viernes, 30 de septiembre de 2022

LA MALDICIÓN DE LOS KARNSTEIN



Otra de las películas señeras del gótico italiano, La maldición de los Karnstein (La cripta e l'incubo, 1964), de Camillo Mastrocinque, reúne con sutileza todos los tópicos del género: castillos sombríos, criptas y pasadizos, monasterios en ruinas, maldiciones familiares, crímenes pasionales, espectros y aparecidos...

Adaptando a la pantalla grande la Carmilla de Sheridan Le Fanu, Mastrocinque rubrica un filme elegante, onírico y sugerente, lleno de luces y sombras, lúgubres tañidos de campanas y emociones contenidas, que nos envuelve en un maravilloso y tétrico halo de ensoñación.

Fantástica Adriana Ambesi, que parece comerse la cámara con sus enormes ojos negros, solvente como siempre Christopher Lee (en uno de sus escasos papeles de bueno) y convincentes todos los demás actores secundarios, sobre cuyas interpretaciones se sustenta en gran parte el peso de la película.

Si os gustan Charles Maturin, Horace Walpole y Matthew Gregory Lewis, la trinidad gótica por excelencia, además de Sheridan Le Fanu, el padre de la inmortal Carmilla, disfrutaréis de lo lindo con este largometraje.


domingo, 25 de septiembre de 2022

CASA BOTINES (Y la Torre de Plata)



Mi querida Casa Usher, mi Exin Castillos particular, aquel caserón neogótico y por aquel entonces, antes de la reforma, siniestro y sombrío, su interior sobre todo, aquellas lúgubres escaleras por las que mi padre aseguraba que correteaban gigantescas ratas, cinco pisos a oscuras sin ascensor hasta el ático de mi abuela, la madera crujiendo bajo las suelas de nuestros zapatos, la macilenta e intermitente luz, las ventanas modernistas y sus torres cilíndricas... Allí fueron a vivir de alquiler mis abuelos (al contrario de lo que pueda parecer, no eran viviendas de ricos, sino de pequeños comerciantes que se habían ido estableciendo en las inmediaciones del edificio en los años 20 y 30 del pasado siglo), a aquel palacio místico y tenebroso, como de ensueño de opio o desvarío simbolista, que Gaudí había construido tiempo atrás... La Casa Botines, con su foso y su reja de forja y su implacable San Jorge matando al Dragón y sus torreones y agujas y almenas... En ella nació y se crió mi padre y sus cuatro hermanas, y en ella vivía todavía mi abuela, rodeada de reliquias de tiempos remotos, canarios enjaulados, muñecas de porcelana y montañas de libros, cuando yo comenzaba a dar mis primeros pasos y a practicar tímidamente el arte de la ensoñación... Ah, qué recuerdos aquellos, cinco, seis, siete años, todo misterio y revelación, descubrimiento y promesas, aquel León provinciano, la tienda de mis abuelos en Ordoño II, los tebeos del Jabato y el Capitán Trueno y el Guerrero del antifaz, el vetusto Café Victoria, la catedral y la Calle Ancha, el destartalado Barrio Húmedo, los PP. Agustinos al lado (mi colegio: aquella fortaleza inmensa de ladrillo rojo de la que pronto hablaré), la recoleta y umbrosa Iglesia de San Marcelo y, muy en especial, el torreón del ático de mis abuelos, desde el que oteaba a vista de pájaro la somnolienta ciudad... Allí me recuerdo a menudo ensimismado mientras mi familia charlaba en el comedor, viendo pasar a los transeúntes, dónde irían, de dónde vendrían, cómo se llamarían, si serían felices o no, evocando una y mil veces la terrible pelea entre mercheros y gitanos que mi padre había contemplado de niño desde ese mismo torreón y de la que tantas veces me había hablado, navajazo viene y va, cuerpos tendidos en la plaza, tripas en las aceras, gritos de auxilio y gente corriendo... Mi padre, cuántas historias truculentas y fantasías me metió en la cabeza de niño... A él (y a mi madre, por supuesto, voraz lectora) le debo esta afición por las letras, siempre hablándome de mazmorras y pasadizos y tesoros y fortines y maquis y prodigios y monstruos... Frente a ella, la Casa Botines, paso todavía a menudo, ya reformada y reconvertida desde hace tiempo en museo, y hacia la torre de mi abuela instintiva e invariablemente miro, buscando su fantasma con una llave de plata en la mano, regresión tras regresión volviendo a mi infancia, a aquellos días primeros, a aquellas lecciones tempranas, a aquel quimérico despertar...

Vicente Muñoz Álvarez,
de Regresiones

Nueva edición ampliada,
próximamente en LcLibros



jueves, 22 de septiembre de 2022

ENTRE BABILONIA & WALDEN



Noche cerrada ya en Villaobispo, después de una porrada de kilómetros por esas carreteras solitarias del mundo tras una larga jornada de calzado a cuestas, y yo que aterrizo al fin en mi casa con la Transporter, en plenos días de ruta, y cómo pesan las maletas de muestras esta campaña, qué largas se hacen las horas y cuántos problemas con los clientes y las ventas, pensando en los dos hemisferios entre los que oscila mi vida, Babilonia y Walden, el capitalismo y la ensoñación, con todo el extrañamiento que ello implica, el yin y el yang, la cuadratura imperfecta del círculo... Noche cerrada ya fuera y dentro de mí, y los lobos aullando en el corazón de mi bosque, y las hojas de los chopos, observaba melancólico al volver, que comienzan a amarillear y volar, a dónde van, en preguntaba sujetando fuerte el volante, a dónde van... Amarillean las hojas de los árboles en el camino, encanecen mis sienes, pasan los días de ruta y los de ensoñación, y el mundo que gira y la nave que va, no sé hacia dónde, pero va... Ay, los años, las rutas y las maletas, las estaciones y las sensaciones, los muertos y los vivos y los animales perdidos, a dónde van, me repetía por la autovía regresando a casa a toda velocidad, a dónde van...

Vicente Muñoz Álvarez

Foto por Marlus Leon

lunes, 19 de septiembre de 2022

GRACIAS POR TANTO



Si a una editorial tengo que agradecerle estos últimos años la confianza que, a todos los niveles, ha depositado en mí, es a LcLibros, que hasta el momento ha reeditado siete títulos de mi bibliografía, a los que pronto se sumará una nueva edición ampliada de Regresiones.

Gracias, queridos drugos, por tanto.

A la venta, en papel y en ebook,
en la web de la Editorial:


jueves, 15 de septiembre de 2022

REGRESIONES 2022



Muy pronto en las calles, una nueva edición de Regresiones, ampliada con un montón de textos inéditos, hijos de mi carne y mi sangre, de la mano de LcLibros: ahora la ruta de calzado, luego la ensoñación...

Yo creo que Vicente Muñoz ya escribía por aquellos años en los que escribir estaba mal visto. Por eso, este Regresiones me parece que surge de su memoria de testigo voraz, que es como lo recuerdo en los tiempos en los que al volver la vista atrás no se veía nada. Él siempre miraba hacia adelante e, insaciable, leía, leía, leía... Pienso que, a veces, como un loco, para poner literatura de por medio a la sordidez cotidiana. La veracidad llegó después. Está ahora en esta joya en forma de libro, de cuando el color se iba introduciendo en el León inhóspito en el que la fraternidad se expresaba a bofetada limpia. Regresiones es para los que están y para los que no están. Incluso para los que ni estuvieron. Es un álbum temporal de fotos de otro mundo que no va a volver. Porque, lo bueno, que hubo mucho, son tatuajes en la piel. Unos son besos. Otros, cicatrices. Nunca se quitarán. Pero ahora aparecen en forma de páginas imperdibles y palabras de un francotirador que, lo dice, no quiere disparar a matar. Regresiones es un retrato urbano. Aquí no hay ni una sílaba dedicada a la manida seducción folclórica. Regresiones es una colección de impactos de alcance del día a día. De cuando los mandamientos se resumían en dos, porque nada era relativo: “Vivid en la calle, no paréis en casa”, o “La sangre aún me hierve cuando pienso en mi mala suerte”. Por ejemplo. Y hay ajuste y expiación en esto que también es un “gracias a la vida”.

Pacho Rodríguez


LAS JOYAS DE MI CORONA

martes, 13 de septiembre de 2022

TINTURA DE BELEÑO



Los recuerdos, las emociones, los extravíos, las sensaciones... Cuántas ya, a estas alturas de mi película, héroes y villanos, musas y brujas, magia blanca y negra, maestros y decepciones, cuántos y cuántas... Llueve suavemente sobre el mundo esta tarde de septiembre gris, rodeado ya de calzado por todas partes, antes de marcharme a la guerra, y al echar la vista atrás, la verdad, me da vértigo todo, lo bueno y lo malo, lo que duele y acaricia la piel, lo que me ha dañado o hecho mejor la vida ahí, dentro de mí, subiendo y bajando, colocando y descolocando, burbujeando, y qué extraño, pienso, el camino y la ruta, el viaje y las luces, las cárceles y limbos de mi corazón, los gozos y las sombras... Lo que es, es, le decía a mi chica el otro finde que había aprendido un discípulo en 30 años de estancia en un templo budista, y ella, con sus ojos de cielo, se reía y asombraba y cuestionaba esa enseñanza por simplista, mientras yo le intentaba explicar que no tanto, que lo que es, realmente es, y que la clave y el secreto de la iluminación no es entenderlo o decirlo, sino encarnarlo... En esa encrucijada, como Romeo y Julieta, hijos de Uróboros y el Amor, estamos...

Vicente Muñoz Álvarez

lunes, 12 de septiembre de 2022

CHILES & GUINDILLAS



Rodeado ya en casa, en la furgoneta y en el garaje, de muestras de zapatos y zapatillas, tarifas, cartas de colores y maletas, lo que se dice petado hasta la bandera de calzado por dentro y por fuera, justo antes de comenzar la ruta, lanzarme de cabeza a Babilonia y abandonar temporalmente mi hogar, y también, la otra cara de mi misma moneda, de los humildes frutos de mi pequeño huerto urbano, que con tanto corazón y esfuerzo me ha dado el verano, chiles y guindillas, en esta ocasión. Entre ambos polos me debato (lo que es, es, me repito una y otra vez), calzado y poesía, capitalismo y ensoñación: quién sabe qué espera en la siguiente estación...

Vicente Muñoz Álvarez

Photo by Marlus Leon

domingo, 11 de septiembre de 2022

AMADOR



UNA película española sobre asesinos en serie en pleno régimen franquista, polémica y transgresora, con aire de nouvelle vague, diálogos existencialistas y una innovadora puesta en escena, no es desde luego algo habitual en la filmografía de aquel tiempo. Y es justamente eso lo que Francisco Regueiro nos ofrece en Amador, otra rareza que merece la pena desempolvar.

Inusual por el tema que aborda, desde luego, pero especialmente por la forma que tiene de contarlo, cómo nos introduce en la mente del protagonista mediante largos monólogos interiores y la objetividad con que se van narrando los hechos, casi a modo de crónica o documental, atendiendo más al aspecto psicológico del asesino que a lo truculento de sus crímenes.

Una y otra vez me venía a la cabeza al verla (e imagino que haya sido una influencia del director), El extranjero, de Albert Camus: lo absurdo, determinista y fatídico del destino que rige sus actos, y la pasividad y escepticismo con que los va encajando, como si fuera más bien un espectador de los mismos.

Magníficas interpretaciones, en especial las de Maurice Ronet y María Luisa Ponte, sorprendente guion del propio Regueiro (que volvió a abordar el tema, desde otro punto de vista, en Carta de amor de un asesino), y lo mejor de todo, una forma de rodar y contar totalmente atípica en la España de aquel tiempo.

Vicente Muñoz Álvarez,
de Películas que erizan la piel
(Canalla Ediciones, 2019)




miércoles, 7 de septiembre de 2022

CUADRO ESCOCÉS



en la terraza
de mi casa
esta tarde nublada
de septiembre

justo a punto
de comenzar
a vender zapatos

con El poder del ahora
en las manos
otra vez

observo de reojo
mis zapatillas
y mis pies

puro mandala
y cuadro escocés

estar presente
ser testigo
estar alerta

me susurran

no pienses
no proyectes
no analices


Vicente Muñoz Álvarez

martes, 6 de septiembre de 2022

PURO CORAZÓN



no es la cantidad
de la cosecha
lo que importa
en un huerto urbano

limitado
por el espacio
y la tierra

sino la calidad
de los frutos que da

la magia
y fascinación
del regalo

perlas brillando
bajo el sol
en tus manos

puro corazón

Vicente Muñoz Álvarez

domingo, 4 de septiembre de 2022

DÍAS TRANQUILOS EN PLAYA BORIZU



De nuevo en casa tras unos días de iluminación y descanso en Playa Borizu, donde se rodó Remando al viento, la maravillosa película de Gonzalo Suárez, evocando a los Shelley y a Byron e intentando, en plan satori, vivir plenamente el momento: ni pasado ni futuro, ni atrás ni adelante, ni cerca ni lejos: aquí y ahora, pensaba con las enseñanzas de Eckhart Tolle en la mano, ahora y aquí... Porque pasa la vida y encanecen mis sienes, porque se suceden, llore lo que llore y piense lo que piense, los ciclos, porque me toca comenzar de nuevo la ruta y centrarme ya en el calzado, porque amarillean otra vez las hojas de los chopos en el corazón del bosque, porque vendrá el otoño y luego el invierno y después la primavera y nuevamente el verano, y porque nada de lo que haga al respecto podrá cambiar el proceso, poca mente y mucha conciencia, me repetía escuchando el fragor de las olas y contemplando el horizonte gaseoso del mar a lo lejos, puro romanticismo y ensoñación, orbaye o no, haga frío o haga calor, escriba o venda zapatos, aquí y ahora es la única realidad verdadera: no la dejes pasar... 

Vicente Muñoz Álvarez

DÍAS DE OCIO EN EL PAÍS DE YANN