Los días pasados en Portu han sido como una especie de ensueño de opio romántico y gótico (por el sortilegio de la niebla y el frío, por los parajes marcianos, por los palacios en ruinas, por las fantasmales quintas que videamos, por los siniestros castillos, por las tabernas de la Hammer donde recalamos, por los decadentes hoteles donde dormimos), que nos ha regalado muchos momentos beatíficos y experiencias para el recuerdo.
La mejor y más intensa, sin duda, en Sintra, anclada en el tiempo, como perdida en un sueño, y los indescriptibles Palacio da Pena & Quinta da Regaleira, híbridos, simbolistas y alquímicos, llenos de grutas y florestas místicas y sorprendentes rincones de fuerza y poder.
Por ellos y hacia ellos orientamos este viaje iniciático (con descenso al pozo mágico incluído), y ellos solos, os lo aseguro (al margen de otras muchas perlas de ruta) lo justifican.
Arriba,
algunas fotos de Jul.
Y en ellas,
para siempre,
parte de nuestro corazón.
v
Un gran lugar Sintra y un gran país Portugal, espero volver esta semana santa
ResponderEliminarUn saludo paisano
Desde que estuve quiero vivir allí.
ResponderEliminarSaludos v.
Cuanta vida...
ResponderEliminarCariños
Maravilla rasurada por la climatología gris y el insidioso poder de la naturaleza que absorbe almas para liberarlas con ciertas endorfinas adulteradas. Qué disfruta. Genial.
ResponderEliminarUn abrazo,
VD