miércoles, 22 de enero de 2025

DEL FONDO en LA NUEVA CRÓNICA



El autor de ‘Del fondo’, Vicente Muñoz Álvarez. | MARLUS LEÓN

Vicente Muñoz: "Ya no sirve el criterio propio, 
sino el que nos quieren imponer"

Es una de las premisas en las que se basa el poeta para relatar toda la oscuridad que llena las páginas de su poemario ‘Del fondo’, reeditado hace poco por el sello Underdog Ventures

Camino Díez Llamazares, La Nueva Crónica 22/01/2025

Poeta, narrador y editor leonés, el polifacético Vicente Muñoz Álvarez publicó hace poco una nueva edición de su poemario terrorífico ‘Del fondo’. Acompañado de sugerentes ilustraciones elaboradas por Andrés Casciani, algunos de sus versos son buena reseña: «Del fondo,/ de las tinieblas,/ de allí abajo,/ de lo oscuro,/ de lo viscoso,/ de lo insondable,/ de lo profundo,/ de lo innombrable,/ del refugio que en las pesadillas/ uno jamás logra encontrar». Y de todo ello escribe el autor entre las páginas de una obra editada esta vez por el sello Underdog Ventures.

– ‘Del fondo’ vio la luz por primera vez en 2018, habiendo tomado entonces su publicación ‘Buscando la luz’ como caldo de cultivo. ¿Qué cambios presenta esta nueva publicación?

– Básicamente de diseño y formato, más pequeño y apaisado, para contener cada ilustración en una sola página, en vez de en dos, como en la edición anterior, de manera que se puedan leer y ver de un solo golpe de vista. Y una nueva y espectacular portada de Andrés Casciani, que le da un aire mucho más ‘pulp’ y llamativo.

– En una entrevista para La Nueva Crónica con motivo de aquella primera obra –por otra parte, autoeditada con su sello Vinalia Trippers– hablaba de su temor a que una mala edición le hiciera «perder fuerza» al poemario. Esta vez publica con Underdog Ventures. ¿Cómo se despejó ese temor?

– La peculiaridad de este libro, ‘Del fondo’, es que los 75 poemas narrativos que lo integran están profusamente ilustrados por Andrés Casciani, conformando una especie de ‘cómic book’ o novela gráfica tremendamente impactante. Una edición descuidada o mal diseñada restaría, efectivamente, mucha fuerza y belleza a la obra, por lo que la primera edición decidí publicarla yo mismo con mi sello editorial, Vinalia Trippers, y nuestro magnífico diseñador, Rodrigo Córdoba, recientemente fallecido, al que está dedicado el libro. El resultado fue, afortunadamente, una edición estupenda y estéticamente maravillosa, que Underdog Ventures ha querido volver a publicar, como digo, con un nuevo formato y diseño. Con ellos, en cambio, no hubo ningún temor, porque ya antes habían reeditado otro libro mío, ‘Películas que erizan la piel’, y el resultado fue espectacular. Son, además, los editores de Páramo y los distribuidores de La Sombra de Caín, y tienen experiencia y buen gusto, así que todo ha ido sobre ruedas y el libro ha quedado de lujo.

– Al contrario, ¿considera entonces que gana en vigor?

– Sin duda, al tener un formato más manejable y ligero, y al poder leerse el texto y ver cada ilustración en una sola página, de un solo golpe de vista, lo que dota de mucha más fuerza dramática y expresiva al conjunto.

– En aquella misma entrevista confesaba que «el predicador podrían ser hoy los gobiernos y el propio capitalismo que nos está llevando a los abismos más profundos». ¿Ha cambiado su visión con el transcurso de estos últimos años?

– No, todo lo contrario, por desgracia. Hay deliberadamente en este libro dos capas y posibles lecturas: una, como un poemario o novela de horror puro y duro, claro homenaje a Lovecraft y David Cronenberg, que gustará a los amantes del género, y otra como una crítica social a los gobiernos y poderes públicos de las sociedades capitalistas modernas, que cada vez, pese a su aparente espíritu democrático y progresista, controlan más a los individuos. No solo ya a nivel político y administrativo, sino también a nivel ético, moral y sociocultural, queriendo reeducarle e imponerle cómo comportarse, actuar, hablar y pensar. La cultura woke y la Agenda 2030 son un ejemplo claro de esto, hasta el punto de que todo lo que no se avenga a esa forma de pensamiento único es tachado de inmoral o, lo que es peor, directamente cancelado. Eso es algo que hace unos años hubiera sido impensable y hoy es la tónica en todo el mundo civilizado. Ya no sirve ni se respeta el criterio propio, sino el que nos quieren imponer, justificándolo como el mejor de todos los posibles, y eso es una clara restricción de la libertad personal y una injerencia de la Admnistración en los derechos y la intimidad de los administrados. Nos quieren hacer creer que vivimos en la sociedad más libre de la Historia, cuando la realidad es que cada vez, sin darnos cuenta, somos más esclavos y dependientes de los gobiernos, económica, moral y sociológicamente hablando. Y esa es la segunda lectura o capa de ‘Del fondo’, y la que en realidad más me interesa y le confiere vigencia, donde un predicador / político, controla a unos fieles / administrados, arrastrándoles a un abismo / pensamiento único. Es lo que, por ejemplo, quiso hacer George A. Romero en ‘La noche de los muertos vivientes’: una película de terror y de zombis, y otra de crítica social y ciudadanos enajenados por el capitalismo y los gobiernos. Y esa es, precisamente, la idea e intención de este libro.

– ¿Determina el contexto en que nos encontramos esa oscuridad que describe en ‘Del fondo’ o tiene más que ver con una especie de sello de identidad del ser humano?

– Como acabo de señalar, por un lado vivimos en sociedades absolutamente manipuladas y controladas por los gobiernos, como ya vaticinó George Orwell en su novela ‘1984’, donde un Gran Hermano es el líder todopoderoso de un Partido único que vigila constantemente a los ciudadanos, y por otro lado la propia naturaleza del ser humano parece que va avocada a esa forma totalitaria de control. Basta con repasar la Historia para comprobarlo, con Hitler como ejemplo más claro. Miedo, en el fondo, del ser humano a ser realmente libre, imagino. Y reivindicación, en mi caso, con este libro y toda mi obra, de un anarquismo como el de Thoreau y su maravilloso ‘Walden’, que es, en suma, lo que buscan los habitantes de ‘Del fondo’.

– Esa oscuridad adquiere un matiz gráfico de la mano de las ilustraciones de Andrés Casciani. ¿Las obras sirven para complementar el relato o cree que funcionarían de manera independiente?

– La simbiosis con Andrés Casciani ha sido perfecta, porque supo captar a la perfección el espíritu desasosegante y claustrofóbico del libro, hasta, como bien dice Pablo Malmierca en el epílogo, no saber qué fue antes, si el texto o la ilustración. Ha sabido plasmar en imágenes todo el horror y el espanto del libro, las mutaciones genéticas que en él se describen, muy al estilo de la Nueva Carne de Cronenberg, los lúgubres túneles donde se desarrolla la acción, los cambios corporales de los habitantes atrapados en los pasadizos, los monstruos y aberraciones que les persiguen, y la poética de su instinto de supervivencia y búsqueda de la luz. Las ilustraciones podrían funcionar de manera independiente, lo mismo que el texto, pero lo peculiar y magnífico de este libro es precisamente cómo funcionan juntos, convirtiendo su lectura / visionado en una experiencia casi alucinógena.

– No es la primera vez que publica una versión extendida de alguna de sus obras. El año pasado ocurría con ‘Películas que erizan la piel’. ¿Se termina alguna vez de escribir un libro?

– Yo personalmente, casi nunca. Por eso vuelvo una y otra vez sobre ellos, porque considero que nunca están realmente acabados. Y también, todo hay que decirlo, porque he tenido siempre la suerte de que haya editores dispuestos a reeditar casi todos mis libros.

– ¿Qué planes tiene ahora en la recámara?

– El más inmediato, una extensa antología de mi obra poética, desde 1999 a 2025, para la editorial Páramo, paralela a Underdog Ventures, que saldrá este mismo año, además de algún otro que no quiero de momento desvelar.



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