martes, 30 de julio de 2019

BLACKBIRD



ocho y diez de la mañana 
de un martes cualquiera de julio 
frente a la pantalla del ordenador 
sobre mis poemas y libros 
intentando encontrar 
la palabra adecuada 
la cadencia y el ritmo 
por qué y para qué 
30 años escribiendo 
y esta frustración este vacío 
la literatura no me ha revelado nada 
hecho más sabio mejor persona 
llevado a ningún sitio 
ajenos a la poesía 
cantan en la terraza los pájaros 
ellos son el poema 
no las ideas las palabras 
el sentido y el símbolo 
30 años intentándolo 
no lo había interpretado aún bien


Vicente Muñoz Álvarez

lunes, 29 de julio de 2019

PELÍCULAS QUE ERIZAN LA PIEL en LITERATURA + 1



Películas que erizan la piel es la tercera entrega de una serie de libros que el autor dedica al cine de culto. En este caso se centra en el terror en sus más variadas vertientes. Tan variadas que hay películas cuya presencia en el texto pueden sorprender al lector, pero tienen su razón de estar, como se verá más adelante.

No se trata de una de esas típicas (y aburridas, por predecibles) listas de «mejores» películas del género, sino de una obra eminentemente subjetiva, donde el autor expone las que más le han impactado, siendo la mayoría rarezas que considera justo reivindicar, muchas de ellas producidas en los años 60 y 70, años de la niñez y adolescencia del autor y, por tanto, cuando se gestaron sus principales miedos y fantasmas.

Se centra en (cito textualmente): «obras que cuestionan el mundo en que vivimos, que remueven las vísceras y las conciencias, que aceleran la sangre y el corazón, mostrando sin filtros éticos ni políticos la realidad (sin duda violenta y cruel) que el HOMBRE ha creado».

Destaco el término «hombre» porque en él reside el porqué de la presencia de algunos films en este libro. Abundan los relatos de fantasmas, posesiones y casas encantadas, sobre todo las versiones cinematográficas de la obra de Edgar Allan Poe (uno de los referentes literarios de Vicente Muñoz), pero también el terror psicólogico y el miedo, puro y duro, a lo que nos puedan hacer. Por eso se incluyen algunas películas que, a priori, uno no esperaría encontrar aquí, como «La noche del cazador» o «¿Qué fue de Baby Jane» (dos de mis favoritas de todos los tiempos, dicho sea de paso), «Henry, retrato de un asesino», o la que, haciendo honor al título, más me ha erizado la piel a mí en los últimos años: la estremecedora «Martyrs».

Obvia Vicente los clásicos afamados que no necesitan presentación, pues el objetivo es dar a conocer las rarezas con las que él ha disfrutado, sin embargo no puede evitar incluir ciertos clásicos como «Psicosis», «El resplandor», «La semilla del Diablo» o «La matanza de Texas» por lo que han significado en su vida.

Sin ningún tipo de criba: mudo y sonoro, blanco y negro y technicolor, el Hollywood más fastuoso y las coproducciones europeas, la serie B, las superproducciones y los metrajes de corte indie... Todo se da la mano en este catálogo de 200 referencias llamado a ampliar, y mucho, la visión que de esta parcela del séptimo arte se tiene hoy en día.

Un libro que, tal y como yo he hecho, recomiendo leer lápiz en mano para ir señalando aquellos títulos que nos llamen la atención (presiento que se van a multiplicar mis visitas a la bibliotecas) y anotando nombres de directores de los que apenas sabía nada para poder indagar en sus obras más allá de las películas reseñadas aquí, como Roger Corman, Rafael Baladón o Mario Bava.

Ya había reseñado en este blog otras obras de este genial poeta y narrador («Regresiones», «Travesía») y hoy vuelvo a recomendar la lectura de uno de sus libros que, a su vez, es una interesante aproximación al autor a través de sus pasiones y sus fobias.

Luis Sánchez Martín


SINOPSIS: 

«Tanto en la literatura como en el cine (y en todos los demás ámbitos creativos) me interesan las obras que cuestionan el mundo en que vivimos, que remueven las vísceras y las conciencias, que aceleran la sangre y el corazón, mostrando sin filtros éticos ni políticos la realidad (sin duda violenta y cruel) que el hombre ha creado. Este es, en última instancia, el criterio de fondo que he utilizado para confeccionar este listado de películas de culto: lo crítico, lo atípico, lo raro, lo grotesco, lo perverso, lo incómodo, lo hiriente, lo hipnótico, lo arrebatador... Aunque no menos importante, también, ha sido el punto de vista y enfoque literario con que las reseñas han sido ideadas, las conexiones de todas estas películas con libros y escritores que admiro y he leído intensamente en el transcurso de mi vida adulta, igualmente básicos y determinantes para mi formación. Más que una guía cinéfila al uso, pues, este manual está concebido como un diario personal donde me he despachado a gusto con muchas películas que yo opino que nadie debería dejar de ver». 

Vicente Muñoz Álvarez



jueves, 25 de julio de 2019

DALES LA LLAVE AL PASAR



está siendo, este verano, algo distinto a los anteriores, cambio de fase y mentalidad, igual más o menos en lo tocante a hábitos y evasiones, paseos en bici al amanecer, días de descanso y ensoñación, lectura e introspección tras tantos de ruta, pero con una gran diferencia esta vez: ningún compromiso ni plan literario a la vista... lo que a su vez implica no tener al fin que entregar contra reloj libro tras libro a esta y la otra editorial en busca de Z, y poder, en realidad y como hace años que ya no lo hacía, dedicarme a leer y amar y pedalear sin otra pretensión que la de disfrutar cada instante, vivir y dejar fluir, simplemente, el momento... no ya más libros ni exploraciones por ahora, me digo, pruebas ni ordalías, otros lo harán por mí, lleguen a donde lleguen... dales la llave al pasar...


Vicente Muñoz Álvarez

PELÍCULAS QUE ERIZAN LA PIEL en COOL MADRID




martes, 23 de julio de 2019

TRAVESÍA en DEVANEOS



Travesía de Vicente Muñoz Álvarez (León, 1966), con prólogo de Pablo Cerezal, es un conjunto de prosas en las que el autor lleva a cabo un ejercicio de introspección. En ellas hay unos cuantos temas que se repiten. Al autor parece preocuparle su llegada a los 50 años, momento ecuatorial para echar la vista, cansada, atrás y hacer balance, separar el grano de la paja y ver quiénes le acompañan y quiénes no; la escritura como un don y una maldición, la escritura como salvavidas, la página en blanco en la que (a)prenderse fuego a sí mismo, una escritura en la que el autor se deja la salud y su tiempo, nos dice, o lo que es lo mismo su vida, en el ejercicio creador.

Hay ciertas palabras que se repiten con frecuencia: los naufragios, los desamores, el ir y el venir, esto y lo otro y aquello, el bueno de Maupassant, el bueno de Poe, el bueno de Hank…

El autor aborda también su situación como vendedor de zapatos, simultánea con su labor de escritor, vendiendo libros y zapatos pero sin vender su alma al diablo, nos dice.

La vena introspectiva de la que hablaba al principio se concreta en recuerdos de cuando Vicente era niño, su relación con su hermana, el ser considerado raro ya desde joven, su ligazón a la escritura, a la literatura, a autores como Bernhard, Céline, Poe, Bukowski. Con este último encuentro cierto parecido, cuando pienso en poesías como Arrinconado o El Perdedor, porque sí, nihilismos a un lado, ha sido una hermosa pelea y aún lo es.

Francisco H. González

Travesía, Chamán Ediciones. 2019. 188 páginas




viernes, 19 de julio de 2019

PELÍCULAS QUE ERIZAN LA PIEL según JOSÉ G. CORDONIÉ



He seguido el último manual de cine de culto de Vicente Muñoz, “Películas que erizan la piel”, reencontrando films que hacía tiempo que no veía y descubriendo muchos otros que habían pasado inadvertidos o ignorados ante mi pantalla, y que he podido ver ahora y que he saboreado al máximo.

Esto ya me ocurrió con sus anteriores manuales “Películas para llevarse al infierno” (Eutelequia 2011–LcLibros 2018) y “Películas para la penumbra” (Excodra 2015–LcLibros 2018), en los que tuve la oportunidad de descubrir muchas películas de cine de autor o de Serie B o Z que, de otro modo, estoy seguro, nunca hubiera llegado a conocer.

El cine de culto es aquel que ha obtenido el beneplácito popular, más allá –en ocasiones- de la crítica y –siempre- de la taquilla. Esta aceptación, otorgada por el boca a boca de los espectadores, puede llegar a convertir a una de estas películas en una “obra maestra” con el paso del tiempo, si se dan las circunstancias adecuadas.

La razón de este “culto” viene dado, dependiendo del caso, por su transgresión, por su novedad o por su vanguardismo (avant-garde). Y de esto, Vicente Muñoz sabe un rato, como profundo cinéfilo y buceador del underground, que ya nos tiene acostumbrado a nutrirnos de deliciosas recomendaciones de filmes, a veces igual de selectos que extraños, a los que le seguimos en las redes sociales.

En “Películas que erizan la piel”, Vicente nos guía por el cine de terror y suspense a través de doscientos títulos, algunos de ellos de reconocido prestigio, y otros, sin embargo, que resultarán con toda seguridad completamente desconocidos para el lector. Y este es el gran juego de esta guía, o mejor dicho “manual para cinéfilos”, la posibilidad de recordar y revisitar grandes películas de todos los tiempos a la vez que descubrir y admirarse con obras ignoradas, recónditas o rarezas exquisitas excluidas, simplemente, del mainstream. 

El Terror son, en mi recuerdo, títulos claves en el cine de género como El resplandor, Las manos de Orlac, Psicosis, Al final de la escalera, La semilla del Diablo, La matanza de Texas, ¿Qué fue de Baby Jane?, Freaks, o una de mis películas favoritas: La noche del cazador. Y a estos enormes filmes, se suman grandes maestros como Dreyer, Corman, Fisher, Cronemberg, Bava, Baladón o nuestros Jesús Franco, De la Iglesia o Ibañez Serrador.

Como ya he dicho, “Películas que erizan la piel” no es un libro de lectura sobre cine, sino que es un manual de películas de culto que nadie debe perderse, que nos debe servir como guía para posteriormente llevar esas películas a la pantalla para que nos emocionen, nos den frío o miedo, que son los estímulos que nos erizan la piel (horripilación cutánea).

Para aquellos que no conozcáis la obra de Vicente Muñoz, os invito a conocerla. Sus libros siempre contienen una reunión incesante de referentes artísticos en todas sus expresiones, desde la música, la literatura, la fotografía o el cine. Además, en cada uno de sus textos, sean novela, relato o poesía, une de manera sistemática y maestra las ensoñaciones con sensaciones, recuerdos, imaginaciones y semblanzas.


José G. Cordonié

jueves, 18 de julio de 2019

RETORNO AL PASADO



curiosos los resortes y sortilegios de los libros y lecturas en cada momento y fase de la vida, y muy curioso también cómo, con el paso de los avatares y el tiempo, van y vienen y vienen y van, pierden o cobran vigencia y te arrebatan o definitivamente, sin más, te abandonan... de la baja a la alta literatura y al revés, voy, según me sienta en cada fase y momento, alternándolas... curioso que arrancara con relatos de terror y aventuras, y de ellos pasara a los simbolistas y decadentistas y esteticistas y demás vanguardistas, y después a los beat y realistas sucios y minimalistas y a tantos otros más, prueba superada, pensé, estoy ya en otra realidad y nivel, y curioso que tantos años después ese mismo nivel y realidad, la alta, digamos, literatura, me haya literalmente agobiado y casi enfermado y haya tenido, como revulsivo y a causa de ella, que volver de nuevo a los relatos de terror y aventuras... curioso que de Poe y Hoffmann y Lovecraft y Huysmans y Stevenson haya pasado a Céline y Bernhard y Miller y Sartre y Kerouac, cómo unos y otros me apasionaron y fueron relevándose como gurús de yo qué sé ya qué, y curioso también que se invierta ahora de modo natural el proceso y vuelva a disfrutar con mis primeros maestros de nuevo... todo curioso y extraño en la vida (en la mía al menos), aleatorio y absurdo, magnético y especular... 


Vicente Muñoz Álvarez

miércoles, 17 de julio de 2019

GOZA EL MOMENTO



días tranquilos en Villaobispo, al fin, después de tantos de calzado y carretera, madrugar voluntariamente y salir a pedalear con la bici practicando el arte de la meditación (fuera los pensamientos), volver a casa y observar el crecimiento de las plantas en la terraza, tomates, chiles, cilantro, romero, orégano, tomillo, perejil, guindillas, menta y etc, escribir y pensar (ahora sí) con criterio y calma, cocinar y fumar con calma, comer calma, dormir la siesta con calma y elegir al despertarme, en función de mi estado de ánimo, el libro adecuado, alternar la lectura en la terraza con la visión de las nubes al pasar (cuántas quimeras y castillos), sentir la tarde palpitar y la noche caer, cenar masticando despacio, ver una película y acostarme relajado... son días de ensoñación, me digo... goza sin más el momento...


Vicente Muñoz Álvarez

martes, 16 de julio de 2019

NO ESCRIBIR



una placidez
y beatitud

este verano

que ya casi
ni recordaba

NO ESCRIBIR

como terapia
y catarsis

NO ESCRIBIR

estar y ser
sin más

viendo la vida
pasar

verla pasar


Vicente Muñoz Álvarez


lunes, 15 de julio de 2019

ESTACIÓN DEL FRÍO





En abril de 2006 se editó el número 18 de la colección de cuadernos de poesía Planeta Clandestino: “Estación del frío” de Vicente Muñoz Álvarez, con prólogo de Diego Marín A. e ilustración de Silvia Díaz Chica. Se presentó en @unirioja en su ciclo “Presencias literarias” de aquel año.

Enrique Cabezón

jueves, 11 de julio de 2019

PELÍCULAS QUE ERIZAN LA PIEL en 200 MGHERCIANOS



Si hay un término con el que definir al escritor y poeta Vicente Muñoz Álvarez es su pasión por las cosas bellas, dentro de cualquier contexto, del viajante en la carretera que durante seis meses al año contempla por las interminables rectas de las autovías de la meseta semejante delicia de paisaje. Ahí, en la carretera de su querido Kerouac, en su automóvil pleno de maletas con zapatos de temporada. Curiosa estampa —pero corroboramos que ganarse el pan con la venta de libros: Hoy en día son muy pocos-as a quienes les cae esa breva. La pluma hay que cargarla de tinta y la tinta no es gratis. Hoy en día son los diodos o pixeles de la pantalla de un ordenador, la electricidad y la banda ancha (no son gratis). Seis meses después, el amanuense vuelve al lugar de creación: la montaña leonesa y los largos paseos al lado de su perro, mientras confabula nuevas historias o quizás versos con los que llegarnos al alma. VMA es cómplice de eso que ya le ha dado el oficio; el escritor infatigable. Un tipo que no renuncia a esas inspiraciones cuasi poliédricas, mirando un páramo, saboreando una taza de café, desde un semáforo parado observando a una pareja que discute de la vida que viven. En la cola de un Supermercado, donde una anciana habla con un móvil —de teclas enormes— mientras llora a su nuera: lo mal que la tratan los de Servicios Sociales, porque son inexistentes… Sí, la inspiración puede encontrarse en los sitios más insospechados. Pero ahora, volviendo a este magnífico libro: un ensayo de todas esas películas que nos encontramos en esta última obra de Vicente Muñoz Álvarez y acabamos de leer: “Películas que erizan la piel” (2019). No se trata del clásico ni el canónico libro de crítica de determinado cineasta o eso que está tan en boga, las 100 mejores películas del S.XX de suspense o de Sci-fi y etc. No. El autor repite hasta la saciedad que estamos ante una obra que forma una trilogía sobre unas películas de cine con las que ha crecido y se ha enriquecido culturalmente. Todas ellas tienen un significado muy especial para VMA. Son grandes momentos de su vida y han condicionado su estilo y forma de dirigirse a sus lectores. “Películas que erizan la piel” (2019) es una amalgama de subgéneros de terror donde encontrarán: asesinos en serie, slasher, gore, seres demoníacos, posesiones, vampiros y licántropos, casas encantadas, Sci-fi terrorífico, lisérgico, zombis y sobre todo mucha serie-B, entre una buena cantidad de productos made in VHS erótico/bizarro. A día de hoy, entre la jugosa selección, por sus exquisitas 221 páginas.

Observarán en sus descripciones films con una premisa primordial; ya que parten como adaptaciones de algunos de los mejores escritores-as del terror gótico, suspense o erótico. En este peculiar y fascinante libro veremos recopilados toda una gran combinación de películas (muchas de ellas de culto, imposibles de cuestionar). Deudoras del negro sobre blanco, de autores como: Adous Huxley, Alejandro Jodorowsky, Bari Wood, Guy de Maupassant, Lautréamont, Baudelaire, Rimbaud, Huysmans, Ira Levin, Jack Kerouac, Jeffrey Konvitz, John Ajvide Lindqvist, Kenneth Cook, Daphne du Maurier, Henry Miller, Fred Mustard Stewart, James Joyce, Peter Van Greenaway, Peter Straud, Roland Topor, el gran Stephen King o el inefable Sheridan Le Fanu. Films escondidos en algunas de esas maletas de zapatos —de otro tiempo— del gran Jean Rollin y sus vampiros colgados de LSD. Ahí pueden sumarle todo lo que la adictiva Hammer ha producido durante su fértil historia del cine, que se devora con ganas. Esencialmente, por un público compulsivo de todos sus thrillers psicológicos y películas de suspense. Al igual que su generoso catálogo de horror gótico y demás monstruos. Esa es la línea de trabajo establecida en este brillante libro, una labor minuciosa, siempre dejando muy despejada la devoción hacia un arte que sincroniza con el acervo creativo de nuestro autor. “Películas que erizan la piel” es el tercer libro sobre cine —que cierra una trilogía dedicada al mundo del séptimo arte— de Vicente Muñoz Álvarez. Un amor que se mantiene y sigue estando ahí, al igual que el de la música. Confesaba el escritor leonés que uno de sus autores fetiche de juventud era Howard Phillips Lovecraft. En uno de los relatos que incluye su extensa obra “Viajes al otro mundo”, menciona una llave de plata que le transportaba a los recuerdos de esa infancia marcada por los miedos y los fantasmas de casas encantadas. Posiblemente la infancia de VMA es una máquina del tiempo de espacios atemporales. No es la primera vez que afirma con toda rotundidad “que la esencia de su escritura y sus pensamientos es un trozo del recogimiento y el arte de la ensoñación… Poe es el maestro de la literatura moderna, de la literatura sobrenatural, de terror y policíaca moderna.”

“La Casa Usher me deslumbró. Es un relato con un trasfondo de subconsciente, con muchas referencias solapadas que en una segunda, tercera, cuarta o quinta lectura vas desvelando. Empero, sobre todo, destaca el ambiente que es capaz de recrear. Hay un ambiente fantasmagórico, absolutamente espectral que me trastornó y me sigue trastornando. Como decía Edgar Allan Poe, (sin dormir, pero soñando)”. Este amanuense leones, que a pesar de los años sigue en movimiento y viviendo de sueños que impregna. Hace como unos cuatro años comenzó el viaje al principio de esta trilogía cinéfila, que inició con “Películas para llevarse al infierno (2011), después, “Películas en la Penumbra”(2015) y por último la que estamos comentando a lo largo del texto; nuestra querida “Películas que erizan la Piel”(2019) (una especie de colección de grandes films, con la coletilla de Cult Movies). Películas con un denominador común, la admiración y celo por esos films con los que ha ido creciendo o descubriendo su itinerario literario. Por cierto, cuando quieran quedar bien delante de sus amigos y denoten que es la hora del tedio tras una cena larga sin palabras, hablen sobre el horror. Ya verán cómo se quedan los mismos cuando les comenten cosas como éstas: Fue a Tod Browning —que no el irlandés Bram Stoker—  a quien se le ocurrió que Drácula vistiera un frac, o la impresionante cabeza cuadrada y claveteada de la abominación de Frankenstein es un hallazgo de Jack P. Pierce, no de Mary W. Shelley. Esto no está en el libro. Es una broma que le gasté por teléfono a Vicente Muñoz Álvarez y le encantó. Y es que el horror es parte de nuestra historia más contemporánea. A mí, que vengo de letras puras y como licenciado en Prehistoria y Arqueología y periodista (jubilado por problemas de salud), siempre me gustó esta historia de un personaje cercano a mi mundo y el horror. Recuerdo con alegría una clase de una de nuestras profesoras más sabias de los 90. Hablaba de Plinio “el joven” y una de sus primeras crónicas sobre casas atormentadas por el recuerdo de muertes o tragedias recientes. El escritor de la antigua Campania describe: “una casa espaciosa y amplia, pero desprestigiada y funesta” en Atenas, sobre la que corrían todo tipo de rumores debido a los “hechos inconfesables” acaecidos en ellas durante décadas. La construcción había sido escenario de asesinatos y después de la muerte de toda una familia, asesinato que Plinio describe: como algo de una horrible naturaleza, que provocaron el miedo de “la ciudad entera y todos quienes conocían las consecuencias de un acto tan atroz”. Según el escritor, la casa permaneció vacía por décadas debido a que “en medio del silencio de la noche se oía un sonido de hierros y un ruido de cadenas, primero más lejos, luego más cerca”. Resumiendo, “Películas que erizan la piel” (2019) es un libro ameno, muy interesante y con un lenguaje cercano, rico en epítetos y sentencias pop que marca un tempo alejado de la crítica más ortodoxa y oficial por excelencia. No es un estudio detallado o una biografía al uso en concreto. Pero vale la pena invertir un poco de tiempo para disfrutar de películas de terror, subgéneros y rarezas de todos los rincones del planeta. Especialmente sería una extraordinaria elección una o dos de estas películas para un regalo de Halloween. Puede que sea tal el éxtasis de emoción de miedo del que recibe, que vaya creando un boca a boca con “Películas que erizan la piel”(2019). Empero, vamos acercándonos al asueto de verano y por ende hablamos de un libro que se convierte en un excelente compañero de verano playero para ir tomando contacto con toda esa conexión informativa. Tremendamente entretenida y reveladora, pero a la vez accesible para la mayoría de los lectores. Realmente he disfrutado muchísimo con la variedad de títulos que ha elegido. Desde los años 30 a la selección de mediados y finales de los 60. Así como un montón de films psicodélicos de los años 70. Sutiles 80,s/90,s y algún beluga de este S.XXI. Películas que erizan la piel (2019) /films de culto/ de Canalla Ediciones es todo un hallazgo para todo aficionado y amante de la gran pantalla. Y como decía un teórico del terror contemporáneo de quien ahora mismo no recuerdo el nombre: “La narración que analiza el miedo como parte del paisaje humano se haga cada vez más profunda, perversa y obtenga un enorme valor estético.” Y claro, hablando de narradores, Vicente Muñoz Álvarez es un valor seguro, pueden buscarle por Google en la Wikipedia y descubrirán su magnífico blog “Mi vida en la penumbra”. Así como lugares míticos creados por su ingenio y frescura como la edición del fanzine Vinalia Trippers o el portal HankOver Resaca; un homenaje a Charles Bukowski. Lo dicho, es muy buen poeta, escribe muy bien, tiene una imaginación desbordande: pero, además, es un grandísimo ser humano.


Jon Alonso, en 200 mghercianos.




jueves, 4 de julio de 2019

PHANTASMAGORIA



algo que me relaja como ninguna otra cosa en el mundo, que yo sepa: los paseos kilométricos por la playa al amanecer... dejar a mi ángel soñando con caracolas y bajar yo solo, después de fumarme una buena pipa, a caminar descalzo por la orilla del mar... y entonces, como en tromba, miles de sensaciones y emociones y sinestesias, cada olor e imagen y color sugiriéndome asociaciones y visiones nuevas, la gasa azulverdosa de la línea del horizonte y Conrad, mis huellas sin rumbo en la arena y Kerouac, aquel islote a lo lejos y Stevenson, el tekeli-li de una gaviota en el cielo y Poe, las olas estrellándose contra mi conciencia y Cravan, etc etc... puro símbolo y correspondencia todo en la playa al amanecer, mi magdalena de Proust personal, mis dunas sin extranjero a la vista, mi terapia, tras los días de ruta, para renacer...


Vicente Muñoz Álvarez

photo by Marlus Leon

miércoles, 3 de julio de 2019

ENTREVISTA en EL SÓTANO DEL ORNITORRINCO


Foto de Marlus Leon

Vicente Muñoz Álvarez aterriza en El sótano del ornitorrinco y se enfrenta a nuestro interrogatorio de junio, que incorpora nuevas (y comprometidas) preguntas. Próximamente, contaremos con otros autores (Ada Menéndez, Claudia Capel, Carmen del Río Bravo, Sonia San Román, José María Cumbreño, etc) que se han atrevido a colaborar en nuestra sección de entrevistas minimalistas. Y ahora, pasen y lean, estimados seguidores. A disfrutar de este caluroso verano.

Ana Patricia Moya

Vicente Muñoz Álvarez (León, 1966). Poeta, narrador, ensayista, gestor cultural y crítico de cine. Autor de los poemarios Privado (Baile del Sol, 2005), Estación del frío (Ediciones del 4 de Agosto, 2006), Parnaso en llamas (Baile del Sol, 2007), Canciones de la gran deriva (Editorial Origami, 2012), Animales perdidos (Baile del Sol, 2013), Días de Ruta (Lupercalia, 2014), Del fondo (Zoográfico Ediciones, 2018), entre otros; de las novelas y libros de relatos Los que vienen detrás (Editorial DVD Ediciones, 2002), Monstruos y Prodigios (Editorial Amargord, 2007), Perro de la lluvia y otros cuentos (Editorial Iralka, 1997), Mi vida en la penumbra (Editorial Eclipsados, 2008), Regresiones (Lupercalia, 2015), El merodeador (Baile del Sol, 2017), Travesía (Chamán Ediciones, 2018); también de los ensayos El tiempo de los asesinos: semblanzas de algunos escritores malditos (Literaturas Com Libros, 2019), Cult Movies I: Películas para llevarse al Infierno (Literaturas Com Libros, 2018), Cult Movies II: Películas para la penumbra (Literaturas Com Libros, 2018) y Cult Movies III: Películas que erizan la piel (Canalla Ediciones, 2019). Ha coordinado las antologías literarias Golpes: Ficcciones de la crueldad social (con Eloy Fernández Porta; Editorial DVD, 2004), Tripulantes: Nuevas aventuras de Vinalia Trippers (con David González; Editorial Eclipsados, 2006), Resaca / Hankover: Un homenaje a Charles Bukowski (con Patxi Irurzun; Caballo de Troya, 2008), 23 Pandoras: Poesía alternativa española (Baile del Sol, 2009), Beatitud: Visiones de la Beat Generation (con Ignacio Escuín; Ediciones y Producciones Baladí, 2011), y El descrédito: Viajes narrativos en torno a Louis Ferdinan Céline (con Julio César Álvarez; Lupercalia, 2013). Editor del fanzine Vinalia Trippers.

¿La poesía sirve para algo?

Depende de cada lector y poeta, de sus intenciones y metas y su forma de enfrentarse a la poesía. En mi caso en concreto, para hacer de este mundo un sitio mejor.

¿Qué no es poesía? 

No hay nada que en principio sea o no sea poesía: depende, de nuevo, del punto de vista y enfoque de cada poeta y lector. Todo o nada puede serlo, según lo veamos e interpretemos.

El momento más vergonzoso de tu vida como artista fue…

Nunca he sentido vergüenza por ser escritor, en todo caso desencanto o frustración, pero no vergüenza, al contrario, me siento orgulloso de serlo, aún en los peores momentos que haya podido pasar.

¿Dónde están las musas? 

En el cerebro y en el corazón, y en la visión que proyectan de lo que nos rodea.

¿Qué libro te hubiera gustado escribir?

Viaje al fin de la noche, de Louis Ferdinand Céline.

La palabra más hermosa del diccionario es…

AMAR.

¿Cuál es tu concepto de justicia poética?

A estas alturas de mi trayectoria, dudo ya que exista o pueda existir la justicia poética. Si la hubiera: poder vivir de la literatura.

¿Amor o desamor como tema universal poético? 

Siempre y por supuesto. Ambos, para lo bueno y para lo malo, son los motores del mundo.

¿Libro impreso o libro electrónico? 

Impreso, sin duda.

Último libro leído. 

La negra luz del círculo oscuro, de mi colega José G. Cordonié, una gozada.

¿La literatura da de comer? 

De merendar, en todo caso, y ya ni eso…

¿El arte ha muerto?

No lo creo, ni creo que muera jamás. Pase lo que pase, seguirá habiendo artistas, aunque varíen las formas, estéticas y contenidos.

Un libro que no recomendarías bajo ninguna circunstancia. 

American Psycho.

¿La pastilla roja o la azul? 

Ambas si puede ser, por favor.

¿Existe alguna relación entre la política y la poesía?

Mucha o ninguna, una vez más, en función de cada poeta, poética e intenciones. En mi caso, en particular, mucha, sin duda, porque mi poesía refleja el mundo en el que vivo, esa es mi principal premisa, y la política, en mayor o menor medida, directa o indirectamente, está siempre presente.

¿Protagonista o secundario? 

Lo quiera o no, secundario, me temo…

Si fueras un personaje de ficción serías… 

Indiana Jones.

¿Qué artista debería de ser estudiado obligatoriamente en colegios e institutos?

H.P. Lovecraft.

Una serie recomendable y una película olvidable. 

Penny Dreadful y Regresión, de Amenábar.

Un director de cine y un disco de cabecera. 

Mario Bava y Rain Dogs, de Tom Waits.

Tu opinión con respecto al panorama poético actual.

Demasiado pan y circo, básicamente, hasta el punto de que el poeta se vea obligado a ser performance, actor, cantautor, y si nos descuidamos, payaso también, para poder captar más audiencia. No me gusta ese juego y creo que de hecho está perjudicando mucho a la verdadera poesía.

¿Alguna manía confesable antes, durante o después del proceso creativo?

Tener tabaco a mano.

Si existiera la posibilidad de resucitar a una celebridad por un día para tener una interesante conversación, ¿a quién elegirías? 

A Jack Kerouac.

Un momento histórico.

El movimiento hippie en San Francisco.

Un consejo para no tener en cuenta.

Sé tú mismo.

Gracias mil, Vicente. Salud y poesía.



lunes, 1 de julio de 2019

PELÍCULAS QUE ERIZAN LA PIEL en CULTURAMAS



LOS TERRORES FAVORITOS DE 
VICENTE MUÑOZ ÁLVAREZ

Tras los fantásticos Cult Movies. Películas para llevarse al infierno y Cult Movies. Películas para la penumbra, Vicente Muñoz Álvarez completa la tan siniestra como exquisita trilogía, con Películas que erizan la piel, Canalla Ediciones, removiendo víscera y conciencia, marca habitual de su pulso, con un catálogo de horrores compuesto por 200 citas con el terror y el escalofrío.  Una cruda e imprevisible lista repleta de joyas desconocidas para la mayoría, una selección sin mayor filtro que el del efecto lisérgico y perturbador de un Séptimo Arte que no entiende de límites ni normas. Directores que nos rinden al sudor frío de adentrarnos en las psiques más retorcidas. 200 ocasiones para perderse con gusto y sufrimiento que Vicente ha ido enhebrando con pasión y arrebato. Títulos como Las manos de Orlac, Los ojos sin rostro, El molino de las mujeres de piedra, El cuerpo y el látigo, Bohemia perdida, Bahía de sangre, Morbo, Torso: violencia carnal, El ansia, Calvaire, o Supervixens. Enormes directores como Romero, Cronenberg, Bava, Corman, Fisher, Wyler, Hitchcock…además de españoles como Jesús Franco o Eloy de la Iglesia entre otros grandes, marcan un sendero de historias perversas, incómodas incluso hirientes, para espectadores curiosos y sin prejuicios. 200 oportunidades para viajar, para temblar, y que como el propio Vicente indica en el prólogo: “te transforman, desencajan algunas piezas en tu interior y, merced a alguna misteriosa alquimia, sus efectos trascienden la duración de su metraje”.

Julia Roig