Siento una atracción especial por las películas de Saura de los años 60 y 70 (el resto me interesan más bien poco), La caza, Ana y los lobos, La prima Angélica, Cría Cuervos, Elisa, vida mía, o esta que ahora reseño, Peppermit Frappé, paradigmática de la doble moral española de aquel tiempo.
Después de la impactante La caza (también representativa, aunque de otro modo, de la brutalidad de la dictadura), Saura sorprendió con Peppermit Frappé, no menos crítica y asfixiante, pero con unas influencias distintas, más al estilo de Hitchcock (Vértigo, por el argumento) o Antonioni (Blow Up, por la estética), plagada de guiños surrealistas, hipnótica e introspectiva.
Las interpretaciones de José Luis López Vázquez, Alfredo Mayo y Geraldine Chaplin (adorable y etérea), los tambores de Calanda (homenaje a Buñuel) y el temazo de Los Canarios (contraste entre lo folclórico y lo pop, o lo que es lo mismo, entre la tradición y la modernidad), la cuidada fotografía y lo escabroso del argumento, hacen de esta película una rareza a tener muy en cuenta dentro del cine español de la época, que gustará especialmente a los nacidos en aquel período de transición y de cambio.
Vicente Muñoz Álvarez,
de Cult Movies 2: Películas para la Penumbra
(LcLibros, 2018)
También yo soy fan de ese Saura, Vicente. Qué película tan especial la que traes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese Saura es único e irrepetible, de lo mejor del cine español del pasado siglo, y esta película en concreto, una rara avis dentro de su ya atípica filmografía: un abrazote y gracias por seguir el blog !!
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