La vida a los 40 años 
es el juguete roto 
del sueño en nuestras manos. 
¿Qué no habremos visto 
o reído o escuchado 
qué nos quedará 
tanto de pena 
qué podremos todavía 
de la nada comprender? 
Ángeles cansados de ojos tristes 
con restos de escarcha en la nariz 
quizás tan sólo eso 
la de amigos que enterramos 
la de caras que ha volado el tiempo 
cuantas voces no quisimos escuchar 
quizás tan sólo eso 
la erosión 
el desgaste 
la dinámica del tedio. 
Y cuánto de engaño es el pasado. 
Y cómo de grande es nuestro miedo.
Vicente Muñoz Álvarez,
de Animales Perdidos
(próximamente en Baile del Sol).
Incluido en Voces del Extremo,
Antología 1999-2011
(Fundación Juan Ramón Jiménez, 2012).
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QUE LINDO ESCRIBES!!!
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