordar los buenos momentos de una vida en la que, por desgracia, el principal protagonista eres tú. Naturalmente estoy hablando de Resaca/Hankover.
No sé. Agarro el libro y no dejo de pensar en que a muchos de los antologados, apenas les conocía de pasada cuando me presenté en el Gruta 77 con motivo de la 2ª Edición del libro. Afuera estaba lloviendo. El GPS me llevó hasta el Gruta y aparqué a la primera, cogí el teléfono y llamé a casa:
-He llegado... No, he dado alguna que otra vuelta, pero bien (decía yo).
-Ten cuidado. No bebas. Y si bebes, quédate a dormir en Madrid (decía mi mujer).
-Descuida. En una hora o así volveré a casa. ¿Cómo está el niño? Bien. Hasta luego. Yo te llamo (yo, de nuevo).
La portada está muy lograda. Hace poco conocí a Miguel Ángel Martín y no sé por qué, siempre detrás de una gran obra hay una gran persona. Y también al contrario.
Me da la risa cuando veo la dedicatoria De Patxi Irurzun:
patxi (una flecha y su e-mail)
O la de Kike Babas "No pidas en la barra, pide sin más".
Me adentré y la verdad que la fiesta estaba bien. Había bastante gente y tuve que celebrarlo pidiéndole al camarero un tercio de cerveza. Tenía la garganta algo jodida por el puto tabaco. Saqué un Marlboro de la máquina y me dispuse a fumar a la salud de Bukowski. Al fondo veía a Vicente ir de acá para allá. Hasta entonces sólo había tenido el privilegio de conversar con él por mail. Charlamos un poquito, se mostró como la enorme persona que es, y se marchó para disponerlo todo y que, como decía mi abuela (esto es otro homenaje dentro de un homenaje, llamémosle un metahomenaje) "que hubiera mucho y bueno pa tupirse toda la gente".
Me sigue entrando la risa (no sólo porque ya me había pedido el segundo tercio y no iba a beber) cuando recuerdo a J.A.Barrueco pasando a mi lado. "Para Ángel/esta pieza corta/ en busca del sabor de Bukowski/Con un abrazo". Nunca se lo he dicho, pero a mí eso de las melenas y el bigote me sonaba Soundgarden y en especial a Chirs Cornell. Sin embargo la voz de JAB era más dulce y pausada y él era todo amabilidad. Le dije que le conocía por sus fotos en el blog de Hankover o algo así. No le dije que no había leído nada suyo y tampoco le dije que Muelas y Señales fue lo primero que leí del libro, entre otras cosas, porque todavía no lo había comprado.
Y empezó a sonar, como los ángeles, el Didgeridoo de Lukas Rodríguez, un Koala con boina que hace poco me tuvo que llamar la atención porque me había olvidado de su cara. Salud-os. Ya arreglé la retentiva.
El primer Lucas-el-koala que conocí estaba cabreado por culpa de un segurata que no dejaba fumar equis. El segundo, estuvo bailando al son de enBlanco, (más saludos para ti Enrique, y para tu hermano, y para el guitarra, dile al batería que "las personas normales siempre están afuera"/ miles de gracias por la cerveza en el backstage y los cafés-gijón), mientras yo estaba detrás tomando una coca-cola. Lucas estaba radiante de felicidad y muy bien acompañado y bueno, esas historias que no voy a ponerme a contar aquí.
El libro que yo tengo (el que compré allí, al final de la fiesta) huele bien y es una primera edición, cuando lo que se celebraba era la segunda. Esto es todo un logro muy complicado de explicar en plena era del marketing underground.
Escuché a Petisme por primera vez. Había tomado otra cerveza. No como la última vez que fui a verle y me dio por los cubatas que costaban lo mismo. Sí, Petisme, al final de la noche no pude comer bocata de calamares porque estaba a punto de regurgitarlo todo. Vuelvo a la primera vez: me gustaba el sonido. Y eso que normalmente escucho diferentes registros más del tipo "arrrrggg, yeah". Tenía a la peña encandilada. Ángel es un animal del escenario y sus canciones saben a Ebro que te cagas, perdonadme la expresión si alguno está comiendo delante de ordenador.
Déborah Vukusic me dijo que era actriz. Yo le dije que tenía suerte de hacer lo que le gustaba. Estuvimos un rato juntos y yo le comentaba cosas mientras ella decía que quería escuchar a Kike Babas y yo no podía decirle que normalmente hablaba mucho y más si estaba bebiendo tercios de cerveza fresca, rica y natural sin bífidus ni hostias. Aún así conversamos y desde aquí le quiero dar las gracias por ser tan perversa y tierna a la vez y por ese toque de alegría que le pone a la vida. Ah, y por los besos que me dio (de buenos amigos, que todo hay que decirlo) la última vez que la vi, que los tengo guardados en cajitas de cartón reciclable y los abro cuando estoy jodido.
Kike Babas, con su sombrero de copa se me antojó tan canalla, que hasta quería idolatrarle. Siempre me ha atraído la gente así. Por causa de ello, en el instituto me quisieron acusar de pirómano en los exámenes de la repesca.
-Yo no fui. Aquello se puso a arder y ya está. (El cabrón del Larry; seguro que ahora va de modosito).
Disparad sobre nosotros. Y no sonaba ningún tiro. Era música y poesía. Sofía Castañón me empezó a gustar entonces, poéticamente hablando.
He visto por ahí que también fue el Kebran y Javier Das. Yo ya habría bebido algunas cervezas más porque no lo recuerdo. Es siempre una pena no haberos conocido antes. Abrazos para ambos y que no decaiga la fiesta.
Ana Pérez Cañamares, Ana Pérez Cañamares, no, la conocí más tarde...
Recuerdo cómo hace poco David González me dijo que como le diese el venazo se cortaría el pelo; pues bien, cada vez que leo "la autopista" estoy seguro de que cortarse el pelo es siempre un error. En aquella fiesta no conocía a David y por las fotos me parecía un borde. Por eso tengo pensado quedarme ciego y aprender a ver como es debido. Redoble de tambor, brother.
Y yo no tenía ni puta idea de quién era Patxi Irurzun. Lo que sí que sé es que acabé a su lado, tomando más cerveza y fumando cigarrillos mientras hablábamos de cosas que no recuerdo, pero sí que recuerdo cuando vino a verme a Almaraz y nos hicimos ese tour por La Vera y Plasencia. Le llevé a ver un cementerio y una reliquia del primer santo colocado de opiáceos. Pensamos en hacer travesuras pero tampoco es que nos quedara mucho tiempo libre. Patxi y yo pronto hicimos migas.
Y para broche final, tocaba La Banda del Abuelo, de Josu Arteaga (también en la antología). Allí se presentaron embutidos en trajes de forajidos y crearon una atmósfera muy del oeste, aunque mi cabeza iba para todos los puntos cardinales.
Cuando los camareros empezaron a mostrar disgusto porque era la hora del cierre, no les hicimos caso.
Cuando siguieron mostrándolo, seguimos sin hacerles caso.
Después me despedí de Patxi, Vicente y Déborah ya se habían ido ¿o no? No puedo dar fe. Me despedí de Petisme, de JAB, del simpatiquísimo Kike Babas, los miembros de la citada Banda del Abuelo y de más gente que ahora mismo no logro situar en la memoria.
Salí por la puerta del Gruta 77, y tras dos o tres horas buscando el coche, al final lo encontré y como ya estaba más que sereno, me vine a Alcalá, compré churros y le dije a mi mujer:
-Te he traído churros. ¿Te preparo un chocolate calentito?

PD: Quiero felicitar a todos los hijos de Satanás por haber edificado entre todos una de las más importantes joyas literarias que se han hecho en este extraño país en los últimos tiempos. Y un abrazo de los gordos a Vic y a Patxi.

LOS HIJOS DE SATANÁS SON:

Eva Vaz, Hernán Migoya, Miquel Silvestre, Raúl Núñez, Vicente Luis Mora, David González, Sergi Puertas, Alfonso Xen Rabanal, Karmelo Iribarren, José Angel Barrueco, José Daniel Espejo Balanza, Vicente Muñoz Alvarez, Lluís Pons Mora, Javier Marroquín, Agustín Fernández Mallo, Josu Arteaga, Pablo Casares, Kike Babas, Kike Turrón, Pablo G. Bao, Ignacio Escuín Borao, Ana Pérez Cañamares, Kutxi Romero, José Manuel Vara, Lucas Rodríguez Luis, David Murders, Manuel Vilas, Roxana Popelka, Sofía Castañón, Sor Kampana, Angel Petisme, Salvador Gutierrez Solís, Nacho Abad, Safrika, Patxi Irurzun, Abel Debritto, Eloy Fernández Porta.


Ángel González

http://angelgonzalezgonzalezpoeta.blogspot.com/2010/01/hankoverresaka.html

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