jueves, 20 de noviembre de 2014

EL DAÑO



el daño no, por favor, el daño no... esa es mi consigna de toda la vida, soy un corazón de lluvia, no el daño, el daño no... y en cambio el daño está ahí, existe, se hace y te lo hacen sin quererlo, forma parte del juego, y no sabes cómo protegerte y proteger, como evitarlo, cómo no hacerlo, sentirlo, sufrirlo, el daño como una bestia herida y al acecho siempre está ahí... no quieres que te hagan daño, no quieres hacerlo, pero el daño, como una maldición, siempre está ahí... cuerpos, rostros, mentes y corazones dañados... y la vida que pasa entretanto tan rápido, tan callando... pero está el amor también, todo unido, el amor y el daño, todo fusionado y fundido, el daño y el amor, y se agostan mientras los cuerpos, las pieles, los sentimientos, y el daño se va por inercia a otra parte, otros cuerpos, pieles y sentimientos, y tú te quedas ahí, en el medio, preguntándote cuál es el sentido de todo, por qué la vida es así, y las estaciones mientras se suceden, el reloj nunca se para, crece la corteza, aumentan los anillos, se endurece la coraza y todo sigue igual, nacer y morir, no entender y amar, huir y sentir, gozar y sufrir...

como las hojas

que de los árboles caen

los sentimientos


Vicente Muñoz Álvarez

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