martes, 28 de julio de 2020

VIDAS PARALELAS




Hay vidas que van quedando atrás,
secuencias de lo que pudimos ser,
lo que soñamos,
que el tiempo se encarga de olvidar
aunque al final siempre es lo mismo:

el eco de una voz extraña en el recuerdo
y la añoranza de cuanto perdimos,
la desilusión de la memoria
al errar tantos caminos

en eso estriba todo:

vivir sólo un presente
con tantas vidas dentro abrasándonos,
quemándonos de impaciencia y duda
frente al horizonte inmenso
de nuestra pluralidad. 



Vicente Muñoz Álvarez, de Gas: Antología poética personal 1999-2016 (Lupercalia Ediciones, 2016)

miércoles, 22 de julio de 2020

EL TIEMPO DE LOS ASESINOS: Fragmentos (2)



Hay, en El retrato de Dorian Gray, una frase que condensa en muy pocas palabras la clave y el fin, no solo de esa novela, sino de la vida al completo de Oscar Wilde: «Curar el alma a través de los sentidos y los sentidos por medio del alma». Lo espiritual y lo carnal, lo diabólico y lo ascético, el cielo y el infierno unidos para el goce exclusivo del creador: esa búsqueda ciega de placer e ideal que persiguen protagonista y autor, y que termina en ambos casos en trágica expiación. 

En realidad, salvo quizás en sus últimos días, Wilde encarnó en sus textos y sus personajes todos los complejos y dudas morales que siempre le condicionaron: la lucha interior entre el hedonismo y la mística, el desenfreno y el arrepentimiento, consecuencia ineludible de su ambigua personalidad. Su vida entera es un ejemplo del ideal decadente (refinado, esteta, andrógino y maldito), y su obra, en especial El retrato de Dorian Gray, una de las más importantes de la literatura inglesa de todos los tiempos. Razones, ambas, que justifican los cientos de estudios que sobre él se han escrito en las últimas décadas.

Vicente Muñoz Álvarez,
de El tiempo de los asesinos
(LcLibros, 2019)



Booktrailer


jueves, 16 de julio de 2020

DEL FONDO



es estar agotado de todo lo que me ha decepcionado en la vida y comenzar lentamente la criba... empezando por mí, claro que sí, lo que pude haber sido y no fui, lo que podría haber hecho y dado y no di, tantas ilusiones y sueños perdidos, y siguiendo por todo aquello que me defraudó, que no asimilé ni entendí, para qué diseccionar el dolor, a ninguna parte me lleva... imagino un fondo de mar con algas meciéndose hipnóticamente al son de las mareas, y de ahí, de ese fondo que es mi cabeza, ascendiendo lentamente, toda mi vida... como burbujas que suben poco a poco a la superficie del mar, mi vida, y las caras y emociones y experiencias que por ella han pasado, y luego, a la luz del sol, lo que baja y definitivamente se queda... lo profundo del mar y ahí, en el sustrato, lo que para siempre se queda... del fondo son algunas visiones, unos pocos corazones y unas cuantas sonrisas... el resto, burbujas que desaparecen en la superficie del mar... en qué mundo extraño vivo, qué peces abisales son estos y a dónde conducen estas mareas, me pregunto... y mi Némesis responde: déjate llevar...


Vicente Muñoz Álvarez,
de Travesía (Chamán Ediciones, 2018)


miércoles, 8 de julio de 2020

REMEMBER IT


 

las becas 
las ayudas
las prestaciones
las subvenciones 

hijo 

son para los que 
realmente las necesitan 

recuerdo 
que me decía 
mi madre
de niño 

mañana las podremos 
necesitar nosotros 
o tú

si no
se colapsará
el sistema

eran de derechas 

mis padres

pero más solidarios 
que muchos 

ahora 
lo entiendo


Vicente Muñoz Álvarez

DEL FONDO: Fragmentos (8)



Del fondo, 
de las tinieblas, 
de allá abajo, 
de lo oscuro, 
de lo viscoso, 
de lo insondable, 
de lo profundo, 
de lo innombrable, 
del refugio que en las pesadillas 
uno jamás logra encontrar.


DEL FONDO

Vicente Muñoz Álvarez ilustrado por Andrés Casciani
(Producciones Vinalia Trippers, 2018)

Información y pedidos:

España: vicentevinalia@hotmail.com
Argentina: andrescasciani@gmail.com

Booktrailer:

 

miércoles, 1 de julio de 2020

SE DUERME EL QUE ACARICIA



si me acaricias las orejas 
me quedo dormida 

me dijo una noche 
de insomnio 
antes de saberlo 

y comencé a acariciárselas 
suave y lentamente 
lenta y suavemente 

hasta que empecé
a dormirme yo 

te estás durmiendo tú
me dijo sonriendo 

y yo 

ya medio en sueños 
y para justificarme 

contesté 

se duerme
el que acaricia

y caí rendido en sus brazos 
hasta la mañana siguiente 

desde aquel día

sortilegios del amor 

nos repetimos
cariñosamente
esa frase a veces

se duerme
el que acaricia

un clásico ya 
en nuestra relación 

y aún seguimos
brindando por ello


Vicente Muñoz Álvarez

photo by Marlus Leon