Foto de Marlus Leon
Vicente Muñoz Álvarez aterriza en El sótano del ornitorrinco y se enfrenta a nuestro interrogatorio de junio, que incorpora nuevas (y comprometidas) preguntas. Próximamente, contaremos con otros autores (Ada Menéndez, Claudia Capel, Carmen del Río Bravo, Sonia San Román, José María Cumbreño, etc) que se han atrevido a colaborar en nuestra sección de entrevistas minimalistas. Y ahora, pasen y lean, estimados seguidores. A disfrutar de este caluroso verano.
Ana Patricia Moya
Vicente Muñoz Álvarez (León, 1966). Poeta, narrador, ensayista, gestor cultural y crítico de cine. Autor de los poemarios Privado (Baile del Sol, 2005), Estación del frío (Ediciones del 4 de Agosto, 2006), Parnaso en llamas (Baile del Sol, 2007), Canciones de la gran deriva (Editorial Origami, 2012), Animales perdidos (Baile del Sol, 2013), Días de Ruta (Lupercalia, 2014), Del fondo (Zoográfico Ediciones, 2018), entre otros; de las novelas y libros de relatos Los que vienen detrás (Editorial DVD Ediciones, 2002), Monstruos y Prodigios (Editorial Amargord, 2007), Perro de la lluvia y otros cuentos (Editorial Iralka, 1997), Mi vida en la penumbra (Editorial Eclipsados, 2008), Regresiones (Lupercalia, 2015), El merodeador (Baile del Sol, 2017), Travesía (Chamán Ediciones, 2018); también de los ensayos El tiempo de los asesinos: semblanzas de algunos escritores malditos (Literaturas Com Libros, 2019), Cult Movies I: Películas para llevarse al Infierno (Literaturas Com Libros, 2018), Cult Movies II: Películas para la penumbra (Literaturas Com Libros, 2018) y Cult Movies III: Películas que erizan la piel (Canalla Ediciones, 2019). Ha coordinado las antologías literarias Golpes: Ficcciones de la crueldad social (con Eloy Fernández Porta; Editorial DVD, 2004), Tripulantes: Nuevas aventuras de Vinalia Trippers (con David González; Editorial Eclipsados, 2006), Resaca / Hankover: Un homenaje a Charles Bukowski (con Patxi Irurzun; Caballo de Troya, 2008), 23 Pandoras: Poesía alternativa española (Baile del Sol, 2009), Beatitud: Visiones de la Beat Generation (con Ignacio Escuín; Ediciones y Producciones Baladí, 2011), y El descrédito: Viajes narrativos en torno a Louis Ferdinan Céline (con Julio César Álvarez; Lupercalia, 2013). Editor del fanzine Vinalia Trippers.
¿La poesía sirve para algo?
Depende de cada lector y poeta, de sus intenciones y metas y su forma de enfrentarse a la poesía. En mi caso en concreto, para hacer de este mundo un sitio mejor.
¿Qué no es poesía?
No hay nada que en principio sea o no sea poesía: depende, de nuevo, del punto de vista y enfoque de cada poeta y lector. Todo o nada puede serlo, según lo veamos e interpretemos.
El momento más vergonzoso de tu vida como artista fue…
Nunca he sentido vergüenza por ser escritor, en todo caso desencanto o frustración, pero no vergüenza, al contrario, me siento orgulloso de serlo, aún en los peores momentos que haya podido pasar.
¿Dónde están las musas?
En el cerebro y en el corazón, y en la visión que proyectan de lo que nos rodea.
¿Qué libro te hubiera gustado escribir?
Viaje al fin de la noche, de Louis Ferdinand Céline.
La palabra más hermosa del diccionario es…
AMAR.
¿Cuál es tu concepto de justicia poética?
A estas alturas de mi trayectoria, dudo ya que exista o pueda existir la justicia poética. Si la hubiera: poder vivir de la literatura.
¿Amor o desamor como tema universal poético?
Siempre y por supuesto. Ambos, para lo bueno y para lo malo, son los motores del mundo.
¿Libro impreso o libro electrónico?
Impreso, sin duda.
Último libro leído.
La negra luz del círculo oscuro, de mi colega José G. Cordonié, una gozada.
¿La literatura da de comer?
De merendar, en todo caso, y ya ni eso…
¿El arte ha muerto?
No lo creo, ni creo que muera jamás. Pase lo que pase, seguirá habiendo artistas, aunque varíen las formas, estéticas y contenidos.
Un libro que no recomendarías bajo ninguna circunstancia.
American Psycho.
¿La pastilla roja o la azul?
Ambas si puede ser, por favor.
¿Existe alguna relación entre la política y la poesía?
Mucha o ninguna, una vez más, en función de cada poeta, poética e intenciones. En mi caso, en particular, mucha, sin duda, porque mi poesía refleja el mundo en el que vivo, esa es mi principal premisa, y la política, en mayor o menor medida, directa o indirectamente, está siempre presente.
¿Protagonista o secundario?
Lo quiera o no, secundario, me temo…
Si fueras un personaje de ficción serías…
Indiana Jones.
¿Qué artista debería de ser estudiado obligatoriamente en colegios e institutos?
H.P. Lovecraft.
Una serie recomendable y una película olvidable.
Penny Dreadful y Regresión, de Amenábar.
Un director de cine y un disco de cabecera.
Mario Bava y Rain Dogs, de Tom Waits.
Tu opinión con respecto al panorama poético actual.
Demasiado pan y circo, básicamente, hasta el punto de que el poeta se vea obligado a ser performance, actor, cantautor, y si nos descuidamos, payaso también, para poder captar más audiencia. No me gusta ese juego y creo que de hecho está perjudicando mucho a la verdadera poesía.
¿Alguna manía confesable antes, durante o después del proceso creativo?
Tener tabaco a mano.
Si existiera la posibilidad de resucitar a una celebridad por un día para tener una interesante conversación, ¿a quién elegirías?
A Jack Kerouac.
Un momento histórico.
El movimiento hippie en San Francisco.
Un consejo para no tener en cuenta.
Sé tú mismo.
Gracias mil, Vicente. Salud y poesía.
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