sábado, 23 de octubre de 2010

BEODISEA (y 4)


- ¿ Qué quieres hacer ahora con ella, V ? .
- Bueno - dije -, no sé... en cierto modo me da pena... podríamos regalársela a algún niño...
- Está bien - dijo el hada oscura -: yo me encargo de eso... Pero ahora tú y yo tenemos muchas cosas de qué hablar... Aunque antes podríamos divertirnos un poco ¿ no crees ? Seguro que te apetece echar un trago...
Me levanté y fui corriendo a buscar una botella. Y al regresar me la encontré tumbada con su grandioso cuerpo en el sofá, desafiante, poderoso, turbador... Serví dos buenas copas de vino y la miré de arriba a abajo...Después cerré los ojos y escuché el crujido celestial de la cremallera de su escote al descender...

El mundo de los cuerdos, de momento, tendría que seguir esperando.

FIN

Vicente Muñoz Álvarez, de Resaca/Hankover. Un homenaje a Charles Bukowski (Caballo de Troya/Mondadori, 2008).

2 comentarios:

  1. Quizás estar cuerdo es tener la palabra confiscada, a reglas, o éticas no tan éticas, un perro con cierta calle, por algo tiene vida para contar, en este caso creo que está soñando, pero vale a la vida igual, o está sufriendo un psicoanálisis, para liberarse de sus tendencias, sin lograr disciplinarse. De seguro el cuento quiera transmitir efectos importantes, uno absorbe de acuerdo a la capacidad que posee, inclusive poner cosas que no estaban, yo andaba con ganas de quedarme con el hada buena, por aquello que la mujer debe ser en un sitio una cosa y en otro otra, (por la ayuda mutua que se deben hombre y mujer) pero bueno en todo, lo importante es la imaginación, quizás modular la luz y la sombra, lo bueno y lo malo, manejar bien el instinto vital, los cuentos son un cuento, para que aprendamos, ahora el hada buena es una luna que recibe nuestra noche, ojo con el cielo que queremos tener en nuestra alcoba Saludos. Jorge

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