lunes, 12 de octubre de 2015

PECES ABISALES

extraña serenidad estos días y hora de ponerse en serio ya a vender zapatos, y hasta de eso, de la ruta y de vender zapatos, incluso de lo más intocable, me río... que le voy pillando la gracia a esta aventura vertiginosa que es vivir, está claro, y a estas tardes lluviosas que en otros tiempos me hubieran estrangulado el corazón y hasta a mis propias odiseas y absurdos naufragios también... curiosa serenidad estos días, que en otras circunstancias serían funestos, y algo que no comprendo por qué, está cambiando sin forzar nada dentro de mí... están los animales perdidos, las ventas y los zapatos, las dudas y las heridas, la baja autoestima y esta permanente deriva, pero hay también ahora algo nuevo y energético dentro de mí, la capacidad de ver desde fuera, y esa visión, por lo hermoso de la panorámica, me hace sonreír... todos vamos morir, tú y yo y nosotros y vosotros y ellos, y la idea de estar desaprovechando este viaje sin retorno pensando como gilipollas en ello, si lo ves desde fuera, no tiene ninguna justificación ni razón de ser... me estoy comenzando a reír de todo estos días y me toca salir ya en serio a vender zapatos y he escrito en otras reencarnaciones los versos más tristes sobre y pensando en ello, pero ahora, no sé ni entiendo por qué, comienzo a verlo todo como en perspectiva, como si no fuera mía esta piel, y a sonreír sin más por ello... así que voy a ver si veo, como estoy viéndolo todo últimamente, la partida desde arriba o abajo, pero desde fuera de mí, y a intentar seguir riéndome de esto y de aquello y de lo otro también, mientras los lobos aúllan en los bosques lejanos y ladran desafiantes los perros del amo y los humanos, oh, los humanos, aun sabiendo que vamos a morir y pudiendo sonreír, lloramos y lloramos...


Vicente Muñoz Álvarez

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