miércoles, 31 de mayo de 2023

LA QUÍMICA DEL COLOR en LEÓN



El próximo sábado, 3 de junio, tendré el placer de presentar en la Librería Tula Varona, junto a Carlos Salcedo, La química del color, de Pepe Pereza, uno de los mejores libros de relatos que he leído últimamente. Minimalismo y realismo sucio del bueno, de la mano de uno de los narradores más brillantes de nuestro país: no faltéis a la cita.

El escritor Pepe Pereza presenta el próximo sábado, 3 de junio, en León su libro de relatos La química del color, acompañado de los autores leoneses Vicente Muñoz Álvarez y Carlos Salcedo Odklas. El acto tendrá lugar a las 19.30 horas en la librería Tula Varona de la capital.

'La química del color' es una colección de ocho relatos en la que Pepe Pereza disecciona la naturaleza humana. Para ello, se sirve de ocho colores que impregnan el carácter y escenario de cada historia. Los textos, crudos y tiernos a la vez, presentan una galería de protagonistas que no son héroes ni víctimas y en los que el lector se ve reflejado. El trabajo de Pepe Pereza como guionista da a los relatos un carácter cinematográfico característico, gracias al recurso cromático de dotar a cada historia de un color propio.



martes, 30 de mayo de 2023

GRAN HOUDINI

la diferencia
entre un mago
y un simple tahúr

es que al primero
no se le ve nunca
el as en la manga

pero al segundo

aunque lo oculte


Vicente Muñoz Álvarez

EL MERODEADOR según PABLO MALMIERCA



LA ESPERANZA TIENE FORMA DE DELFÍN

Escribir sobre un libro de Vicente Muñoz Álvarez puede convertirse en un ejercicio de introspección del que, como lector, uno puede no salir ileso. Alrededor de El merodeador crecen enredaderas que desde nuestros pies ascienden hasta lo más profundo de nuestro cerebro y corremos el riesgo de que se mantengan allí mucho tiempo, tirando de nosotros hacia el suelo primigenio de nuestros más ocultos miedos y fobias.

El merodeador nos plantea un viaje interior hacia un mundo plagado de preguntas, existenciales en su mayor parte. ¿Es el mundo como lo vemos o como lo sentimos? ¿Qué puedo esperar de la realidad, a parte de ansiedad? ¿Qué nos domina, el pensamiento o la acción? ¿Es el sueño la salvación a nuestros males? ¿Cuál es el lugar de la pérdida de la identidad? ¿Existe un mundo fuera del que nosotros creamos?

Pero sobre todas estas preguntas, sobre todos los relatos que componen el libro sobrevuela una obsesión. Igual que Cthulhu habita en el fondo del mar esperando el momento de emerger, en nuestro subconsciente viven, latentes, esperando su momento nuestros miedos más ocultos. Podríamos hablar de El merodeador como un catálogo de los horrores que acompañan al hombre moderno en su día a día: la soledad, el miedo a la muerte, las obsesiones, la locura, la pérdida del ser amado, la alienación del trabajo que nos encarcela…

En este texto encontramos ricas referencias literarias y cinematográficas, recuerdos a El corazón delator, las obsesiones del Bernhard más angustiado de Corrección, partes oscuras de nuestra mente que emergen a la realidad como el asesino más despiadado de un slasher que armado de paciencia espera a su víctima agazapado hasta encontrar el momento adecuado para asestar su cuchillada.

Aunque sea un libro de relatos, todo gira alrededor de la idea central del individuo fragmentado, vacío, víctima del insomnio más recalcitrante. Un individuo que podríamos decir vive en un universo propio, un universo concentrado en ocasiones en el interior de una caja de zapatos, del que emergen como vías de salvación delfines y mundos paralelos que se despliegan hasta construir un todo narrativo donde la técnica de las cajas chinas lleva el texto desde la ficción hasta una realidad creada, o mejor dicho recreada, desde la subjetividad del narrador-escritor-espectador.

El libro, como todo lo que escribe Vicente Muñoz, tiene una fuerte carga autobiográfica, lo que aumenta su crudeza. Leemos así de forma diferente frases como: “nuestra vieja unión necesitará consumirse para resurgir luego fortalecida de sus propias cenizas”. La esperanza de la reconstrucción está presente a lo largo de todos los relatos. Frente a la culpa, el insomnio, los pasos nocturnos, siempre hay una esperanza, como el delfín que se salva de morir encallado en una playa, como la relación muerta por el alcohol, como la cordura perdida en la miasma de las fobias, como la lluvia que algún día cesará.

Un libro muy recomendable de uno de los adalides del underground literario en España. La oportunidad de leer buena literatura alejada de los ya ajados caminos del mainstream, literatura en estado puro, como un golpe directo a la mandíbula.

Pablo Malmierca

Vicente Muñoz Álvarez, 
El merodeador 
(LcLibros, 2021)


jueves, 25 de mayo de 2023

LA POESÍA ES UN ARMA QUE CARGA EL DIABLO en LIBRÚJULA



Otro de los poemarios más recomendables es La poesía es un arma que carga el Diablo (Literaturas Com Libros/Erres Proyectos Digitales) del reconocido poeta Vicente Muñoz Álvarez (León, 1966), con prólogo de otro de los grandes poetas aragoneses de la actualidad, Ignacio Escuín Borao y epílogo del admirado poeta Gsús Bonilla. Quienes, tanto uno como otro, apuestan por esta poesía descarnada, confesional de Muñoz Álvarez. Pienso que la poesía, entre otras cosas, es un lenguaje que tiene que velar por lo desaparecido. O sea, debe cumplir, entre otras funciones, esa, la de ser testigo de lo que ya no está. Y más en esta época, en la que hay muchos intereses. En los versos de este poemario hay también perplejidad e indignación. A la vez que desasosiego e incertidumbre. Poemas Como hojas ardiendo o A sangre y hielo y Los olvidados dan cuenta de esto, entre otros, claro: “cuál es el camino”.

Enrique Villagrasa,
en Librújula



martes, 23 de mayo de 2023

PAPEL MOJADO



mis libros
las presentaciones
de mis libros
la feria del libro
lo que se vendan
mis libros
lo que digan
de mis libros

ya

qué más da

sólo escribirlos
como terapia

ahora

el resto papel


Vicente Muñoz Álvarez

lunes, 22 de mayo de 2023

EN CASA de LOIDA RUÍZ RODRÍGUEZ

Va directa su poesía,
se detiene lo justo para no alejarse del camino y llegar.

Qué placer leer a Vicente...

La poesía es un arma que carga el diablo,
Vicente Muñoz Álvarez.


domingo, 21 de mayo de 2023

CRÓNICA DE LOS DIAS QUE PASAN


El próximo martes, 23 de mayo, acompañaré a Nuria Viuda en la presentación de este fantástico libro en el ILC: os esperamos.

sábado, 20 de mayo de 2023

THREADS



Una película que debería ser de obligatorio visionado para todos los habitantes del planeta, comenzando por los dirigentes militares y políticos, y siguiendo por el resto de la humanidad: Threads (1984), de Mick Jackson.

Demoledor y brutal, apocalíptico e inclemente, escalofriante y durísimo, este filme, rodado a modo de falso documental, recrea con todo lujo de detalles un hipotético ataque nuclear sobre el Reino Unido en el contexto de la Guerra Fría, y las consecuencias de la catástrofe a lo largo de la siguiente década, que llevan a la población a la miseria y el caos: un país hecho añicos, millones de muertos, enfermedades y hambrunas, y una recesión hacia la Edad de Piedra (o de cascotes, más bien).

Pocas películas me han dejado tan mal cuerpo como esta, que no había visto en su día y me ha desazonado por completo (y provocado angustiosas pesadillas), y que sin embargo recomiendo a todo el mundo ver, para concienciarse de lo que realmente está en juego.

Uno piensa en una guerra nuclear como algo tremendo y letal, sin duda, pero no en los devastadores efectos que a largo plazo implica, y este filme lo deja meridianamente claro: el horror, el horror, que diría Kurtz en el Corazón de las tinieblas.

Buscad el día y momento adecuado, porque os dejará sin aliento, y preparaos para lo peor: el Infierno en la Tierra.

Decir que es una buena película, en este caso, no sería bastante: es necesaria. 

Vicente Muñoz Álvarez

miércoles, 17 de mayo de 2023

HISTORIA DE ROMA

 

Calígula
Tiberio
Augusto
Heliogábalo
Caracalla
Nerón

y su costumbre
de arrojar pan
y monedas
al pueblo

e invitarle
al circo

hoy

Vicente Muñoz Álvarez

lunes, 15 de mayo de 2023

BAJO LOS ADOQUINES, LAS PERLAS


Ese plus de emoción y sentimiento, en estos tiempos salvajes que corren, de decir de algún libro, objetivamente y sin esperar nada a cambio, que te encanta sin más, dónde ha quedado, y a qué tierra yerma, los que manejan los hilos de la literatura y la política, nos han llevado, me pregunto... Porque yo, que no me prodigo últimamente en nada, ni en presentar ya los míos, lo haré con sumo placer por dos personas y obras que me parecen sobresalientes, recién terminada la ruta y ardiendo todavía, con toda la ilusión que me queda aún en el corazón: Crónica de los días que pasan (23 de mayo en el Instituto Leonés de Cultura) y La química del color (3 de junio en Tula Varona): bajo los adoquines las perlas, pienso, y más allá el mar...

Vicente Muñoz Álvarez

WESTERN DE EMOCIONES



Vicente Muñoz posee el don de la ubicuidad. También el de la alquimia. No hay otra explicación para esa capacidad suya para enredarse en el tiempo y entregarse a su oficio de escritor, a sus otros oficios y también a esa vida tan intensa, tan íntima y tan cómplice de la que es devoto y que le sume en un constante mar de instantes. Su biografía artística le delata como un obseso de la acción creativa más entusiasta y pone en cuestión la condena del síndrome de la página en blanco al que cualquier escritor se ve abocado. Ahí está el centenar de cuartillas que ha rellenado con trazo seguro y que, sumadas, dan contenido a una trayectoria inundada de referencias y colmada por toda clase de publicaciones. Da igual el género en el que se maneje o el proyecto que le maniate, Vicente Muñoz Alvarez no se emplea en el susodicho sino en la firmeza y la rotundidad. Es uno de esos 'pepito grillo' que toda sociedad necesita y cuya voz se amplifica por sí misma sin más ayuda que la de su propia sensibilidad, sostenida por una variedad amplia de emociones.

'Regresiones' constituye su último proyecto. Llevaba tiempo rumiándolo pero sólo ahora, cuando su vida ha cubierto las etapas suficientes y el aroma de los cincuenta se le anuncia ya, ha decido apuntalarlo. “Es una novela sobre nuestro León subterráneo de los 80, básicamente, por la que pulula mucha gente”, asegura Vicente sobre su nuevo libro. “Una especie de crónica de la cultura no oficial de esta ciudad, que la ha habido, mucha, y sobre la que creo que hasta ahora nadie ha escrito un libro. Así que allá que me he lanzado y esto ha salido”. La propia vivencia ha alimentado la literatura de Vicente Muñoz. La instrucción en la experiencia ha empujado muchas de las líneas que ha ideado. En 'Regresiones' aún va más lejos. Es un libro sobre él mismo. Aunque no haya en él ejercicio alguno de vanidad o arrogancia, sino esmerado manejo de la primera persona para ordenar los recuerdos y vivencias que, una vez suturados y perfectamente localizados en una etapa muy concreta, el León de los ochenta, subliman el siempre complejo ejercicio de la introspección. “Es un álbum temporal de fotos de otro mundo que no va a volver”, ha escrito Pacho Rodríguez, periodista, músico y escritor leonés, que vivió en primera persona, como Vicente, muchos de los pasajes de aquel León ochentero que sacudía su modorra y abría sus puertas a una vida cultural que, quizás por su ingenuidad y su falta de rubor, se multiplicaba y forzaba el talento de sus protagonistas.

Necesitaba Vicente de la perspectiva temporal para consumar 'Regresiones'. La memoria no es siempre transparente, pero siempre es memoria. El recuerdo es exclusivo, aunque nadie le discute su cariz subjetivo. Vicente Muñoz Alvarez habla y habla de su vida y al hacerlo habla del contexto donde esta quedó ubicada. Su mirada es sincera, es tierna, es entrañable, es precisa, es emocionante. Su novela es un western... de emociones. El, ese antihéroe que ve pasar el tiempo con ansia, se mide con una realidad que le cerca, que le abre sus puertas, que le va guiando en ese despertar suyo. Vicente habla de él, y mucho. No a la manera del exorcizador que necesita ajustar cuentas con sus fantasmas y sus sombras. Vicente ejerce su oficio de narrador impulsado por el aliento de la generosidad, asombrado por lo que cunde (y deja de cundir) el tiempo y absorto y expectante ante lo que queda por venir.

Julio César Alvarez, uno de esos gurús culturales que ha practicado sus virtudes y cualidades en este León de contrastes, ha escrito el prólogo de 'Regresiones' y lo culmina de la siguiente manera: “Un canto a un tiempo que ya no volverá. De ahí su increíble magnetismo, su magia”. No hay palabras que mejor describan el libro de Vicente Muñoz Alvarez.

'Regresiones' se abre con un poema que declara el propósito del libro. Lo firma Vicente, para el que el concepto de género hace ya mucho tiempo que perdió su anclaje más convencional. “León / a vista de pájaro / desde/ Las Lomas / una pequeña mancha / de caminos cruzados / en el confín / 48 años / sobrevolándola / sin motor / toda / una vida”. A partir de ese momento, 'Regresiones' detalla algunos de aquellos momentos que la memoria del autor ha ido amasando. Y sí. Es verdad. En el libro se cita a Los Cardiacos, a Los Flechazos, a Deicidas, a Ópera Prima, a Veredicto Final (el grupo donde Muñoz ejerció como letrista y batería), el Húmedo, el CCAN, los fanzines... Pero también se alude al detalle de una vida que pasa, que vive su transcurrir con naturalidad y que suma y suma la variedad de su circunstancia, con sus logros, y sus sinsabores, sus frustraciones y sus alegrías. 'Regresiones' desata en el lector, sobre todo en el que perteneció a aquella generación de provincias que necesitaba y reclamaba la audacia del imprevisto, un clima de complicidad, de identificación.

Es cierto, Vicente Muñoz Alvarez sólo podía haber escrito 'Regresiones' una vez que su vida hubiera construido parte de su edificio. Y ahí está el resultado. “lo voy a dejar claro (ahora que mudo de piel) ya de una vez: soy un escritor autobiográfico: lo que me pasa lo cuento, escribo sobre la marcha, vivo escribiendo y escribo viviendo y la escritura es mi catarsis, sí, pero también soy y seré siempre un caballero: el rencor no es mi punto débil, tengo otros muchos, pero ese no, el rencor no, y trato a mis recuerdos como a mis versos, con todo el respeto y cariño del mundo mundial... pero escribo, eso sí, sobre lo que vivo y pienso y deseo, lo bueno y lo malo y lo regular, y eso nada ni nadie me lo va a quitar...”. Así se expresa Vicente en uno de los apartados de un libro que, además, guarda su porción final para el recuerdo de 19 músicos y escritores que también han hecho camino con Vicente y a los que este cede su propio espacio literario para que compartan con el lector su memoria.

Emilio López Castellanos


Nueva edición ampliada en LcLibros:


jueves, 11 de mayo de 2023

NADA ES GRATUITO



cuando a los que manejan los hilos 
de las democracias del mundo
les da por querer reeducarnos

diciéndonos
lo que tenemos
que hacer y pensar

y sobre todo

cómo tenemos
que hablar

deberíamos preguntarnos
por qué y para qué

nada es gratuito


Vicente Muñoz Álvarez

MANDALA DE CHOPO


Muy pocos boletus esta primavera, de momento, a la espera de lluvias, pero esta mañana una buena ración de seta de chopo, deliciosa, a la orilla de un pequeño arroyo: perfecto mandala para la vista, el olfato y el paladar.

miércoles, 10 de mayo de 2023

CUANDO LOS BRUJOS ARDEN

porque
decir cualquier cosa
que contrarié
a la Nueva Inquisición
ahora

es un sacrilegio

las piras arden

Vicente Muñoz Álvarez

GAS en el CEIP GÓMEZ MANRIQUE


Esta mañana Javier Estévez (@sonido_errante )
y un servidor hemos pasado una mañana muy interesante de poesía en el CEIP Gómez Manrique.
Y nos hemos llevado a unos cuantos amigos con nosotros.

Dudu Fdez

lunes, 8 de mayo de 2023

DONDE APRENDÍ A PILOTAR

 

Va por días todo en mí, como supongo que en vosotros también, el ánimo y el desánimo, el pasado y el presente, el extrañamiento y el distanciamiento, lo que fui y lo que soy, la nostalgia y la furia, el sosiego y la calma... Como una montaña rusa que sube y que baja, que viene y que va, así somos, siempre en guerra con nosotros mismos y el tiempo, pero también pura paz, uróboros y gnosis total, depende del punto de encaje... Aunque algunas canciones siempre están ahí para reubicarme y centrarme, y a ellas acudo aún, como imán al acero, cuando mi norte se difumina y necesito faros y brújulas... Selector de frecuencias, de Aviador Dro, esta tarde de mayo en concreto, recién terminada la ruta, como acero al imán: la única de ese grupo que me sigue arrebatando el corazón, porque pocas más de ellos me gustaron e interesan hoy, pero esa sí, su melancólica e inmortal sintonía, como llegada de otro planeta, que todavía me sigue erizando la piel y esta tarde he tenido como una droga que pincharme de nuevo: he vuelto a mi viejo hangar, donde aprendí a pilotar, he puesto a punto mi biplano, mientras comienza un temporal... Ay... Ni Proust ni su magdalena, para los que sobrevivimos a aquellas tormentas, superarían eso...

Vicente Muñoz Álvarez


EN CASA de RAMÓN GUERRERO


Ya está en casa el último hijito de Vicente.
Seguro que será todo un placer leerlo.
Enhorabuena, amigo.


domingo, 7 de mayo de 2023

jueves, 4 de mayo de 2023

SÓLO HAY UN SOL



en el pozo
sin fondo
de la Historia

lleno de lagunas
y sombras

sangre
y arena

este momento

nosotros

un parpadeo

y nuestro amor

el único sol

el Reino
de los Cielos

Vicente Muñoz Álvarez

A SANGRE Y HIELO



una civilización
y cultura

sobre otra cultura
y civilización

estrato
sobre estrato

cadáver
sobre cadáver

generación
tras generación

y en la punta
del iceberg
nosotros

ahora

debajo
el hielo

Vicente Muñoz Álvarez,
de La poesía es un arma que carga el diablo
(LcLibros, 2023)



martes, 2 de mayo de 2023

ENFERMOS DE OSCURIDAD



Vivimos tiempos salvajes, despiadados y cruentos, hipócritas y fariseos, y alguien, aunque le caigan chuzos de punta, tiene que contarlo.

Obviamente, no lo harán los cómplices del sistema: ni los políticos (da igual la bandera que defiendan, no nos engañemos), ni los mandamases de turno (da igual el disfraz que se pongan), ni los patrones ni los banqueros ni los borja maris, ni cualquiera, en suma, que esté en lo alto del iceberg. Ni lo harán, por supuesto, los poetas crípticos y herméticos, desde su templo de símbolos y metáforas, tan sutiles e inofensivas y ajenas al pueblo. Pocos, en realidad, se atreverán en estos tiempos de oscuridad y penuria que estamos viviendo a contarlo, porque contarlo es ser políticamente incorrecto, un lastre para la sociedad y el establishment, para lo que a toda costa quienes manejan los hilos nos quieren vender, y decir la verdad hoy en día es algo que el canon (poético en este caso) nunca perdonará, y por lo que se paga, de una u otra manera, un alto precio: doy fe.

De hacerlo, lo harán los que no tienen nada que perder porque ya lo perdieron todo, los que no tienen miedo a gritar porque nadie ha velado nunca por ellos: poetas realistas, sociales, críticos, killers, incendiarios, de no ficción, que jamás verás reseñados en Babelia ni El Cultural.

“Pero es lo que es, y alguien tiene que encargarse del trabajo, por sucio que sea. Basura, casquería, despojos, bajos fondos, corruptela política, esos son los asuntos del Lobo”.

Y este poemario feroz, nihilista y amargo, que ahora tienes en las manos y estás a punto de comenzar a leer, querido lector, su manifiesto. Toda una declaración de principios e intenciones, del primer al último verso.

Si tienes miedo a escuchar verdades como puños, no lo leas.

Si no quieres complicarte la vida ni llorar lágrimas negras, no lo leas.

Si te va la literatura de ficción y evasión, no lo leas.

Si eres de los que no quieren oler la mierda de los vertederos, no lo leas.

“Lo mío son otras cosas. El barro. El cieno. La basura. Soy el coleccionista de miserias. Mi alimento es la carne cruda. El sufrimiento. La locura”.

Rafael López Vilas no puede dejarlo más claro.

Y si algo valoro como poeta es la autenticidad de otro poeta, comparta o no su filosofía y estética, y su valentía a la hora de exponer su poética.

“Hombres destruidos, apesadumbrados finiquitados desmembrados, borregos numerarios del inframundi”.

De eso, en definitiva, va este poemario que abrasa como el fuego del mismísimo infierno, no te quiero engañar. Ni, por descontado, él tampoco. Lo comprenderás en cuanto leas el poema con el que abre el libro, y lo irás corroborando a medida sigas leyendo, hasta que te duelan en todo el cuerpo sus golpes.

Es lo que hay, un mundo salvaje y podrido, despiadado y feroz, la humanidad y el almuerzo al desnudo, con sus lepras y úlceras a flor de piel, y así nos lo ha contado El Lobo, te guste o no, lo disfrutes o sufras (según tu punto de encaje, que diría Castaneda), es lo que hay: “estos cuadernos negros, enfermos de oscuridad”.

Sin concesiones a nada ni a nadie, metiendo el dedo en la llaga y removiendo dentro la herida, estremeciendo las vísceras y el corazón, abrasando, doliendo, cortando el aliento y no dejando títere con cabeza, López Vilas denuncia lo que somos y nos han hecho en la Tierra, la cárcel de sombras en que vivimos, y el absurdo, la farsa y el terror de estar vivos.

Como Louis-Ferdinand Céline (con el que, por cierto, el autor de este libro tiene mucho en común) afirmó en una ocasión: “Os lo aseguro, buenas y pobres gentes, gilipollas, infelices, baqueteados por la vida, desollados, siempre empapados en sudor, os aviso: cuando a los grandes de este mundo les da por amaros, es que van a convertiros en carne de cañón”.

Quedas, pues, avisado, incauto lector:
en tus manos va a estallar el obús.

Ve buscando trinchera.

Vicente Muñoz Álvarez,
prólogo a 
Vosotros, el pueblo. Poemas antisociales,
de López Vilas
(Versátiles Editorial, 2023)