lunes, 29 de febrero de 2016

PELÍCULAS PARA LA PENUMBRA EN MADRID


El miércoles 9 de Marzo me acercaré a Madrid a presentar la segunda edición de Películas para la penumbra en La esquina del zorro, acompañado de viejos amigos: Gsús Bonilla, José Angel BarruecoEsteban Gutiérrez Gómez, Juanjo Ramírez Mascaró, Pablo Cerezal, Mario Crespo y José G. Cordonié, y del editor, Rubén Darío Fernández.

Hablaremos del libro, por supuesto, pero también y en relación a él, de ese cine de género y culto que a todos tanto nos gusta. Y brindaremos antes, durante y después, por la amistad y la buena literatura.

Estáis todos invitados


TERENCE FISHER

domingo, 28 de febrero de 2016

OJO DEL DIABLO



Un reparto de lujo, Deborah Kerr, David Niven, Donald Pleasence, David Hemmings y la deslumbrante Sharon Tate (poco antes de ser brutalmente asesinada por la Familia Manson en Cielo Drive), entre otros, sustentan este poco recordado pero fascinante film de intriga y terror, Ojo del Diablo (Eye of the Devil, 1966), de J. Lee Thompson, que ha resistido con sobresaliente el paso del tiempo.

Y ello, en gran parte, y además de por las interpretaciones de los actores antes mencionados, por el original guión de Dennis Murphy, basado en la novela Day of the Arrow de Robin Estridge, una oscura historia de brujería y ritos paganos muy al estilo de Arthur Machen o Algernon Blackwood, que se aleja ostensiblemente de los tópicos habituales del género evocando horrores atávicos y ancestrales, primigenios, muy arraigados en la psique colectiva.

La estupenda fotografía en blanco y negro, su ambientación gótica y asfixiante atmósfera, y la inquietante banda sonora de Gary McFarland, como anillo al dedo para la ocasión, hacen de esta película (predecesora de la fantástica The Wicker Man, de Robin Hardy) una pieza de culto que merece la pena reivindicar.

No os la perdáis.

Vicente Muñoz Álvarez

Trailer in You Tube:


sábado, 27 de febrero de 2016

VIGAS MAESTRAS

comienzo a ver, poco a poco y con perspectiva, quiénes sí y quiénes no, las personas que en mi vida han sabido estar siempre a mi lado y dejar huella, y por el contrario, las que han desaparecido sin más ni más en la niebla... y no es que idealice a unas ni prenda fuego a las otras, en absoluto, los tiros no van por ahí, que levante la mano el que esté libre de culpa, que tire la primera piedra... digo simplemente haber estado a mi lado, quiénes sí y quiénes no, los que han dejado y siguen dejando huella, y los que sencillamente, sin más ni más, han desaparecido por el camino en la niebla... comienzo a verlo ahora con perspectiva, los errores de cálculo, la gente en la que creí y luego me defraudó, y la que milagrosamente sigue contra viento y marea ahí, como vigas maestras que lo sustentan todo... cosas de la edad, supongo, pero la clarividencia comienza a ser más que clara: los que sí y los que no: por unos y otros (pero con distintas copas) brindo...


Vicente Muñoz Álvarez

EN CASA de PABLO MALMIERCA

miércoles, 24 de febrero de 2016

PELÍCULAS PARA LA PENUMBRA en CULTURALIA


Os presentamos hoy una novedad del último mes del 2015, Cult Movies: Películas para la penumbra de Vicente Muñoz Álvarez, publicado por Excodra Editorial, un libro a tener en cuenta para todos aquellos a los que les interesa el cine y sobre todo las películas de culto.

Desde el año 1932 al 2014 Vicente Muñoz Álvarez sobrevuela con ojo de halcón y poeta 132 películas para esta secuela de su Cult Movies. En Películas para la penumbra Muñoz Álvarez se nos despliega por completo y, centrando su pluma creativamente afilada para la ocasión, nos regala una enciclopedia poética sobre cine de culto -ese que respira y late al otro lado de los márgenes de lo convencional- que no empieza ni acaba con su lectura, sino que, estando ya en nuestro imaginario antes siquiera de abrir el libro desde el lanzamiento de cada film, nos arrastrará inexorablemente a la búsqueda de cada creación cinematográfica reseñada.

Con este regalo literario sobre cine, tenemos abierta de par en par la puerta a explorar, estremecernos, temblar y gozar en la penumbra de nuestras casas, a luces tenues o apagadas, una a una, las películas descritas con maestría sintética por Vicente Muñoz Álvarez, quien no desvela tramas ni anticipa ningún fin inesperado, toda vez que, de cada una de ellas, como un visionario, nos muestra su brillo, nos destaca el resplandor que en ellas encontraremos, nos ofrece el secreto de la pincelada genial, brutal, mágica, que da a cada película su fuerza y que nos arrebatará.

Un bello y misterioso cofre cerrado. Quien se atreva a abrirlo verá dentro, cuando se halle inmerso en la oscuridad, la noche más oscura iluminada por esta constelación de irrepetibles películas para la penumbra…




lunes, 22 de febrero de 2016

LOS QUE SALIMOS DE PIEL



es la piel, sin más ni más, al menos en mi caso, la que en última instancia determina todo, ser y estar plena y conscientemente en cada situación, y cómo se eriza o contrae según el momento y la compañía, los buenos latidos y los dulces gemidos, a qué atenerse si no y qué mejor terapia... tantas mentes devastadas, quizás las mejores de mi generación, por la sinrazón y el caos, pero sigue siendo la piel en mi caso, antes que la cabeza y el corazón, lo que determina al fin y al cabo todo... y cada uno de sus poros, como una prisión, un pozo y recuerdo, y cada sensación y experiencia un arrebato... sigue siendo esa la razón del viaje, me lleve a donde y como me lleve, cuestión pura de piel... 

pon la tuya
a prueba


Vicente Muñoz Álvarez

PELÍCULAS PARA LA PENUMBRA: 2ª Edición y nueva portada.



domingo, 21 de febrero de 2016

ANGST



Si tuviera que elegir la película de horror que más me ha conmocionado en la vida, sólo una, la más espeluznante y atroz, sería sin duda alguna esta, Angst (en castellano La angustia del miedo, 1983), de Gerald Kargl: absolutamente escalofriante y demoledora, y para mí la mejor película sobre psicópatas y asesinos en serie de la historia del cine. Pero cuidadín con ella, que no os la sacaréis de la cabeza en mucho tiempo, el que avisa no es traidor... 

No es ya la sangre, que hay mucha, por supuesto, ni la ultraviolencia explícita y aterradora, que también, sino la desquiciada forma de narrar y escenificar la historia y los estremecedores encuadres que el director se saca de la manga, como rodados en el mismísimo infierno, además de la tremenda interpretación del protagonista, Erwin Leder, que pone los pelos de punta. Sólo su cara, al margen ya de sus enloquecidos actos, causa pavor, más que ninguna otra cosa que yo haya visto en pantalla (y he visto de todo, os lo aseguro). Si el demonio existiera, este sería su retrato: la última persona que yo desearía encontrarme en la tierra.

Una grandísima película, de algún modo y en su línea una obra maestra, pero que hiela como pocas la sangre en las venas y se queda grabada a fuego para siempre en el subconsciente (de hecho, escribo esta reseña tras haberla videado hace más de veinte años, ojo al dato, y sin ninguna intención de verla otra vez).

Exclusivamente para mayores de dieciocho años, eso por descontado, y amantes de cine extremo. El que avisa, insisto, no es traidor.

Vicente Muñoz Álvarez

Angst (completa) in You Tube:


sábado, 20 de febrero de 2016

jueves, 18 de febrero de 2016

DEMONIOS DE LA MENTE



no es sólo que pueda vampirizar sin que te des cuenta a otros, sino que puede vampirizarte a ti también, que te crees su propietario y dueño... nos identificamos con ella, creemos que somos ella, y ella nos mediatiza y domina a su antojo, convirtiéndose en señora de nuestros destinos... la única realidad verdadera es el aquí y el ahora, el momento presente, y la mente raras veces se detiene en él, nos proyecta caprichosamente hacia adelante y atrás, hacia atrás y delante, del pasado al futuro y del futuro al pasado, saltando siempre el momento presente, y teje con nuestros recuerdos y expectativas, traumas y anhelos, una tela de araña de la que no podemos escapar... piensa si no en las cosas que de verdad te arrebatan y llenan, sean las que hayan sido o sean, y verás que en muy pocas interviene la mente, son puro instante e instinto, impulso y emoción, y en el momento en que de hecho la mente las racionaliza se rompe automáticamente el hechizo... sólo cuando ella desaparece logramos escapar de su tela de araña y encarnar plenamente el instante... pero cómo liberarnos de ella y sus trampas y evitar su dominio... primero la pregunta (una y mil veces, como un mantra, hasta desgastarla), y tras el exorcismo, quizás y ojalá, la respuesta...


Vicente Muñoz Álvarez

lunes, 15 de febrero de 2016

DÍAS DE CIELO



pero también (porque todo en este ejercicio de vaciamiento y catarsis que es la escritura, al menos la mía, hay que contarlo), como rayos de luz que atraviesan la penumbra, en medio de la desazón y el caos, días intensos y plenos, radiantes días de cielo rodeado de amigos, Gsús y Mónica y Zapico y Beatriz y Julio y Eugenio en un Shangri-La llamado Pozos de la Cabrera celebrando el hecho asombroso de estar vivos, la sencillez de las cosas, la montaña agreste y pura, la deliciosa comida, la hospitalidad de la gente del pueblo, el bosque protector, la ternura de la pequeña Anna, la poesía redentora y el vino, el silencio y la calma, el sosiego y la magia, los castaños en flor y el milagro de la amistad...

poco más 
puedo pedirle
al cielo


Vicente Muñoz Álvarez,
en Un minuto de ternura
(Baile del sol, 2015)


FEDOR DOSTOIEVSKI

domingo, 14 de febrero de 2016

UN, DOS, TRES... AL ESCONDITE INGLÉS



Diez años antes de Arrebato, en 1969 y ya en los estertores del Régimen franquista, Iván Zulueta debutó como director con este divertidísimo largometraje, Un, dos, tres... al escondite inglés, completamente alejado de los estereotipos del cine español de aquel tiempo, frívolo y desenfadado, muy en la línea de las películas de Richard Lester sobre los Beatles, pura fiesta y celebración.

Con un presupuesto ínfimo y partiendo de una sencilla premisa argumental, el boicot del Festival de Eurovisión (que el año anterior había ganado Massiel) por una pandilla de muchachos, Zulueta se saca de la manga un film vitalista como pocos y totalmente atípico en la España de entonces, que destila optimismo a raudales y se sustenta, básicamente, en el espectacular directo de varios de los grupos musicales punteros del momento: Los Pop Tops, Los Ángeles, Los Beta, Fórmula V, Shelly y Nueva Generación (tremendos), Los Mitos, Los Iberos, etc, etc.

Estética psicodélica y colorista, situaciones enrevesadas y absurdas, diálogos ingeniosos y una crítica soterrada al establishment y la realidad política de aquel sombrío momento histórico, hacen de esta película una rara avis en nuestra cinematografía.

No es ni mucho menos Arrebato, la obra maestra de Zulueta (nada es como Arrebato), pero sí una disparatada y muy disfrutable comedia, precursora de las de Almodóvar en la Transición, que hará las delicias de los amantes de la cultura pop.

Vicente Muñoz Álvarez

Un, dos, tres... al escondite inglés en You Tube:


viernes, 12 de febrero de 2016

ALGUIEN MATÓ ALGO



pero qué y cómo y cuándo y por qué, porque el subsconsciente es un mundo extraño, e invirtiendo a la vez la pregunta: qué fue lo que yo maté... nos damos y nos quitamos aleatoriamente, pienso, nos amamos y odiamos, nos hacen y hacemos daño, aunque lo intentamos evitar hacemos y nos hacen daño, y todo ello engrosa nuestra corteza y deja cicatrices en la piel, estigmas que no terminan de cerrarse, secuencias que jamás dejan de proyectarse en la mente, dolores demasiado profundos para olvidar... alguien mató en algún momento de nuestras vidas algo (como en la película de Jorge Navas), la pureza o la inocencia o la fe, no lo sé, y tocó luego reconstruir la ilusión de nuestras propias cenizas, nuevos objetivos y valores, sentimientos y emociones, nuevas experiencias, como un fénix tocó renacer, pero nada volvió a ser ya lo mismo, el mundo tuvo desde entonces otro color, por qué y cómo y cuándo y qué no lo sé, porque el subconsciente es un mundo muy raro, pero que alguien mató algo y algo inconscientemente también yo maté sí lo sé... y sangran aún las cenizas...


Vicente Muñoz Álvarez

ÉXODO



el éxodo, esta mañana, para variar, ha sido de lombrices de tierra... por si fuera poco con el de los refugiados y demás desheredados y parias del planeta, hoy, también, como una metáfora de este régimen que agoniza, de lombrices de tierra... ahí estaban esta mañana, cuando he salido con la perra y el paraguas a pasear, cientos de lombrices huyendo en masa de la escorrentía que anega su hogar... días y días de lluvia persistente y oblicua lo han provocado, inundando los campos y las praderas, y ahí estaban hoy cuando salí, deceneas de lombrices sobre el asfalto, huyendo del agua caótica y lánguidamente, desorientadas y sin saber fuera de su medio hacia dónde dirigirse o huir... todo, he pensado, hasta una mariposa batiendo las alas en el confín, se refleja en la naturaleza... 


¿te suena esta historia?


Vicente Muñoz Álvarez

PELÍCULAS PARA LA PENUMBRA: Chapas.

I'M JUST A FOOL: Shelly & Nueva Generación.

miércoles, 10 de febrero de 2016

GRADO 33



la cuestión, llegando ya a los 50, es qué y quién merece verdaderamente y para cada uno en concreto la pena... y digo para cada uno en concreto, porque una de las cosas a las que continuamente le doy vueltas ahora es a que lo que para unos es bueno es para los otros malo y viceversa... qué y quién merece realmente para ti la pena y por qué causas en cada fase de tu vida luchar, qué defender y a quién entregarse y amar, preguntas que habitualmente se quedan por lo azaroso de todo sin respuesta, pero que llegados a un punto del camino, teniendo en cuenta las consecuencias que a la larga pueden traer, hay que plantearse y pensar... me acerco ya a los 50 y ahora mismo, por encima de todas las otras cosas, esa es la pregunta que me hago: por qué causas merece la pena luchar... lo que ayer era bueno hoy se convierte en malo, cuando ya no hay disfraces ni caretas, y al revés, qué tremendo dilema, con quién y cómo y de qué manera ser y estar y por qué proyectos luchar, etcétera etcétera...


Vicente Muñoz Álvarez

PELÍCULAS PARA LA PENUMBRA en AGITADORAS



lunes, 8 de febrero de 2016

LOBISONES



los que subimos y bajamos, los que nos incendiamos, los que nos proyectamos como cohetes sin sopesar en ningún momento hacia dónde vamos, los que vivimos entre luces y sombras, los que no medimos ni analizamos, los que nos arrebatamos y desesperamos y ardemos e iluminamos, ángeles o demonios, al ritmo de las mareas nos transformamos... 

no va de coña


Vicente Muñoz Álvarez

LIVE IN GRAN CAFÉ: Presentando a los Zoográficos.

RAFAEL BALEDÓN

jueves, 4 de febrero de 2016

DEL FUEGO


dándole una y otra vez vueltas a la idea de para qué y quiénes y con qué fin escribo... cosa por lo demás del todo habitual en mi gremio, por supuesto, pero que a veces, en relación a ciertas preguntas de lectores y amigos, me planteo con más insistencia... que por qué siempre a la contra y para qué luchar por causas perdidas y por qué no rentabilizar tanto esfuerzo, hacer concesiones, idear estrategias, o que a estas alturas debería estar ya en otra posición y lugar... eso escucho a menudo y eso me planteo con frecuencia para llegar invariablemente a la misma conclusión: por pura pasión y placer, o por puro dolor y miedo, pero desde luego no con la pretensión de convertir en mercancía mis palabras, eso lo tengo claro... puedo equivocarme o no y me da igual y asumo el precio, pero soy de los que opino, quiméricamente tal vez, lo mismo me da, que el arte verdadero no se hace para comerciar ni epatar, ni siquiera para gustar, sino simple y llanamente porque sin más hay que hacerlo, no queda otra opción, don y maldición, porque abrasa por dentro, y eso es lo único que realmente importa... escribir es quemarse vivo, decía el maestro Cendrars, y suscribo sus palabras, quemarse y observar luego las cenizas, los restos de tu naufragio, lo que queda tras el incendio... 


Vicente Muñoz Álvarez

CULT MOVIES en POETRYMUSICRADIO



a partir del minuto 37: 15

sobre cine, poesía &  vida

entrevista por Felipe J. Piñeiro

miércoles, 3 de febrero de 2016

LA MANO QUE MECE LOS DADOS



por qué hacemos y decidimos súbitamente esto o aquello sin sopesar racionalmente lo otro, ciegamente, por qué justo en un momento concreto y no antes ni después, me pregunto, lo que marca nuestros caminos y destinos, por qué... los valores, los principios, lo inalienable e intocable e inalterable, dónde y en qué punto se sitúan y debido a qué circunstancias... eso me pregunto esta noche oscura del alma, febrero congelado en la tierra, mientras escucho aullar a los lobos por dentro, en el corazón de mi bosque, en lo más primitivo de mí, por qué esto y no lo otro o aquello, y por qué, en mi caso y siempre, tan impulsiva y súbitamente... como si algo superior y ajeno a mi voluntad me guiara, así suceden a veces las cosas y brotan las palabras, el alma, los astros, los genes, la educación, la filosofía o la religión, no lo sé, debe ser sin más la intuición, la mano que mece los dados, y esa sí que es sagrada...


Vicente Muñoz Álvarez

ZOOGRÁFICOS en LEÓN





Con Huini Juárez, Silvia D Chica, Antonine Lamarck, 
Carlos de la Cruz, Laura Fraile & Rodrigo Córdoba
en el Gran Café.

lunes, 1 de febrero de 2016

REGRESIONES en BRÚJULAS Y ESPIRALES


"REGRESIONES": LA RECUPERACIÓN DE UN TIEMPO QUE NO VOLVERÁ

Regresiones
Vicente Muñoz Álvarez
Ediciones Lupercalia, La Romana (Alacant), 2015, 235 páginas


Además de editor, Vicente Muñoz Álvarez (León, 1966), es un incansable cultivador de la entera gama genérica: poesía, narrativa corta y larga, ensayo. Un escritor esponja o todoterreno, como se considera él mismo. El pasado año publicó la “novela” de los años 70, 80 y 90 de la capital leonesa, en la que, con indudable acierto, amalgama su propia biografía y el retrato de su generación, reflejados en el trasfondo, para la mayoría de los lectores poco conocido, de una ciudad: León. Un libro que era una deuda pendiente con su propia conciencia literaria, escrito desde una distancia temporal suficiente, que le otorga al escritor la necesaria perspectiva para valorar con criterio ajustado y al mismo tiempo relativista, los acontecimientos de aquellos años en la ciudad vivida, gozada o padecida, que de todo hay en cualquiera experiencia vital.

El libro es lo que dice el título: regresiones a los espacios de la infancia y de la juventud, sobre todo. Memorias de un superviviente en una ciudad gris, hecha color gracias a los cómics, las viejas arquitecturas, los cromos y las teleseries, como se ha escrito.

Regresiones no es narrativa fácil de encasillar. Algo así como un híbrido entre novela y libro de memorias. Crónica de vivencias reales y sentimentales en la ciudad de uno: León, la de Vicente Muñoz Álvarez. Una crónica que echa a andar extrañamente con el primer contacto con la muerte, en una tarde-noche invernal, a la edad de cuatro o cinco años, con una terrible sensación de náusea y desconsuelo, tras escuchar de sus padres qué era morir. A continuación, una medida sucesión de secuencias vivenciales en las que el escritor recupera su infancia, vivida y soportada con inocencia infantil durante la dictadura: los sabores de las manzanas de caramelo de los años 70; los juguetes que desarrollarían sus tendencias ensoñadoras; el intercambio de cromos al pie de la Casa Botines, el palacio mítico y tenebroso donde se instalan los abuelos, y que retorna con frecuencia en estas regresiones; la particular Casa Usher del niño al lado del siniestro cine Mari, siempre presente en las pesadillas del escritor y germen de la afición por la literatura y cine de terror; la deuda pendiente con el colegio de los Agustinos y su terrible dinámica educacional; las series de televisión, partes entrañables de una educación sentimental; la fascinación por Cría cuervos, la película de Saura que “me traslada empáticamente a otro mundo y tiempo, una infancia/adolescencia de penumbra imprecisa” (página 51), con el tristísimo tema de Jeanette Por qué te vas, que se instalará para siempre en su corazón; los terrores difícilmente asimilables en la infancia, como los que le generó la casona de la descuartizadora del Portillo.

Las recuperaciones de la “fiesta” de la Transición, para los adolescentes de entonces con el desmadre del punk, el destape, el cine alternativo, el underground… y la Pura Vida (Movida). Y los ojos del adolescente que navegan todavía por un maravilloso mundo poblado de tritones, salamandras, monos marinos… E incontables héroes y superhéroes que, más que ninguna otra cosa, serán lo que deje en el cerebro adolescente la llamada Transición. También la lluvia de aquellos días percibida desde la penumbra de las aulas y pasillos del colegio frailuno, “metáfora del tedio infinito”; los festivales de Eurovisión, “sangre para la máquina de la dictadura, nueva carne para la de la Transición” (página 83); aquellos primeros latidos de cine erótico y pornográfico que disipaban la libido de la pandilla de adolescentes; las revistas que rulaban cargadas de lujuria por las manos adolescentes; el inicio cabrón en la vida adulta.

Y con los 80, la explosión de la Movida que en León comenzó con los Cardiacos. Y acto seguido llegarían en tromba incontables grupos que atruenan la noche leonesa e imponen los acordes de la iniciación musical del autor; el enganche a la lectura con H. P. Lovecraft y el inicio de la escritura de los primeros relatos también bajo el influjo del gran innovador del relato de terror.

Y así, regresión tras regresión, Vicente Muñoz Álvarez, desocupa el baúl de sus recuerdos y visibiliza, para todos aquellos que nos acercamos a las páginas de este libro, lo que fue su despertar a la vida, su educación, también la sentimental y, en el último capítulo, "Días extraños", lo que sería una apuesta suicida por la literatura. En una Coda final veinte escritores y músicos de la generación del escritor nos ofrecen su testimonio de lo vivido y de lo compartido.

Un libro pues de recuperación del tiempo ido, de “los tiempos maravillosos y lejanos que (salvo en mis regresiones) no volverán” (página 33). Escrito con tonalidad nostálgica, aunque al autor no le guste ese estado de ánimo escritural, pero sobre todo con mirada lúcida, evocadora, en un plausible ajuste de cuentas con los héroes y mitos personales del escritor, desde un tiempo que emerge de la dictadura, pero que muy pronto se transforma en un espacio mucho más abierto, libertario y creativo que el actual.

Libro eminentemente leonés, escrito con un estilo de prosa intenso, a veces furioso, esponjoso y dilatado siempre, y que, no obstante su localismo, no desagrada a aquellos lectores capaces de disfrutar con las recuperaciones vivenciales, escritas desde una cruda honestidad. Porque todos o casi todos nos hemos iniciado a la vida padeciendo y gozando de las mismas caricias y de similares cicatrices.

Francisco Martínez Bouzas, en Brújulas y Espirales.


Fragmentos

PP. AGUSTINOS
(My generation)

“aquella fortaleza inmensa de ladrillo rojo…con ella más que con ninguna otra estampa o visión infantil tengo una deuda pendiente…el ying y el yang, el aprendizaje y la duda, lo austero y lo sórdido, lo mágico y crepuscular, la caspa y el cielo…comenzando por un recuerdo insignificante, aunque para mí imperecedero: la pólvora: aquella arenisca pardusca que recogíamos cuidadosamente de entre las junturas de los ladrillos de la fachada, mezclada con telas de araña y a saber qué otros residuos, pólvora, la llamábamos, que atesorábamos para cargar nuestras pistolas imaginarias, primeros ensayos de ensoñación…para seguir por aquellos inmensos y tenebrosos pasillos que conducían a las aulas, el eco distorsionado de nuestros pasos en la penumbra, el latido acelerado de nuestro corazón, y el laboratorio de fósiles e insectos empalados y cabezas reducidas de jíbaro y animales disecados y minerales y microscopios, mi lugar de ensueño favorito, y la enfermera y la enfermería y las dolorosas vacunas en el brazo y el gimnasio y los curas, adustos, siniestros, sombríos, enfundados en sus túnicas negras, con aquellas correas de cuero con las que nos fustigaban a la menor ocasión, grises y contenidos, macilentos y reprimidos, irascibles y abrasados por qué sé yo qué fuego interior.”


CUANDO ÉRAMOS REYES
(Brillaba la Perla)

“más que nunca huelo estos días a carne quemada, los 80 más que nunca renacen en mí, lo siento, compis de los 90, sé que estáis hartos de oírlo, pero hubo allí algo muy grande que os perdisteis y fue lo mejor que se ha vivido en este país, a saber qué, porque ni siquiera nosotros, los supervivientes de entonces, lo teníamos muy claro, qué pasó en la Transición, justo después de que el Innombrable muriera, cómo y cuándo comenzó la fiesta y por qué aquella eclosión de fanzines y grupos (un reciclaje castizo de lo que nos venía de fuera: punkis, chulapos, flamencos progresivos y psicotrópicos a mansalva), qué sé yo, pero aquello fue una fiesta sí que lo tengo claro, cuando éramos reyes, todos a nuestra santa bola, sin más careta que nuestra propia piel…recuerdo luego, durante mucho tiempo, cómo renegué de aquella movida, grupos americanos, australianos, franceses, ingleses, cómo me parecía un pastiche todo lo nuestro, pero lo cierto es que reviso ahora aquellos temas (o mejor dicho: vuelven ellos a mí) y me erizan como escarpias los pelos al recordar todo aquello…”


BOYS BOYS BOYS
(Pezón furtivo)

“pocas cosas hicieron vibrar tanto la España de los 80 (al margen del 23 F) como los pechos de Sabrina Salerno en la Noche Vieja de 1987, aquella horterísima canción, Boys, aquel diminuto pantalón ajustado…repitieron el vídeo en los medios hasta la saciedad (incluso a cámara lenta), un pezón furtivo y un instante de éxtasis y arrebato para todos los españolitos de a pie, y de indignación para todas las madres y esposas de este beato país…veintiún años tenía yo entonces y recuerdo aquella canción como un acontecimiento nacional que dividió a media España, millones de hombres babeando frente a la pantalla del televisor con los ojos como platos y millones de mujeres echando espumarajos y pestes por la boca, hasta el punto de generar casi una guerra civil (sin Tejero de por medio) entre ambos sexos…cuántas discusiones y peleas originó aquel dichoso vídeo, cuántas fantasías y exorcismos, yo fui testigo de unos cuantos, todo por un pezón rebelde escapándose de un corpiño ajustado (cuando había pasado ya el boom del destape setentero y los videoclubs rebosaban de películas X y los quioscos de revistas pornográficas de todo género y tipo)…”

(Vicente Muñoz Álvarez, Regresiones, páginas 42, 123, 141)



BLAISE CENDRARS