jueves, 30 de enero de 2014

TERAPIA DEL CAMINO


Tal vez mi salvación
sea esta terapia del camino,
sentir la náusea en casa
y caminar, respirar hondo,
acelerar el paso,
escribir con la cabeza
(cómo sientes las palabras al andar),
ver el cielo azul intenso,
la calle y la vida
que fluyen
cadenciosamente alrededor,
agotarse, depurarse,
deshincharse hasta ahuyentar el tedio,
perderse entre la multitud,
ser uno más por algún tiempo
y vaciarse sin conflicto el alma
para poder reanudar luego otra vez
el arte pasivo de la ensoñación.


Vicente Muñoz Álvarez, de Canciones de la gran deriva (Origami, 2012).


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