sábado, 26 de agosto de 2023

EL TIEMPO DE LOS ASESINOS: Fragmentos.



De todos los trabajos que William S. Burroughs (1914-1997) realizó en Norteamérica hasta su dedicación exclusiva a la escritura, el único que, según sus propias palabras, le resultó medianamente llevadero fue el de exterminador de parásitos e insectos, oficio este que, en buena medida, ilustra el hermetismo de su vida y sus novelas.

No puedo evitar la visión del viejo Bill con su pistola persiguiendo insectos y recitando versos de Blake con sus pupilas vidriosas de adicto a la heroína... Como tampoco la asociación de dicha imagen con la del Bardamu contador de pulgas que Céline describe en Viaje al fin de la noche: un oficio absurdo y delirante para un banal fin de milenio.

William S. Burroughs: escritor, yonqui, marica, deconstructor de imágenes y textos, cazador, pintor, homicida, pederasta y padre indiscutible (por más que no lo asumiera) de la disoluta Generación Beat.

Vicente Muñoz Álvarez,
de El tiempo de los asesinos.
Semblanzas de algunos escritores malditos.
(LcLibros, 2019)


Booktrailer


viernes, 25 de agosto de 2023

EL ORO DE RENNES



los que buscan
lo espiritual
en la vida

serenidad
sentido
armonía

y los que persiguen
lo material
de la vida

riqueza
poder
entropía

en qué lado
de Babilonia
estás tú

Vicente Muñoz Álvarez

MIXTURA (De blues)



Mézclalo todo dentro de ti, tus sentimientos, tu vida y pasión, tu pasado y tus experiencias, tus regresiones y fantasmas y miedos, tu ira y tu felicidad, las personas que has amado y las que te han amado a ti, lo que queda ya atrás, mezcla literatura y música, poesía y cine, sequía y lluvia, amor y desamor, arte y ensoñación, mezcla tus fobias, obsesiones y recuerdos, infiernos y cielos, los 70 con los 80 y los 90 también, mézclate tú con ello, intégrate y disgrégate, tus amigos de hoy y los de ayer, los corazones que te iluminaron, los cuerpos que te dieron placer, las pieles que acariciaste, las que te hicieron sufrir, lo que hay y lo que fue... Y luego quédate con la esencia, lo que eres aquí y ahora, estos latidos, este presente, este momento... Hora, por tanto, de arrancar de nuevo...

Vicente Muñoz Álvarez,
de Regresiones 

Nueva edición ampliada en LcLibros:



miércoles, 23 de agosto de 2023

PREGÚNTALE A WEN



las fotos
de hoy
y las de ayer

lo que fuimos
somos
y podríamos ser

aquellos
nosotros
otros

frente al espejo

toda una vida

Vicente Muñoz Álvarez

Foto por Elisa M

HAIRCUT AND ATTITUDE



una campaña más

listo para la guerra

la vida pasa

Vicente Muñoz Álvarez

viernes, 18 de agosto de 2023

ME AND THE DEVIL BLUES



ser congruente
no es suficiente

escribir bien
no es suficiente

haber leído mucho
no es suficiente

interesarte por los otros
no es suficiente

tu obra publicada
no es suficiente

no venderte al sistema
no es suficiente

dicen

y llegado
a ese punto

poeta

qué

Vicente Muñoz Álvarez

MAR AZUL



toca vender
zapatos de nuevo

pienso en mi terraza
viendo los tomates crecer

entre par y par
contra vientos y mares
entre el campo y la ciudad
pasa la vida

celebra

mientras duren

los días

Vicente Muñoz Álvarez

jueves, 17 de agosto de 2023

EL NOMBRE DE LA ROSA



cuando a veces pienso
que no he logrado
en la vida nada
de lo que de joven
me prometí hacer

como poeta

miro hacia atrás sin ira
y veo mis huellas
marcadas en la arena

su dirección
su orientación
su rastro

y a dónde
me han llevado

sin renunciar
a nada de lo que
juré no hacer

como persona

no es mal lugar

tampoco

Vicente Muñoz Álvarez

"REGRESIONES": LA RECUPERACIÓN DE UN TIEMPO QUE NO VOLVERÁ



Además de editor, Vicente Muñoz Álvarez (León, 1966), es un incansable cultivador de la entera gama genérica: poesía, narrativa corta y larga, ensayo. Un escritor esponja o todoterreno, como se considera él mismo. El pasado año publicó la “novela” de los años 70, 80 y 90 de la capital leonesa, en la que, con indudable acierto, amalgama su propia biografía y el retrato de su generación, reflejados en el trasfondo, para la mayoría de los lectores poco conocido, de una ciudad: León. Un libro que era una deuda pendiente con su propia conciencia literaria, escrito desde una distancia temporal suficiente, que le otorga al escritor la necesaria perspectiva para valorar con criterio ajustado y al mismo tiempo relativista, los acontecimientos de aquellos años en la ciudad vivida, gozada o padecida, que de todo hay en cualquiera experiencia vital.

El libro es lo que dice el título: regresiones a los espacios de la infancia y de la juventud, sobre todo. Memorias de un superviviente en una ciudad gris, hecha color gracias a los comics, las viejas arquitecturas, los cromos y las teleseries, como se ha escrito.

Regresiones no es narrativa fácil de encasillar. Algo así como un híbrido entre novela y libro de memorias. Crónica de vivencias reales y sentimentales en la ciudad de uno: León, la de Vicente Muñoz Álvarez. Una crónica que echa a andar extrañamente con el primer contacto con la muerte, en una tarde-noche invernal, a la edad de cuatro o cinco años, con una terrible sensación de náusea y desconsuelo, tras escuchar de sus padres qué era morir. A continuación, una medida sucesión de secuencias vivenciales en las que el escritor recupera su infancia, vivida y soportada con inocencia infantil durante la dictadura: los sabores de las manzanas de caramelo de los años 70; los juguetes que desarrollarían sus tendencias ensoñadoras; el intercambio de cromos al pie de la Casa Botines, el palacio mítico y tenebroso donde se instalan los abuelos, y que retorna con frecuencia en estas regresiones; la particular Casa Usher del niño al lado del siniestro cine Mari, siempre presente en las pesadillas del escritor y germen de la afición por la literatura y cine de terror; la deuda pendiente con el colegio de los Agustinos y su terrible dinámica educacional; las series de televisión, partes entrañables de una educación sentimental; la fascinación por Cría cuervos, la película de Saura que “me traslada empáticamente a otro mundo y tiempo, una infancia/adolescencia de penumbra imprecisa” (página 51), con el tristísimo tema de Jeanette Por qué te vas, que se instalará para siempre en su corazón; los terrores difícilmente asimilables en la infancia, como los que le generó la casona de la descuartizadora del Portillo.

Las recuperaciones de la “fiesta” de la Transición, para los adolescentes de entonces con el desmadre del punk, el destape, el cine alternativo, el underground… y la Pura Vida (Movida). Y los ojos del adolescente que navegan todavía por un maravilloso mundo poblado de tritones, salamandras, monos marinos…E incontables héroes y superhéroes que, más que ninguna otra cosa, serán lo que deje en el cerebro adolescente la llamada Transición. También la lluvia de aquellos días percibida desde la penumbra de las aulas y pasillos del colegio frailuno, “metáfora del tedio infinito”; los festivales de Eurovisión, “sangre para la máquina de la dictadura, nueva carne para la de la Transición” (página 83); aquellos primeros latidos de cine erótico y pornográfico que disipaban la libido de la pandilla de adolescentes; las revistas que rulaban cargadas de lujuria por las manos adolescentes; el inicio cabrón en la vida adulta.

Y con los 80, la explosión de la Movida que en León comenzó con los Cardiacos. Y acto seguido llegarían en tromba incontables grupos que atruenan la noche leonesa e imponen los acordes de la iniciación musical del autor; el enganche a la lectura con H. P. Lovecraft y el inicio de la escritura de los primeros relatos también bajo el influjo del gran innovador del relato de terror.

Y así, regresión tras regresión, Vicente Muñoz Álvarez, desocupa el baúl de sus recuerdos y visibiliza, para todos aquellos que nos acercamos a las páginas de este libro, lo que fue su despertar a la vida, su educación, también la sentimental y, en el último capítulo, Días extraños, lo que sería una apuesta suicida por la literatura. En una Coda final veinte escritores y músicos de la generación del escritor nos ofrecen su testimonio de lo vivido y de lo compartido.

Un libro pues de recuperación del tiempo ido, de “los tiempos maravillosos y lejanos que (salvo en mis regresiones) no volverán” (página 33). Escrito con tonalidad nostálgica, aunque al autor no le guste ese estado de ánimo escritural, pero sobre todo con mirada lúcida, evocadora, en un plausible ajuste de cuentas con los héroes y mitos personales del escritor, desde un tiempo que emerge de la dictadura, pero que muy pronto se transforma en un espacio mucho más abierto, libertario y creativo que el actual.

Libro eminentemente leonés, escrito con un estilo de prosa intenso, a veces furioso, esponjoso y dilatado siempre, y que, no obstante su localismo, no desagrada a aquellos lectores capaces de disfrutar con las recuperaciones vivenciales, escritas desde una cruda honestidad. Porque todos o casi todos nos hemos iniciado a la vida padeciendo y gozando de las mismas caricias y de similares cicatrices.

Francisco Martínez Bouzas


Nueva edición ampliada en LcLibros



martes, 8 de agosto de 2023

DE ESPÍRITU LIBRE



el arte
de etiquetar

en la vida
en las redes
en la política
en la sociedad

qué agotador

para el que
nunca etiqueta

salvo a sí mismo

de espíritu libre

Vicente Muñoz Álvarez

lunes, 7 de agosto de 2023

JUEGO DE TRONOS



debatirse entre

ser lo que eres
contar lo que sientes
y buscar la pureza

como persona
y poeta

o ser otro
y vestir otra piel

para agradar
para trepar
para medrar

buscando
otras metas

hay mucho
en juego

Vicente Muñoz Álvarez

viernes, 4 de agosto de 2023

HELTER SKELTER



Toc, toc, toc.

- Cariño, despierta, están llamando a la puerta...

- ¿Pero qué hora es? - pregunta él sobresaltado, girándose bruscamente en la cama.

- Las tres y veinte... Me acaban de despertar esos golpes, alguien está llamando...

- ¿Quién puede ser a estas horas? Qué raro...

- No lo sé, pero han llamado ya varias veces... Vete a echar un ojo por la mirilla, pero no abras la puerta...

- Se habrán equivocado, supongo...

- Han llamado ya varias veces, vete a mirar, por favor, estoy asustada...

Toc, toc, toc.

Al escuchar de nuevo los golpes, él enciende la luz de la mesilla de noche, se levanta y avanza sigiloso por el pasillo hasta llegar a la puerta. Con cautela y procurando no hacer ruido, se asoma a la mirilla y lo primero que ve es una cruz gamada burdamente tatuada entre dos pobladas cejas, y unos ojos saltones y oscuros clavándose en los suyos. Y luego, separándose un poco, a un hombre de mediana edad, con barba y pelo largo, y la cara pegada a la puerta.

Toc, toc, toc.

- Sé que estás ahí, cerdito, te oigo respirar...

Un escalofrío le recorre la espalda, y se retira instintivamente hacia atrás, quedándose estupefacto al escuchar esas palabras.

Toc, toc, toc.

- Será mejor que abras la puerta, o la abriré yo mismo.

- Lárguese inmediatamente o llamaré a la policía...

Toc, toc, toc.

- Voy a llamar a la policía...

Y eso es lo que hace al llegar jadeando al dormitorio, llamar al 091, mientras su mujer, presa del pánico, le pregunta por detrás quién está llamando.

- No lo sé -le responde al colgar el teléfono, después de haberle dado su dirección a un agente-, pero no me gusta nada... Lleva una cruz gamada en el entrecejo y dice que abra la puerta, o que la abrirá él... La policía me ha asegurado que llegarán lo antes posible, en cosa de diez o quince minutos, y que si sigue llamando nos encerremos en alguna habitación, pero que no se nos ocurra abrir...

Toc, toc, toc.

- Esta puerta no tiene cerrojo -dice ella aterrorizada-, vamos al cuarto de baño...

Lo último que escuchan, antes de encerrarse dentro, es un sonido metálico en la cerradura de la puerta de casa, como si la estuvieran forzando con una ganzúa.

Esta historia, como la vida misma, puede tener varios finales: elige el que tú quieras.


Vicente Muñoz Álvarez

jueves, 3 de agosto de 2023

LUZ QUE AGONIZA

Detrás de una pelota siempre hay un niño, según el dicho popular. Pero en esta historia no hay ningún niño, sólo pelota. El niño ha desaparecido hace ya tiempo, arrollado por una furgoneta en este angosto callejón, pero la pelota sigue apareciéndose aún, surgiendo de la nada en el lugar del atropello, materializándose y esfumándose, como por arte de magia, tras dar unos cuantos botes sobre el asfalto. Sólo algunos conductores, aleatoriamente, la ven, y frenan su vehículo súbitamente, mirando sobresaltados hacia el lugar de donde procede, para continuar precavidos su marcha al comprobar que detrás de ella no hay nadie. Es una leyenda urbana en el barrio. Y a lo largo del tiempo, muchos afirman haberla visto botar frente a sus coches. Dicen que los padres enterraron al niño con la pelota tras el accidente. Pero aún sigue, de vez en cuando, apareciendo y desvaneciéndose, como una luz que agoniza, en medio del callejón. Nadie sabe por qué.

Vicente Muñoz Álvarez

miércoles, 2 de agosto de 2023

CORAZÓN DE BUEY

en mi pequeño
huerto urbano

cada tomate
es un tesoro

cada tesoro
una catarsis

cada catarsis
una revelación

mi alma
en su carne

Vicente Muñoz Álvarez

martes, 1 de agosto de 2023

NO MAN'S LAND



ese punto
de la nación

sin ideologías
ni banderas

donde entre sólo
gente pura

gente limpia
gente honesta
gente buena

contra
la manipulación
y el Poder

dónde

Vicente Muñoz Álvarez