lunes, 26 de diciembre de 2022

TIERRA DE NADIE


para el amarillo rojo
y para el morado negro

tierra de nadie

mi única tierra

Vicente Muñoz Álvarez

TE ESPERA LA MUERTE, QUERIDA



DE cómo la religión y el fanatismo pueden ser nuestros peores enemigos y sacar a la luz los más indeseables demonios, nos habla este thriller de Silvio Narizzano, Te espera la muerte, querida (Die! Die! My Darling!, 1965), basado en una novela de Anne Blaisdell, que ha superado con notable la prueba del algodón.

Histriónica y sarcástica, aunque tremenda en su planteamiento, la película de Narizzano, de impecable fotografía, se sustenta sobre todo en el guion de Richard Matheson, retorcido donde los haya, y en la memorable interpretación de Tallulah Bankhead, que por sí sola justifica ya el film y es de las que nunca se olvidan.

Un caserón victoriano, una viuda excéntrica obsesionada por la muerte de su hijo, y la visita de cortesía de su antigua novia, que desata un torbellino de pasiones y situaciones límite, son las principales bazas de esta cautivadora película, otra de las perlas de la Hammer a reivindicar.

Vicente Muñoz Álvarez,
de Cult Movies 2: Películas para la penumbra
(LcLibros, 2018)



viernes, 23 de diciembre de 2022

TRIPPERS FROM THE CRYPT por RODRIGO CÓRDOBA



He hecho tantas cosas en mi vida en lo tocante a la literatura, que la verdad sea dicha, de muchas ya ni me acuerdo: libros, prólogos y epílogos, cientos de presentaciones, jam y lecturas, antologías, entrevistas, ensayos y artículos, festivales, blogs y reseñas, y qué sé yo, a estas alturas de la película, qué más... Pero hay una que tengo siempre presente y jamás olvido: VINALIA TRIPPERS, donde se dieron cita, a lo largo y ancho de más de dos décadas prodigiosas, los mejores cerebros de mi generación.

RODRIGO CÓRDOBA se encargó de dar forma a su segunda época, con joyas como TRIPPERS FROM THE CRYPT, con espectacular portada de Mik Baro, que ahora, como regalo de Navidad y en su memoria, podéis videar y leer gratuitamente en este enlace:


Con el suplemento MASTER OF HORROR añadido:


Cambian los tiempos, los disfraces de los emperadores y los mandarines del reino: los latidos de algunos corazones no.

Salud, Rodrigo.

Vicente Muñoz Álvarez

viernes, 16 de diciembre de 2022

EL LOCO DE LAS SETAS



Tal y como vaticinaban los pronósticos del tiempo ayer, se abrió hoy, tras tantos días de lluvia en mi mundo, una ventana de luz, y a empaparme hasta el fondo de ella salí... Mi Walden secreto, que la semana anterior, entre el orbayo y la niebla, me había parecido siniestro y amenazador, lúgubre y lleno de espectros y aparecidos, hoy era de nuevo, como por arte de magia, pura poesía y ensoñación, todo de ocre y amarillo, luminoso y onírico, un auténtico bosque animado donde cada árbol era un espíritu elemental pletórico de promesas, de revelaciones y símbolos, y así, radiante de sol de nuevo, llegué al pinar escondido, donde las tricholomas y níscalos brillaban como perlas sobre el musgo, pequeños tesoros, milagros de la naturaleza y la tierra... Demasiados hongos quizás -pensé, recordando el visionario ensayo de Handke que leí este verano, intuyendo que no me lo podría quitar luego de la cabeza, El loco de las setas-, pero ya que me ofrecen de nuevo la Copa, vamos brindar por última vez... Y otra cesta que llené, ebrio de serenidad y prodigios, y hasta la furgoneta luego con ella llegué para aterrizar volando de nuevo en mi nido... Ah, los hongos y las setas, los bosques primigenios y eternos, la jara y el musgo y los pinares y robles y encinas, me están volviendo loco, me pregunté, hasta el punto de no salir casi de ellos desde que terminé hace un mes la ruta, no sé, no sé... 

Vicente Muñoz Álvarez

jueves, 15 de diciembre de 2022

REGRESIONES: Prólogo.

 

Los lectores de Vicente Muñoz Álvarez estamos de enhorabuena. Especialmente porque Regresiones puede que sea una de las obras definitivas de su autor. A la altura de su introspección más profunda, El merodeador (Baile del sol, 2007), o de su poemario más imperecedero, Animales perdidos (Baile del sol, 2013). Un punto y aparte en una forma única de entender la creación literaria en nuestro país. Sin concesiones ni estridencias, plagado de coherencia e intensidad, y por supuesto unido a una pasión y a una eficaz inercia muscular del que asume que la literatura no soluciona nada, pero lo cambia todo. Sumado a su ya consabida y siempre rebelde apuesta suicida por la literatura y la vida, entremezcladas en un permanente autobiografismo que persigue cambiar las reglas del juego y nuestra forma de mirar y mirarnos. Un desafío, literario y personal.

Regresiones se convierte pues en una especie de memorias precoces de un tiempo casi mágico. De su infancia en un León gris hecho color gracias a los cómics, las viejas arquitecturas (su relación con la Casa Botines nos recuerda que la realidad puede ser mejor que cualquier ficción), los cromos y las teleseries, a una adolescencia y primera toma de contacto con la música popular (de ese Todo empezó con los Cardiacos a formar parte de Veredicto Final), el cine (un recorrido por las películas eróticas y el terror), el sexo (Dedo es deslumbrante por su sencilla efectividad), la amistad (por estas páginas deambula prácticamente cualquiera que llegara a hacer algo creativo en el León de los 80), el alcohol y la noche, o la propia intuición de la muerte (He estado a punto de morir luego otras veces, supongo que algunas sin saberlo). En un continuo despojarse de elementos innecesarios, tan solo emociones sin coartada, entre la narrativa sobria y el lirismo directo, con el pasado como patio de recreo en el que zambullirse y hallar las respuestas a un presente que confunde o genera desgaste, y en el que autoafirmarse es casi un acto de supervivencia (Ahora disfruto del estigma y la lacra, me singulariza entre el rebaño y me hace plenamente consciente de mi condición).

Mirar atrás y recrearse en los detalles. Con una mirada lúcida y tierna, donde no hay que demostrar absolutamente nada a nadie. Vive tu memoria y asómbrate, afirmación rotunda de Jack Kerouac que Vicente Muñoz Álvarez hace suya aquí como dogma de fe, empeñado, ya desde sus primeras obras, en desenredar la propia vida como una gran maraña de lana, dejándonos presenciar la faena con curiosidad voyeur. Un atractivo tira y afloja con la memoria selectiva, los afectos personales y las distintas instantáneas de una vida que, aunque lejos, parece la de cualquiera de nosotros.

Y por supuesto, Regresiones es un positivo ajuste de cuentas con los héroes y mitos personales de su autor. Una larga lista que recorre con naturalidad lo popular y la alta cultura. Todo un particular muestrario, una guía esencial de esas influencias y pasiones más desatadas. Donde Hulk convive con Malcolm Lowry en igualdad de condiciones, lo que habla a las claras de la apertura mental de una obra y un autor que no cree en los encasillamientos o los lugares comunes. Quizá tan solo disfrutar del recuerdo, paraíso perdido que resulta fascinante desde un presente fabricado de crisis económica y desencanto. Leit motiv último de este viejo refugio atómico desde el que observar el brillo de la bomba. Y al que ha invitado a unos cuantos, convirtiendo el cierre, un epílogo colectivo, en el sincero hermanamiento de una generación que mira lejos.

Un canto a un tiempo que ya no volverá. De ahí su increíble magnetismo, su magia.

Julio César Álvarez

Nueva edición ampliada,
a la venta en la web de LcLibros.



lunes, 12 de diciembre de 2022

ÚLTIMAS PERLAS DEL BOSQUE


Un otoño, ya casi invierno, tocante a setas, como ningún otro recuerdo: desde las primeras perlas del bosque, las de chopo, a finales de septiembre, crujientes y sabrosísimas, pasando por las de pradera, senderuelas, champiñón y de cardo en octubre, las exuberantes y enormes macrolepiotas, los níscalos, las lepistas (violeta y de pie azul) y los deliciosos boletus después, hasta llegar, por último y ya en pleno diciembre, a las más tardías, resistentes a las heladas y al frío, las reinas de los pinares, tricholomas portentosum, con las que llené ayer mismo otra cesta... Maravillosos y relajantes paseos por el monte y el campo buscándolas sin pensar en nada más, en ninguna otra cosa, dejando la mente en blanco, pura meditación y terapia en estos tiempos turbulentos que corren, y estupendas recetas con ellas luego, un festín para el paladar de diversos sabores, texturas y colores... Poco más se le puede pedir al bosque...

Vicente Muñoz Álvarez

domingo, 11 de diciembre de 2022

NO ESTARÁS SOLA

 

Dentro de ese subgénero cinematográfico tan en boga estos últimos años que es el Folk Horror, inspirado por la tradición popular y las viejas leyendas, el panteísmo y la brujería, los misterios de la naturaleza y los cultos paganos, No estarás sola (You won't be alone, 2022), de Goran Stolevski, brilla con luz propia.

Ambientada en un pequeño pueblo de Macedonia en el siglo XIX, más poética que terrorífica, atmosférica que efectista, su película es una fábula siniestra sobre la maternidad y la culpa, la libertad y la redención, que desconcierta por su narración no lineal y la mezcla de registros e influencias que combina, entre el cuento de brujas y el cine de autor, el gore y la poesía, dando como resultado una rara avis inclasificable, capaz de deslumbrar o defraudar, según a qué tipo de público.

No es, desde luego, un film de terror al uso, pese a lo truculento de algunas secuencias, ni de fácil digestión e interpretación, por lo complejo de la trama y la forma de exponerla y desarrollarla, pero sí una película innovadora, perversa y hermosa a la vez, que pese a su ritmo lento y cadencioso, envuelve al espectador en un halo de ensoñación de lo más sugerente.

Su maravillosa fotografía y puesta en escena, sorprendentes mutaciones e impresionantes paisajes y elaborada narrativa, cautivarán a los amantes del género abiertos a nuevas experiencias.

Vicente Muñoz Álvarez

jueves, 8 de diciembre de 2022

RECIÉN LLEGADOS



Y la verdad sea dicha, esta edición de bolsillo en LcLibros ha quedado preciosa: ampliada con un montón de textos inéditos que complementan a la original, y más que nunca con mi corazón al desnudo, Regresiones soy yo en estado salvaje y puro, y la historia del León y la España subterránea de los 80 como nunca antes os la habían contado.

Lo pedís en la web de la editorial
y en pocos días estaré en vuestras casas:



miércoles, 7 de diciembre de 2022

LETRAHERIDOS

 

Cuántas veces lo habré pensado y dicho y me quedará por decir y pensar aún, porque no cesa el aullido, casi a diario lo escucho, tantos colegas del gremio frustrados, decepcionados y hundidos por la literatura, don y maldición... Visto desde fuera, para los que leen, don, sin duda, visto desde dentro, para los que escriben y no alcanzan la cima, la peor maldición... De cómo desgasta y enerva y oprime, de cómo enloquece y desvía, de cómo se lleva la vida y los sueños de los que en ella creen, casi a diario, desde hace tres décadas, por desgracia, doy fe... Y qué tristeza tan grande escucharlo a lo largo del tiempo a docenas, cientos de amigos, cómo fracasan sus libros, que nadie los escucha, que nadie los entiende, que nadie los lee, cuánto esfuerzo invertido y perdido, y cómo lo intentan, tiran la toalla y la recogen, en un bucle infinito, uróboros devorándose a sí mismo, una vez tras otra, una y otra vez... Solo los letraheridos, perros de la lluvia, lo podrán entender...

Vicente Muñoz Álvarez

jueves, 1 de diciembre de 2022

ENTREVISTA EN LA NUEVA CRÓNICA




REGRESIONES en LA NUEVA CRÓNICA



El poeta, escritor, editor y gestor cultural Vicente Muñoz. | MARLUS LEÓN

"En los 80 todo estaba permitido
si era creativo" 

Vicente Muñoz acaba de publicar una edición corregida y ampliada de su emblemática publicación de 2015 ‘Regresiones’, una novela autobiográfica que es también una crónica del León subterráneo y alternativo de los ochenta que vivió una verdadera eclosión cultural.

La Nueva Crónica /Joaquín Revuelta | 01/12/2022

Ante una primera pregunta un tanto imprecisa sobre el género al que pertenece ‘Regresiones’ (Literaturas Com Libros, 2022), su autor, Vicente Muñoz, quiere aclarar que al igual que la anterior ‘Regresiones’ (Lupercalia, 2015) «es una novela de no ficción porque es absolutamente autobiográfica. Casi toda mi obra lo es, pero esta en concreto cuenta mi experiencia entre los 70 y los 90. Arranca cuando soy niño, se centra básicamente en el León de los 80, en la movida musical, etc, y termina más o menos en los 90», señala Muñoz, cuyo libro es una revisión ampliada de la emblemática publicación de 2015. «Han pasado siete años y la editorial que lo publicó, Lupercalia, cerró. El libro se agotó y hoy es prácticamente inencontrable. Durante estos siete años he seguido escribiendo otras muchas cosas, pero hubo bastantes textos que salieron al hilo de este libro. Algunos habían quedado fuera de la primera edición, luego otros los escribí durante este periodo y le iban como anillo al dedo. Creo que es el broche perfecto. Siete años después, como que se cierra un círculo, y quiero pensar que la novela está ahora más completa y definitivamente terminada».

‘Regresiones’ discurre mayormente por el León subterráneo de los años 80, una época que Vicente Muñoz no duda en describir, al menos desde su experiencia personal, como hiperactiva, muy ilusionante y de una creatividad absoluta. «Si tuviera que definirlo en dos palabras diría creatividad absoluta, por la gente que era creadora, obviamente. Había más grupos musicales que nunca, mucha actividad en todos los frentes y un montón de bares alternativos. En los 80 todavía estaba empezando a escribir, pero como bien sabes era músico de una banda de rock, Veredicto Final, por lo que viví en primera persona aquellos años que fueron una locura colectiva a nivel musical. Aparecieron un montón de grupos, desde los más conocidos y que están en la mente de todos, Cardiacos, Deicidas, Positivos, Ópera Prima, Flechazos, hasta muchos otros que como nosotros han dejado algunas grabaciones. Recuerdo salir cuatro veces a la semana a ver conciertos en directo y la verdad es que para un chico de 20 años aquello era realmente fantástico».

El libro se prolonga hasta los 90, una época de mayor normalidad que difería de la efervescencia cultural que caracterizó la década anterior. «Con la llegada de la democracia hubo una eclosión de actividad creativa que no había tenido ni antecedentes ni parangón en cuarenta años. Toda esa actividad eclosionó, por lo menos en las pequeñas capitales de provincia, León incluida, en la primera mitad de la década de los 80. A partir de los 90 todo se normalizó, por decirlo de alguna manera. Esa libertad que nos otorgó la democracia se convirtió en la norma y quizás en los noventa digamos que se consolidaron todos estos parámetros alternativos que habían explotado con un carácter mucho más festivo en los ochenta. A partir de ahí se estandarizó y se hizo norma. Sin embargo a principios de los ochenta, sobre todo cuando empezaron a salir las primeras bandas de la Movida, Siniestro Total, Aviador Dro, Parálisis Permanente, a nivel musical era pasar de los abrigos Loden a las chupas de cuero, de los flequillos yeyé a las crestas de los punkis, a los siniestros y a los góticos. Aquello era básicamente muy muy divertido, al menos para los que lo vivimos en primera línea y bailamos en todos aquellos conciertos de La Tropicana, de La Mandrágora o del Toisón por supuesto».

Vicente Muñoz cree que el nacimiento de la Universidad de León, a finales de la década de los setenta y principios de los ochenta, contribuyó a crear aquel caldo de cultivo en el sentido de que la gente ya no tenía que irse fuera para empezar o terminar sus estudios universitarios. «El principal factor es la presencia. Aquí empezamos a poder quedarnos gente que a partir de los 18 antes no estaba dentro, con lo cual se creó una generación de gente con formación universitaria que pudo apoyar precisamente a todos esos movimientos. También recuerdo, al hilo de tu libro, aunque yo entonces estaba más centrado en la música, las inolvidables sesiones del Cine Club Universitario en Empresariales. Yo recuerdo haber visto las mejores películas de mi vida de aquella época, ‘Tras el cristal’, ‘Angustia’, etc, en aquel cine que tenía algo de culto. No era ir al cine sino a ver ‘Arrebato’ de Zulueta, que era como decir que estábamos empezando una España nueva, que fue realmente lo que sucedió, comenzó una España nueva que en aquellos años se desarrolló en toda su plenitud, con un espíritu totalmente de celebración, festivo, y por supuesto la Universidad contribuyó a consolidar aquel movimiento», sostiene el autor de ‘Regresiones’, que comparte la impresión de que aquel período no se halla suficientemente documentado. «Efectivamente y es muy sorprendente. Aunque me salió del corazón, cuando escribía este libro me sentía de alguna manera cronista de una época. En este sentido ‘Regresiones’ es una novela autobiográfica con aires de crónica. A nivel musical se ha escrito mucho en artículos y se ha hablado mucho de Los Cardiacos, Los Flechazos y otros grupos punteros, pero a nivel literario no hay ningún libro que hable de aquellos años ochenta que fueron absolutamente deslumbrantes. Por eso te digo que escribiendo el libro me sentí cronista, lo primero de aquella movida musical, pero también del León de esa época».

Con los noventa se acabó la fiesta y llegó el desencanto. Así lo reconoce Vicente Muñoz en la última parte de ‘Regresiones’. «Viene a hablar un poco de eso, de cómo toda aquella idea tan libertaria, tan festiva –no sé si es por la evolución natural de cualquier proyecto de este calibre– fue apagándose. Todas las revoluciones culturales se quedan un tanto cortas en cuanto a las expectativas generadas. Y más en concreto la nuestra, porque aquella libertad y aquella creatividad que se dio a partir del año 75 se ha venido abajo. No existe un momento histórico desde entonces en el que estemos más controlados, en el que haya más tabús y absolutamente temas intocables como este presente. Todo lo que hicimos en los ochenta sería prácticamente impensable en estos momentos. Tuvimos la suerte de vivir aquella libertad, para lo bueno y para lo malo, a veces se mal interpretó, otras se aprovechó, pero desde luego nuestro presente no tiene nada que ver con aquellos ochenta, donde todo de alguna manera estaba permitido si era creativo. Por desgracia no se parece a este presente en el que estamos amordazados por la reeducación que nos quieren meter desde las administraciones».

Vicente Muñoz reconoce haber concebido ‘Regresiones’ como «un broche» a la primera edición, «precisamente por esa idea que te he comentado de que me parece una crónica del León subterráneo y alternativo de los 80 y porque me parecía que habían quedado todavía algunas cosas por contar. Esta editorial está reeditando mi obra en prosa, pero ‘Regresiones’ no es una reedición sin más. En realidad es una edición ampliada y revisada, donde he incorporado algunos capítulos que me parecía que en su día no había desarrollado lo suficiente. La idea es que quede ahí y en cierto sentido es un poco mi legado a esta ciudad que centra toda mi obra».