viernes, 31 de diciembre de 2021

HAPPY NEW YEAR



Tiempos realmente extraños, estos,
y aun así celebrando estar vivos,
todavía

Feliz finde, hermanitos, 
y guardaos de los bichos malos

miércoles, 29 de diciembre de 2021

LAS SETAS: Fragmentos (1)



NADIE me hizo caso. Les advertí cientos de veces, pero a todos les dio igual. Se limitaron a llamarme melenudo y drogadicto y loco, pero no me hicieron caso.

Yo sabía que todo estaba a punto de estallar, de joderse y bien, si se me permite la expresión. Me lo decían las últimas visiones: terremotos, cataclismos, grandes fuegos, una mano purulenta que abría la caja de Pandora y ¡¡PUUUM!!, todo al carajo: la tierra desolada, calcinada y hecha trizas.

Es que siempre era lo mismo, no fallaba, la cosa, comerme un par setas y visionar muerto de miedo aquel desastre. Nada de ingravidez y luces de colores, como antaño, aquella extraña paz, aquella beatitud, aquel estar fuera del mundo, desnudo entre las flores, sin dormir pero soñando... Ahora todo era caos y destrucción, una gran bola de fuego, el mundo entero en llamas, el fin de nuestra raza...

Vicente Muñoz Álvarez,
de Las setas y otros relatos de la Era Pulp
(Versátiles, 2021)



martes, 21 de diciembre de 2021

TELÓN DE ACERO



la gente quiere
verte sonreír
estar aparentar

en el momento
en que no es así
desaparece

lenta
mente

el telón cae

Vicente Muñoz Álvarez

lunes, 20 de diciembre de 2021

EL MERODEADOR: Prólogo.



(o una ventana que se abre a una vida ajena)

Hace tiempo que reflexiono sobre la naturaleza de los prólogos y su importancia, así que cuando comencé a pensar en la obra de Vicente Muñoz lo hice desde el convencimiento de que un prólogo no hace mejor un libro (al igual que una crítica, sea de quien sea, no nos engañemos), en contra de lo que se crea en algunos círculos, pero sí puede hacerlo peor, no cabe duda, así que asumí el reto de intentar que estas líneas no desluzcan la obra que preceden.

Vicente Muñoz Álvarez es uno de esos autores que requieren de pocas explicaciones a priori, pues su identidad literaria está más que definida y una larga lista de títulos lo avalan, creando así una trayectoria firme y una obra consistente como pocas lo son en gente de su edad (muchos son los casos de autores que no entienden el ritmo propio que sustenta el mundo literario y que se dejan llevar por las prisas o el exceso de sed de notoriedad, y es exactamente en esto donde Vicente Muñoz se distancia y con enorme perspectiva sabe que es una carrera de fondo este universo literario, y que a cada libro pone una baldosa más para sus seguidores y quizá para su camino de retorno, nunca se sabe).

El autor de este merodeador posee una innata capacidad para narrar escenas de la vida cotidiana, algo que inexorablemente lo une a la corriente realista; Eloy Fernández Porta ya incide sobre la peculiar percepción del mundo de Vicente Muñoz en el prólogo de Golpes. Ficciones de la crueldad social (edición de Vicente Muñoz Álvarez y Eloy Fernández Porta, Barcelona, DVD, 2004) y lo sitúa como uno de los cultivadores del nuevo realismo en España; “obsesivo” y “bernhardiano” son otras de las características por él señaladas, y aunque sí hay mucho de esto en la obra de Vicente Muñoz Álvarez, existen en ella muchas cosas más, como ahora veremos detenidamente.

Poeta de la conciencia, autor adscrito al nuevo realismo, poeta intimista, editor de fanzines… quizá estemos ante uno de los autores más camaleónicos en los tiempos que corren, y esa conjunción de géneros y estilos le hacen a su vez más equilibrado para el lector, más cercano también, capaz de contar con precisión cualquier tipo de situación. Esta conjunción estilística y de maneras de contar se puede ver con claridad en su libro Perro de la lluvia (Irún, Iralka, 1997); allí, un compendio desmesurado de formas narrativas toman forma y viajan de la más cristalina realidad al delirio sin mostrar fragilidad alguna, consistente siempre, mostrando un dominio del arte de la narrativa propio de los grandes del género, grande también en cuanto que es capaz de reírse de su propia vida. Los que vienen detrás (Barcelona, DVD, 2002) cuenta con todo lo ya mencionado (como es propio de todo autor de voz reconocible) e inaugura una de las “marcas de la casa” en la obra de Vicente Muñoz Álvarez: la fusión de prosas e ilustraciones en un mismo libro (un magistral Miguel Ángel Martín pone rostro e imágenes a las narraciones); éste es, sin duda, uno de los libros más significativos en la bibliografía del autor y, por qué no decirlo, en el nuevo realismo español del s.XXI.

Pero hablar de Vicente Muñoz no es hacerlo solo de prosa, es también hablar de poesía. Privado (Tenerife, Ediciones de Baile del sol, 2005) es una magnífica antología que recoge la esencia poética del autor y da testimonio de su capacidad para redescubrirse y mostrar bien una conciencia social admirable, bien un estilo exteriorista, bien un lirismo que arranca de lo más hondo para llegar a lo más hondo del lector, algo que experimenta también en Parnaso en llamas (Tenerife, Ediciones de Baile del sol, 2006). Canciones de la gran deriva (Gijón, Ateneo Obrero de Gijón, 1999) y 38 Poemash (León, Vinalia bolsillo, 2000) ya habían mostrado los distintos perfiles del autor, pero en la mencionada antología una nueva identidad, oculta bajo el título “vidas paralelas”, se aproxima con tanta consistencia que uno no puede más que sorprenderse ante tanta capacidad de innovación y a su vez tanto dominio del ritmo narrativo.

Vicente es, además, motor de proyectos como Tripulantes. Nuevas aventuras de Vinalia Trippers (Eclipsados, 2007), Resaca/Hankover (Caballo de Troya, 2008), 23 Pandoras. Poesía Alternativa española (Baile del sol, 2009), Beatitud. Visiones de la Beat Generation (Baladí, 2011) o El descrédito. Viajes narrativos en torno a Louis Ferdinand Céline (Lupercalia, 2014). La vinculación de Vicente Muñoz a estos proyectos colectivos dice mucho de sus intenciones literarias, de esa necesidad de mostrar al público a aquellos autores a los que considera cerca y de devolver a la literatura lo que ésta le da cada día en forma de atinadas invitaciones al lector.

El merodeador es uno de esos libros en los que el lector puede verse reflejado, en él puede sentir que observa tras una ventana las aventuras y desventuras vividas por el protagonista del mismo, como si de un mirón se tratara, sintiendo el corazón palpitar a cada instante ante la siguiente página. Ese reflejo se deriva de una sensación que le recorre de principio a fin, como si reconociera con claridad el tono, como una canción que conoce y no puede dejar de tararear, un grato aroma que reconforta, una canción que dice amor (y desamor), desasosiego (y paz) y ternura (y desolación).

El lector se va a sumergir en un espacio en el que ya habitan autores como Pavese, Castaneda, Bernhard (sí, sí, sí), Osho, Céline, Unamuno (también), Pascal… y este hecho y pluralidad en el uso de las citas no hace más que definir la propia identidad de Vicente Muñoz Álvarez, abierto siempre a todo aquel que diga algo y lo diga bien, expuesto sin recelos a todas las tendencias y a todos los vaivenes de la propia vida. Y en él también habita Pessoa, y con él su desasosiego, el mismo o uno semejante al que domina el libro, el que introduce al lector sin previo aviso en una cadencia musical de sentimientos. Este tono constante no termina con la última de las páginas del libro, pues su estructura circular le llevará de nuevo a la primera página, a la primera cita, a la primera presencia.

Para aquel que sea amante de las clasificaciones y que no pueda soportar la presencia de la duda antes de iniciar la lectura de un libro, debo añadir que nos encontramos ante una novela, compuesta de capítulos que podrían ser leídos de forma independiente, eso sí. En ella el autor parece distanciarse de la acción a través de la voz de su narrador (en tercera persona), pero no debe engañarnos este juego de manos, pues no es otra cosa que convertirse a sí mismo en personaje, capaz de ficcionar su propia vida. Esta distancia es una de las características propias de los autores exterioristas, aquellos que pueden narrar aspectos vividos con una mirada casi ajena, de aquel que presencia la escena pero no la vive, de un mirón, de un merodeador. El uso puntual de la inicial como muestra de identidad asume la presencia de otros autores y otras lecturas en la propia obra (otras visitas); Kafka, Blanchot, Auster… desfilan por estas páginas y nos ayudan a entender la cadencia del desasosiego, el tono constante del que vive y es observado. Una vida para ser observada, una ventana para entender una vida. ¿Alguien será capaz de no mirar?

Ignacio Escuín Borao

Tercera edición revisada, a la venta en LcLibros:



viernes, 17 de diciembre de 2021

CINEXÍN 1974



La secuencia podría ser, si cierro ahora mismo los ojos e intento reproducirla en mi mente, más o menos así: después de varios días de llamadas, compras y preparativos, saldríamos de la Calle del Carmen 12, en pleno centro de León, mi hermana, mis padres y yo (pongamos que, para esta regresión en concreto, con ocho años), sobre las nueve, ya noche cerrada y gélida en la tierra, abrigados hasta las cejas, iríamos en coche, un Simca 1000 de color granate, por La Condesa hasta el Hostal de San Marcos, iluminado especialmente para la ocasión, cruzaríamos el puente (ahora peatonal) sobre el Bernesga hacia El Crucero, y giraríamos en la rotonda del Bar Ferroviario a la derecha, dejando a un lado el Parque de Quevedo (por aquel entonces solo un destartalado vivero), hasta llegar a la Glorieta de Pinilla, donde vivían mis abuelos y, aquella noche en particular, Noche Buena de 1974, nos estaría ya esperando el resto de la familia: el tío Antonio, la tía Tere y el tío Miguel, tía Geli, tía Rosi y tía Casil, Marcos, Jorge, Óscar, Alma y Sonia, mis primos, todos más o menos de mi edad, mi padre, mi madre, mi hermana y yo, y mis abuelos, Manolo y Consuelo: diecisiete personas, nada más y nada menos, en aquel tercer piso de la Glorieta de Pinilla, de unos cien metros cuadrados, no sé, realmente, cómo lo podíamos hacer... Y justo al entrar, después de haber aparcado lo más cerca posible el coche y subir tiritando en el ascensor, lo primero de todo y como un gigantesco abrazo de bienvenida, aquel maravilloso olor: a consomé dorado y humeante y langostinos recién cocidos y cabrito y pimientos asados, un aroma delicioso y embriagador, diferente al de cualquier otro día del año, a familia y reencuentro, a total Navidad... Y a continuación, en tromba y caóticamente, los besos y abrazos (de los de antes del Covid, de los de verdad): diecisiete personas besándose y abrazándose y celebrando, con una sonrisa en los labios y el corazón al desnudo (que diría mi querido Baudelaire), el hecho de estar, un año más, juntos y vivos... Y el jaleo, acto seguido, de colocar los bolsos, paquetes y abrigos, las carreras de mis primos por el pasillo y las risas de mis tías en el comedor, las bengalas y serpentinas, las primeras copas de cava o de fino, los villancicos, los chistes y las confidencias, el ponerse todos apresuradamente al día de todo... Y justo antes de cenar, ya algo achispados los mayores, la hora de los regalos de los niños, que, con tanta gente en casa, eran muchos y muy sorprendentes: Monopoly, Madelmanes y Geypermanes, Quimicefa y Magia Borrás (mis favoritos), Scalextric, Juegos Reunidos Geyper, Exin Castillos, Cinexin... todo un mundo, en suma, de diversión y prodigios... Salvo, claro está, y como en cada Nochebuena, el regalo del tío Antonio, hermano soltero de mi abuela Consuelo, sin duda el más peculiar: nos reunía en fila india en el salón por orden de edad, nos preguntaba cuántos años teníamos, y nos daba un duro (con el omnipresente jerol de Franco estampado, aun estando ya casi en las últimas), cinco pesetas por cada año que cada uno tuviera, una pequeña fortuna para cualquier joven castor... Pura magia y ensoñación todo aquello, para mí al menos, evocado hoy, aquí y ahora, con cincuenta y cinco y en plena pandemia, aquellas gloriosas navidades de los años 70, al borde ya de la Transición y de una España nueva, todos felices en aquel pequeño piso de las afueras, embriagados por aquel olor a consomé y langostinos y cabrito y pimientos asados, y arrebatados, como diría el mago Iván Zulueta, por el espíritu de la Navidad... Cierro ahora los ojos para intentar reproducir en mi mente aquellas Nochebuenas, la de 1974 en particular, y es como saborear y oler y sentir y ver y escuchar otra vez todo aquello, mi magdalena de Proust personal, pura sinestesia y desorden de los sentidos, las risas de mis tías y primos, el sabor de aquel consomé y el olor de los langostinos en los dedos, los villancicos sonando de fondo, las conversaciones cruzadas, las serpentinas y las bengalas, las burbujas del cava y el crujir del turrón, la pierna chirriante de madera de mi abuelo (mutilado de guerra), el tacto gomoso de las cartas de la baraja tras la cena y los reflejos caleidoscópicos de las bolas navideñas y el espumillón... 

No tenía ni la más remota idea, si he de ser sincero, de sobre qué iba a ir este cuento cuando me he sentado hace un rato frente a la pantalla del ordenador a escribir, pero al cerrar los ojos y pensar en la Navidad, en las que yo por aquellos años viví, fellinianas y entrañables, mágicas y memorables, mis dedos se han independizado de mi cabeza sobre el teclado y han sido mis cinco sentidos los que les han dictado automáticamente estas líneas, lo que yo recuerdo de aquella Nochebuena de 1974, mi familia al completo en casa de mis abuelos, aquella mixtura de olores y música y sabores y colores, aquel cinexin de emociones y sensaciones: el espíritu de mi Navidad. 

Vicente Muñoz Álvarez, 
de Contamos la Navidad: Fiesta 
(Impresión Punto y Seguido, 2021)

Cover by Álvaro Collar Muñoz


lunes, 13 de diciembre de 2021

EL MERODEADOR: Ya a la venta en LcLibros.



El merodeador
describe una visión: la de un narrador enfrentado en soledad a sus propios fantasmas.

Durante casi una década, huyendo del esplín de la ciudad, viví en viejas casas de pueblo aisladas y me dediqué, entre otras cosas, a escribir una ficción relacionada con mis percepciones y experiencias de ese cambio de entorno y lapso de vida, cuando menos, alienante y confuso. Lo que en principio iba a ser un retiro creativo y una expansión sensorial, se convirtió paulatinamente en una especie de laberinto de tinieblas y cárcel de sombras que, finalmente, me forzó a regresar de nuevo a la ciudad…

Novela fragmentada y en construcción, diario existencial, monólogo interior, libro de ensueños… El merodeador narra el desasosiego bernhardiano de aquellos días y la sensación de vaciamiento y deriva, de extrañamiento, que a partir de entonces se hizo habitual en mí.

Vicente Muñoz Álvarez,
de El merodeador
(LcLibros, 2021)

Tercera edición revisada, en papel y en ebook, a la venta en LcLibros:



Portada y booktrailer por Marlus Leon

sábado, 11 de diciembre de 2021

CONTRA LAS CUERDAS



Así, me imagino, querido y magullado lector, habrás llegado hasta aquí, punto final de este tremendo poemario: contra las cuerdas: conmocionado, noqueado, estremecido, sin aliento y maltrecho... Más aún si, como es mi caso, conoces personalmente a la autora, su vida, obra y circunstancias, sufriendo doblemente el impacto de cada golpe y el vértigo de la caída... Pero al mismo tiempo, supongo, igual que yo también, maravillado por lo contundente y preciso de cada verso y el torrente de sensaciones y emociones que provocan: pasión y belleza en estado puro, y valor y coraje frente a la adversidad en tiempos de herrumbre y coronavirus: un salmo al desastre y el caos, al dolor y la esperanza, cuando todo se desmorona a nuestro alrededor, y un exorcismo y catarsis mediante el sortilegio sanador de las palabras: un viaje sin paracaídas al fin de la noche, en suma, y un amanecer, agotado y exhausto, como Lázaro resucitado, a la luz... Eso ha sido para mí, pese a sus tormentas y sombras, precipicios y abismos, este poemario cristalino y feroz, el más indisciplinado y transparente de Julia: luz de vida, luz de lucha, luz de entrega, luz de arrojo, de Madre, de Amor: tuyo será el Reino de los Cielos.

Vicente Muñoz Álvarez,
epílogo a Zapatos sin cordones,
de Julia Navas Moreno
(Chamán Ediciones, 2021)


martes, 7 de diciembre de 2021

RAZÓN DEL POEMA



día tras día

verso tras verso

libro tras libro

busco dentro de mí
la razón del poema

cómo
y para quién
escribir

con qué
sentido intención
con qué fin

eterno dilema

Vicente Muñoz Álvarez

viernes, 3 de diciembre de 2021

EL DEMONIO



PARA mí, sin duda, una de las mejores películas sobre posesiones satánicas de la historia del cine.

Dirigida por Brunello Rondi y con la gran Daliah Lavi como protagonista, El demonio (aka Demonia,1963) es un filme impactante y sobrecogedor, que combina lo folclórico con lo fantástico, lo ancestral con lo sobrenatural, y mantiene en vilo al espectador desde el primer hasta el último minuto del metraje.

Rodada a modo de documental en la región de Lucania (en el espectacular pueblo de Matera) y siguiendo en parte la estética del neorrealismo, El demonio nos sumerge de lleno en el mundo de las tradiciones y los ritos paganos de la Italia profunda, en sus cultos y ceremonias, donde magia y religión conviven en inquietante armonía.

Todo en esta película, su desconcertante guion, su nítida fotografía, la banda sonora, los paisajes y actores (muchos de ellos habitantes del pueblo) y el sincretismo de los rituales que muestra, encaja a la perfección, sin sensacionalismos ni estridencias, dando como resultado una sobria obra maestra.

Aunque si por algo merece ser reivindicada hoy en día, al margen de lo anterior, es por la abrumadora interpretación de Daliah Lavi, que deja al espectador boquiabierto.

William Friedkin debió empaparse muy bien de ella antes de rodar El Exorcista, hasta el punto de calcar una de sus más memorables secuencias: os toca (no os costará demasiado) descubrir a cuál me refiero.

Vicente Muñoz Álvarez,
de Películas que erizan la piel
(Canalla Ediciones, 2019)




martes, 30 de noviembre de 2021

TANGO FEROZ



estar siempre
en el lado perdedor
de todo en la vida

en el trabajo
en la economía
en la poesía
en la utopía

salvo en el amor

aún es más fuerte

Vicente Muñoz Álvarez

lunes, 29 de noviembre de 2021

DARWIN TENÍA RAZÓN


básicamente

si lo analizas

es una cuestión
de poder

para adaptarse
para mimetizarse
para perpetuarse
para sobrevivir
para medrar

como
en la jungla

cuál tu liana


Vicente Muñoz Álvarez

sábado, 27 de noviembre de 2021

HÍBRIDOS 2021: Última Jornada: EL TRUENO SOBRE EL LAGO



LOS JUEGOS DEL ALAMBRE & REMAINING LIFE

Juventudes Musicales de León y Producciones Infames presentan el proyecto EL TRUENO SOBRE EL LAGO, en el que confluyen e hibridan el nuevo proyecto de José Noise REMAINING LIFE, la improvisación dodecafónico estocástica del ensemble de Los Juegos del Alambre, formado por Lucia Aguilar Mateos, Alvaro Garcia Trobajo, Víctor Núñez Guzmán y Víctor Manuel de Prado Jimeno, violines, y Ernesto Turienzo Durán, violoncello, de la Orquesta JJMM-ULE, y la voz y la performance de la actriz y música, Andrea Soto Vargues.

Sábado, 27 de noviembre, a las 20 pm,
en el  Salón de Actos Alfonso V. Ayuntamiento de León

Entrada gratuita

viernes, 26 de noviembre de 2021

DEL SENTIDO DE LA VIDA



qué tiene
sentido
en la vida

qué cosas
proyectos
personas

merecen
de verdad
la pena

y por qué

antes de tirar
la toalla

pregúntatelo


Vicente Muñoz Álvarez

HÍBRIDOS 2021: Cuarta Jornada: EL CULTIVO DE LA SINGULARIDAD



Bonilla y Castiñeiras se entregan
al cultivo de la singularidad

L.N.C. | 26/11/2021. POESÍA Y MÚSICA 

Híbridos presenta sus dos últimas propuestas en forma de recital poético-musical y de experimentación sonora, con un cierto nivel de improvisación en ambos casos

El programa cultural y multidisciplinar ‘Híbridos’ entra en su recta final con la celebración este viernes y el sábado de sus dos últimas propuestas que se desarrollarán a partir de las 20:00 horas en el salón de actos del Ayuntamiento de León con entrada libre hasta completar el aforo.

La de este viernes reúne la voz y poesía del jardinero y poeta Gsús Bonilla (Badajoz, 1971) junto a la guitarra clásica de José A. Castiñeiras, en ‘El cultivo de la singularidad’. Una actuación poético musical basada en los textos del libro ‘El mundo florece para ser escrito’ de Bonilla, quien extiende su ejercicio poético a través de diarios, cuadernos de campo y artículos que exploran su peculiar relación con el mundo vegetal.

El acto se perfila como una forma de enhebrar la ceremonia y arte de la jardinería desde la perspectiva de un poeta, sumando una partitura improvisada que entregará al público el cultivo de la singularidad. Oficio y profesión conforman un traje escénico que se mostrará como un no lugar.

El sábado es el turno del ensamble Los juegos del alambre, experimento dodecafónico estocástico de improvisación de la formación Juventudes Musicales de León, que se unirá al proyecto ‘Remaining Life’ del músico leonés José Noise, presentando ‘El trueno sobre el lago’. La actuación está promovida por Producciones Infames y contará con la voz y performance de la actriz Andrea Soto Vargues, además de los violines y el violoncello de los jóvenes de JJMM-ULE.



miércoles, 24 de noviembre de 2021

HÍBRIDOS 2021: Tercera Jornada: ZAPATOS SIN CORDONES



Julia Navas Moreno ha escrito el que, sin duda, es su mejor y más contundente poemario hasta la fecha, Zapatos sin cordones (Chamán Ediciones, 2021), emotivo, tremendo y real como la vida perra, pero lleno también de esperanza y ternura.

Y vendrá a presentarlo hoy al Gran Café con un dj de lujo: Doctor Medicina (aka Juanjo da Silva), que pondrá la banda sonora ideal para la ocasión.

Una noche de lujo, que por nada en la Tierra deberíais perderos:

El miércoles 24 de noviembre, a las 21:00 horas, la programación se trasladará a la segunda planta de El Gran Café (C/ Cervantes, 9) para acoger la presentación poético musical del poemario ‘Zapatos sin cordones’ (Chamán Ediciones), de Julia Navas Moreno (Avilés, 1966). 

La autora asturiana recitará poemas de su libro, ambientados con una banda sonora cuyos temas estarán íntimamente relacionados con los versos declamados.

Dr. Medicina, alias del DJ Juanjo Da Silva (Avilés, 1964), dará la réplica a la poeta, subrayando el contenido emocional de su libro, que habla sobre cómo se trastoca todo cuando una enfermedad mental entra en una vida y de los daños colaterales que ello conlleva, así como del poder sanador del amor, la escritura y la esperanza.

Miércoles 24 de noviembre, a las 21:00 horas,
en el Gran Café de León (C/ Cervantes, 9: segunda planta)

Entrada gratuita



martes, 23 de noviembre de 2021

NUNCA SE ACABA EL POEMA



de los distintos modos
de obsesionarse
con algo en la vida

con el dinero
con la política
con la literatura
con el trabajo
con el amor
con la locura
con el oportunismo
con el conformismo
con el idealismo
con el nihilismo
con la utopía
con la hipocresía

y sus consecuencias

nunca se acaba
el poema


Vicente Muñoz Álvarez

photo by Marlus Leon

MI VIDA EN LA PENUMBRA

 
240.000 latidos

lunes, 22 de noviembre de 2021

ANTONIO ESCOHOTADO

 

QUÉ DIRECCIÓN



como un volante
en las manos

para evadirnos
para anestesiarnos
para complacer

la poesía

o como un arma
de resistencia
y poder

para conocernos
para interrogarnos
para comprender

cambian

según qué
horizonte

los versos


Vicente Muñoz Álvarez

photo by Marlus Leon

HÍBRIDOS 2021: Segunda Jornada: SINFONÍA DE CUERDA Y VIENTO PARA EPICURO


Meraki, del griego μεράκι, se refiere a “el alma, creatividad o amor puestos en algo; la esencia de uno mismo puesta en el trabajo”.

Meraki Cía. es una compañía emergente de danza contemporánea y urbana de origen asturiano con base en España, formada por bailarines procedentes de diferentes disciplinas, cuyo objetivo es la búsqueda e investigación de un lenguaje común. Desde 2017, la compañía se encuentra en residencia permanente en la sala gijonesa Espacio Escénico El Huerto (Zig Zag Danza).

Sinfonía de cuerda y viento para Epicuro narra los hechos acontecidos durante la glamourosa gala de entrega de “Los Premios Epicuro”, donde una variedad de artistas musicales serán galardonados con diferentes premios como reconocimiento a su trayectoria musical. La pieza gira en torno a la música, y los instrumentos de cuerda son el principal protagonista.

Ficha artística: Duración 40 minutos.
Intérpretes: Fernando Brignardello y Lucas García. Voz en Off: David Ayán.
Musica: Manuel Rocha y varios autores.
Foto: Lucía Fernández.

Fernando Brignardello. Comenzó a bailar en el 2011 Bboying (break dance). Su formación se ha nutrido por otros estilos, como bailes de salón o danza contemporánea. Actualmente trabaja como docente impartiendo Bboying en varias escuelas: Academia Mares, Academia Marisa Fanjul, Academia Danza Vanessa y Alma Funky. En su trayectoria en las danzas urbanas ha ganado competiciones tanto en el ámbito nacional e internacional. En el año 2020, comienza su carrera como intérprete trabajando en Meraki Cía, formando parte de la creación de la obra "Sinfonía de cuerda para Epicuro" o en "Play Again" de Proyecto Piloto.

Lucas García Álvarez (Mieres, 1994). Co-director de Meraki Cía. Performing Arts. Vinculado desde 2009 con las danzas urbanas (bboying). Posteriormente estudió danza contemporánea en Zig Zag Danza, completando su formación con clases y talleres en The Place (UK), Impulstanz (AT), La Caldera (ES), Marameo (DE), Alonzo King Lines (USA) o Danza180. Ha trabajado con Dana Raz Dance Projects, Izadora Weiss/BTT (Polonia), la Zarzuela del Teatro Campoamor o la Opera de Oviedo y en diferentes spots de TV y ha sido uno de los bailarines del programa de televisión Fama A Bailar 2019. En la actualidad, trabaja como intérprete en Cía. Nishelma (Barcelona) bajo la dirección de Nía Torres y colabora con el coreógrafo catalán Roberto Gómez para la creación de "Genzai" con el apoyo del Centre Civic Baro de Viver (Barcelona).

Lunes, 22 de noviembre, a las 20:00 horas, 
en el Salón de Actos del Ayuntamiento de León (C/ Alfonso V)

Entrada gratuita




sábado, 20 de noviembre de 2021

LAS SETAS en LA NUEVA CRÓNICA


El autor Vicente Muñoz Álvarez. | MARLUS LEON

José Ignacio García | La Nueva Crónica 20/11/2021

‘Las setas y otros relatos de la Era Pulp’ / Vicente Muñoz Álvarez /Versátiles Editorial

Narrativa breve, 208 páginas, 15,00 euros

Emplea Vicente Muñoz Álvarez, como epílogo a la treintena de cuentos y microrrelatos reunidos en ‘Las setas y otros relatos de la Era Pulp’, una cita de Jack Kerouac en la que el controvertido novelista estadounidense aseguraba que las personas «nos lanzamos hacia delante en busca de la próxima aventura disparatada bajo el sol».

Y eso es lo que hace el autor leonés. Lanzarse a tumba abierta –y las tumbas, por cierto, y sus descompuestos habitantes abundan en el inframundo de estas doscientas páginas– en busca de aventuras disparatadas, que unas veces ocurren bajo el sol y otras veces suceden amparadas por una complicidad lunar o lunática; pero siempre cuajadas de violencia, sexo, drogas y rock and roll, como él mismo nos previene cuando, al final de su introducción, nos advierte, tachándonos de «queridos drugos», de que «sangre, sexo, ultraviolencia, amor y desamor y crueldad y ternura» es con lo que nos vamos a topar en el libro. Y no falta a la verdad en ese apercibimiento. Porque esta recopilación de cuentos, escritos en distintas épocas creativas, no serían aptos para lectores de vísceras delicadas, si no fuera por la ingente calidad literaria que atesoran, además de por esa ternura a la que alude el narrador y que, no en todos los casos (eso sí), dulcifica algunas escenas o conflictos que se debaten entre lo espeluznante y lo paranormal.

Vicente Muñoz Álvarez es un escritor poliédrico y de largo recorrido, miembro destacado de esa generación de narradores leoneses del siglo XXI, surgidos a rebufo de maestros de la talla de Antonio Pereira o de José María Merino, pero ungido por un estilo característico que le hace inconfundible y especial, incluso cuando –como es el caso– su prosa se torna, en apariencia, más ligera, cruda y contundente; o cuando los temas que aborda resultan más trágicos, terroríficos o escabrosos de lo habitual.

Podría decirse que ‘Las setas y otros relatos de la Era Pulp’, haciendo honor a su título, es un libro de dos rombos; aquellos dos rombos limitadores y prohibitivos que lucía como emblema la televisión estatal y monopolística del siglo pasado, y que los más jóvenes tratábamos de eludir para descubrir el primer beso de tornillo de una pareja hollywoodense o la primera teta que alguna actriz nativa, jamona y desvergonzada dejaba al descubierto en un ‘Estudio 1’ monocromático.


Podría decirse también que este compendio de aventuras desasosegantes son un racimo de historias para no dormir, inspiradas por la serie homónima de Chicho Ibáñez Serrador en la que colaboraba el profesor Jiménez del Oso, ese Íker Jiménez del pleistoceno televisivo. Y no lo digo por decir: además de provocar ficticias pesadillas y crisis insomnes y de ansiedad, en algunos de estos relatos aparecen el enigmático guionista, habano entre boca y barba, o el parapsicólogo que dio origen a tantos programas de oscuros misterios, resueltos o sin resolver.

Pero además de esos personajes reconocibles o de los cameos de actores épicos como Bruce Lee y sus mortíferos nunchacos, que abrieron el apetito capitalista de algún amigo del autor, en ‘Las setas y otros relatos de la Era Pulp’ aparecen, cercanos y tangibles, el último habitante de la Tierra o niños que convierten un juego en una tragedia o vagabundos desheredados incluso de la esperanza y la dignidad o policías que sucumben al placer o maniquíes que se van de fiesta o enfermos que critican a los médicos y a la sociedad o presos lusos que tienen bastante de ilusos o preadolescentes que en el ardor del verano huyen despavoridos ante la perspectiva de una primera experiencia sexual que en nada se parece a la que habían soñado para estrenarse en las lides del amor o poetas callejeros disfrazados de voyeristas mercenarios o voces aquejadas de remordimientos eternos que suenan a maullidos de gato o maridos que agreden y violan a sus resignadas esposas o psicópatas incurables que despellejan a sus víctimas o peleles que dudan entre elegir el aburrimiento celestial o las diversiones picajosas con que los seduce el infierno.

Los relatos incluidos en ‘Las setas y otros relatos de la Era Pulp’, variables en extensión, aunque breves en su inmensa mayoría, son como punzadas lacerantes o bofetadas inclementes, unas veces provocan dolor y otras espabilan las conciencias atrofiadas de los lectores más acomodaticios; están escritos en una primera persona inmediata y transcurren entre la narración –a veces de un solo párrafo corrido– y el texto dialogado, sin que ninguna de las técnicas se resienta o muestre fisuras respecto a las otras.
Son, además, textos que apestan a esperma, a vino peleón, a sudor rancio; pero también a miedos inconfesables, a alucinaciones, a recuerdos de niñez y juventud, a sueños incumplidos y a cobardones que siempre están deseando huir, pero que nunca se atreven a dar el primer paso.

Al final, queda la huella candente de relatos como el que protagonizan una pareja de niños en un coche abandonado o el de un vagabundo urbano o el que discurre al anochecer en un bar de barrio obrero o el que personifica un matrimonio en el salón de una casa modesta, durante la cena, después de que los hijos se hayan acostado o el del opositor que sobrevive en un mundo inmovilizado por lo cotidiano. Pero sobre todo queda, más allá del dolor, de la crispación o la tristeza que provocan muchos de estos relatos, la sensación de que el lector ha emprendido un viaje disparatado, a lomos de un vehículo desbocado y sin frenos, bajo los rayos hirientes del sol o arrullado por los brazos de la luna, ocupando el asiento del copiloto y escuchando en la voz viva y sugerente del conductor historias, no sé si para no dormir, pero que al menos, para bien o para mal, ha soñado más de una vez, y que no ha sido capaz de escribir. Porque para eso, como le ocurre a Vicente Muñoz Álvarez, hace falta una pizca de mala leche, bastantes suelas desgastadas por el asfalto erosivo de la vida y, principalmente, dosis inagotables de talento.

José Ignacio García es escritor, crítico literario y coordinador del proyecto cultural ‘Contamos la Navidad’.





viernes, 19 de noviembre de 2021

MÁS LEJOS



este es
un poema
que arranca
a mediados
de los años 60

yo en plena
dictadura

con todo
lo opresivo
y depresivo
que ello implica

y continúa
hasta aquí

55 años después

en plena distopía

mi deber
como poeta
es contarlo


Vicente Muñoz Álvarez

jueves, 18 de noviembre de 2021

PACO GÓMEZ ABRE EL VIERNES LA NUEVA EDICIÓN DE HÍBRIDOS



Paco Gómez abre el viernes
la nueva edición de ‘Híbridos’

FESTIVAL MULTIDISCIPLINAR 

Joaquín Revuelta, La Nueva Crónica | 18/11/2021

El fotógrafo, escritor y editor conversará en torno a su más reciente publicación ‘Wattebled o el rastro de las cosas’, en el que, como ya sucediera con su autoedición de culto ‘Los Modlin’ (2013), se embarca en una investigación en la que estira la realidad hasta llegar a la ficción.

Por sexto año consecutivo, el programa cultural ‘Híbridos’ regresa para mostrar y demostrar que los límites entre las diversas disciplinas creativas son difusos y cada vez más frecuentes las interrelaciones entre sus distintos lenguajes. Del 19 al 27 de noviembre, el festival multidisciplinar reunirá en la ciudad de León, a través de cinco citas, a artistas destacados de todo el país que combinan en sus creaciones varios lenguajes artísticos, mediante un espíritu versátil y alternativo, que es el que siempre ha caracterizado a este programa.

Organizado por Silvia D. Chica y Vicente Muñoz Álvarez, ‘Híbridos’ cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de León a través de la Concejalía de Acción y Promoción Cultural y mantiene entrada gratuita para todos sus actos hasta completar el aforo. En palabras de la propia Silvia, se trata de «dar continuidad a un festival que se muestra del lado de la cultura, que trata de dar a conocer a gente verdaderamente interesante que se encuentra fuera de los circuitos de lo ‘mainstream’ o convencional».


Vicente Muñoz, por su parte, recuerda que el año pasado resultó muy complicado sacar adelante la quinta edición de ‘Híbridos’ a consecuencia del Covid, que sigue muy presente entre nosotros pero que por suerte no ha afectado tanto al programa de este año, salvo el hecho de no haber facilitado una mayor dispersión de las distintas propuestas que conforman el cartel de este año. «La pasada edición tuvimos que cambiar el programa a última hora y traer a gente de León porque los de fuera no podían ni venir debido a las restricciones de movilidad entonces vigentes. En esta sexta edición, como la movilidad entre las provincias está abierta, hemos podido mantener el espíritu de ‘Híbridos’, que es traer gente de fuera y de hecho en la convocatoria de este año casi todo el mundo es de fuera de León», destaca Muñoz, que se lamenta de que el Covid haya alterado la ubicación de los actos previstos. «Como sabes, antes se hacían muchas actividades en bares y ahora mismo, como la situación todavía resulta complicada, solo hemos recuperado El Gran Café para un día y el resto de propuestas se llevarán a cabo en el salón de actos del Ayuntamiento en Ordoño II. Esperemos que de cara al próximo año podamos recuperar la actividad en los bares, que a nosotros nos gusta mucho para ciertos actos que propician un tipo de contacto directo con una cerveza en la mano, sin mascarilla y con un ambiente digamos más lúdico y festivo».

Vicente Muñoz cree que el espíritu de ‘Híbridos’ se mantiene y es deudor de lo que desde 1996 ha venido haciendo Vinalia Trippers, «que era trabajar con un tipo de cultura underground, subterránea, alternativa. En su día lo hacíamos con nuestro sello, independientemente, y ahora tenemos este minúsculo programa del Ayuntamiento, porque contamos con un presupuesto muy limitado, pero sí que nos da para traer a las tres o cuatro figuras que a nosotros nos interesan y que llevamos rastreando todo el año», señala el coorganizador de ‘Híbridos’, para quien lo más reseñable de la sexta edición del festival que comienza este viernes es la presencia del autor madrileño Paco Gómez, «que nos deslumbró muchísimo tanto a Silvia como a mí con el libro ‘Los Modlin’ (2013), que es un híbrido total por la mezcla de fotógrafo y escritor, por ser un editor independiente que se autopublica, además con campañas de crowdfunding, y sobre todo por haber convertido, pese a todo, en libros de culto y en pequeños ‘best sellers’ sus proyectos», destaca Muñoz. 

Precisamente será Paco Gómez quien abra este viernes el programa de ‘Híbridos 21’ con la actividad ‘El rastro de los Wattebled’, donde el escritor, editor y fotógrafo conversará a partir de las 20:00 horas en torno a su última publicación, titulada ‘Wattebled o el rastro de las cosas’ (Fracaso Books, 2020). Un libro en el que, como ya sucediera con su autoedición de culto ‘Los Modlin’ (2013), «se embarca en una investigación en la que estira la realidad hasta llegar a la ficción».

Visitante asiduo del Rastro de Madrid, en el otoño de 2019 Paco Gómez compró unas cajas de negativos en placas de cristal de principios del siglo XX, las cuales contenían fotografías familiares de gran calidad tomadas por un fotógrafo francés desconocido. Con los únicos datos de su dirección en un sobre y un papel electoral, Gómez conseguirá localizar la identidad del autor de las imágenes, maestro de escuela y fotógrafo amateur, hilvanando un proyecto con el resultado de sus investigaciones, que se resume en un fotolibro que puede ser leído como libro de aventuras, diario o ensayo homenaje a la fotografía familiar. Un intento por rescatar del olvido las pasiones de otros.

Vicente Muñoz reconoce que esta edición de ‘Híbridos’ ha salido más literaria que otras anteriores, «porque de los cinco actos programados tres son presentaciones de libros que irán acompañadas de actuaciones musicales, etc, pues nuestra intención es que un escritor se junte con un músico para una presentación un poco más versátil al formato, que es de lo que intentamos beber», señala el poeta y gestor cultural.

El programa continúa el lunes, 22 de noviembre, en el salón de actos del Ayuntamiento con la actuación de la compañía emergente de danza contemporánea y urbana de origen asturiano Meraki Cía, que a las 20:00 horas presenta ‘Sinfonía de cuerda y viento para Epicuro’. Formada por Fernando Brignardello y Lucas García, bailarines procedentes de diferentes disciplinas pero unidos en su búsqueda de un lenguaje común, la pieza que traen a León gira en torno a la música, gracias al protagonismo de instrumentos de cuerda, y narra los hechos acontecidos durante la gala de entrega de unos premios que reconocen la trayectoria de una variedad de artistas musicales.


El miércoles 24 de noviembre, a las 21:00 horas, la programación se trasladará a la segunda planta de El Gran Café (C/ Cervantes, 9) para acoger la presentación poético musical del poemario ‘Zapatos sin cordones’ (Chamán ediciones), de Julia Navas Moreno (Avilés, 1966). La autora asturiana recitará poemas de su libro, ambientados con una banda sonora cuyos temas estarán íntimamente relacionados con los versos declamados.

Dr. Medicina, alias del DJ Juanjo Da Silva (Avilés, 1964), dará la réplica a la poeta, subrayando el contenido emocional de su libro, que habla sobre cómo se trastoca todo cuando una enfermedad mental entra en una vida y de los daños colaterales que ello conlleva, así como del poder sanador del amor, la escritura y la esperanza.


El viernes 26 de noviembre, el salón de actos del Ayuntamiento de León acogerá, a las 20:00 horas, la voz y poesía del jardinero y poeta Gsús Bonilla (Badajoz, 1971) junto a la guitarra clásica de José A. Castiñeiras, en ‘El cultivo de la singularidad’. Una actuación poético musical basada en los textos del libro ‘El mundo florece para ser escrito’ de Bonilla, quien extiende su ejercicio poético a través de diarios, cuadernos de campo y artículos que exploran su peculiar relación con el mundo vegetal.

El acto se perfila como una forma de enhebrar la ceremonia y arte de la jardinería desde la perspectiva de un poeta, sumando una partitura improvisada que entregará al público el cultivo de la singularidad. Oficio y profesión conforman un traje escénico que se mostrará como un no lugar.


Por último, el sábado día 27, a las 20:00 horas, el grupo de ensamble Los juegos del alambre, experimento dodecafónico estocástico de improvisación de la formación Juventudes Musicales de León, se unirá al proyecto ‘Remaining Life’ del músico leonés José Noise, presentando ‘El trueno sobre el lago’.


La actuación, que tendrá lugar en el consistorio leonés, está promovida por la empresa leonesa Producciones Infames y contará con la voz y performance de la actriz Andrea Soto Vargues, además de los violines y el violoncello de los jóvenes músicos procedentes de la orquesta de la Universidad de León.