esa indescriptible sensación, que comparto con algunas almas gemelas, de que alguien o algo vela por nuestros pasos... como en La leyenda del santo bebedor, alguien o algo, aun en los peores naufragios, vela por nuestros pasos... hasta cuándo y cómo y por qué, no lo sé, porque todo en esta vida es azaroso y extraño, pero a veces, casi tangible y corpórea, esa sensación y manto protector, aura o milagro, esos latidos... alguien o algo vela por nuestros pasos y no sabemos qué o quién es... a él o ello, remando al viento, encomiendo mi espíritu...
Vicente Muñoz Álvarez,
de Travesía (Chamán Ediciones, 2018)
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